Informe de EEUU sobre el Bosque en el Secuestro de Carbono

Informe de EEUU sobre el Bosque en el Secuestro de Carbono

Ross W. Gorte, analista de políticas en la Sección de Recursos Naturales de la Ciencia, Recursos y la División de Industria de la Congressional Research Service (CRS) en Washington, en su publicación, "Carbon Sequestration in Forest", preparada para el Congreso, establece conceptos de importancia, que son necesarios de rescatar. Este extracto es parte de su informe relacionado específicamente con el rol de los bosques en la captura de Carbono.

Ciclo del Carbono en los Bosques

La Fotosíntesis es el proceso químico, a través del cual, las plantas usan la radiación solar para convertir los nutrientes en azúcares y carbohidratos. El Dióxido de Carbono (CO2) es uno de los nutrientes principales y esencial en la construcción de los compuestos químicos orgánicos que forman parte de raíces, tronco, ramas y las hojas. Cada una de las unidades de las plantas: tronco, ramas, raíces y hojas, contienen carbono, pero la proporción de este elemento en cada una de las partes varía enormemente, dependiendo de la especie, del árbol individual, de su edad y del lugar de crecimiento.

Sin embargo, a pesar de todo, mientras más fotosíntesis se desarrolle, más CO2 es convertido en biomasa, reduciendo el carbono en la atmósfera y secuestrando (almacenando) en el tejido vegetal de la superficie y subterráneo.

Las plantas, también respiran, usando oxígeno para mantenerse en vida y emitiendo en este proceso, CO2. Al mismo tiempo, (en la noche, durante el verano, preferentemente, en climas no tropicales) para vivir, crecer, los bosques emiten CO2, aunque en general son considerados sumideros de carbono durante la vida del Bosque.

Cuando la vegetación, como en todo ciclo orgánico, muere, el carbono es devuelto a la atmósfera. Esto puede ocurrir rápidamente, como en el caso de incendios forestales o lentamente con la caída del árbol, ramas y hojas y su consecuente, descomposición. Para las plantas herbáceas, la parte de biomasa superficial, muere anualmente y comienza a decomponerse rápidamente, en algunos bosques, parte de la zona aérea sigue almacenando carbono hasta que la planta muere y se descompone. Esto es en esencia el ciclo del carbono en los bosques - acumulación neta de carbono (secuestro) con el crecimiento vegetativo y liberación del carbono cuando la vegetación muere. Por lo tanto, la cantidad de carbono secuestrado por el bosque cambia constantemente, según su crecimiento, muerte y descomposición de la vegetación.

Adicionalmente, junto con el secuestro realizado por la vegetación, el carbono también es secuestrado por los suelos. Carbono forma parte de la composición de los suelos, generalmente por la descomposición de la vegetación (humus), en la superficie de los suelos y capas adyacentes a la superficie, también por los organismos que descomponen la vegetación (degradadores) y además en las raíces finas. La cantidad de carbono en el suelo puede variar en forma importante, dependiendo del medio ambiente y la historia del sitio. La acumulación de carbono en el suelo se agrega a la superficie como vegetación muerta y se incorpora a ella según la actividad de los degradadores. El carbono también se "inyecta" al suelo como crecimiento de las raíces (incremento de la biomasa). El carbono de los suelos se devuelve a la atmósfera muy lentamente como descomposición vegetal.  El conocimiento científico sobre las tasas de acumulación de carbono por el suelo y su descomposición, aún es insuficiente para predecir los cambios en el monto del carbono secuestrado por los suelos forestales.

Ciclo de los Bosques

Los bosques se desarrollan a través de ciclos de crecimiento y después muerte, secuestrando y entregando carbono. Algunos bosques comienzan por sitios de gran tamaño, con pequeñas cantidades o simplemente en suelos sin vegetación, esos suelos pueden haber sido víctimas de grandes desastres (a veces bajo la influencia de fauna) o por actividad humana (ejemplo, la agricultura). Otros bosques son relativamente continuos con clareos naturales, típicamente limitados a áreas  ocupadas por uno o varios árboles padres degradados, por una sobre insolación, enfermedades y otros. En atención al tamaño provocado por el clareo, la mayoría de los bosques comienzan por un suelo desnudo, con cierto nivel de almacenamiento de carbono (lo cual depende en gran medida por el entorno e historia del sitio, especialmente por la última causa del clareo).

Cuando los árboles y otras especies madereras se establecen, el porcentaje de carbono almacenado se incrementa y como las plantas anuales (ej., hojas de árboles y plantas herbáceas) típicamente crecen más rápido de lo que se descompone. La productividad para bosques comerciales, en general siguen una curva tipo "S", con una alta tasa de desarrollo durante los primeros años, hasta el punto, llamado por los forestales de "culminación" con incrementos anuales promedio, en función de la especie, principalmente. Ese punto puede alcanzarse en 20 o 100 años, dependiendo de la fertilidad del sitio. Después vine una etapa de "decreciento" o deterioro que puede llevar también varios años. En teoría, los bosque pueden alcanzar la "sobremadurez" cuando la pérdida de crecimiento comercial y la mortalidad, superan el crecimiento remanente del bosque. Sin embargo hay estudios que demuestran el "crecimiento viejo" ("sobremaduro") a través del cual, el bosque sigue acumulando carbono en el suelo.

Las relaciones entre bosque comerciales y secuestro de carbono varían sustancialmente según  tres sentidos. Primero, la proporción de carbono en la madera comercial (comparada con la versión de biomasa no comercial en corteza, ramillas, raíces o semillas) varía según especie, algunas ( pinos y otras coníferas) tienen gran proporción del carbono en su parte de madera comercial. Segundo, la proporción de carbono en un árbol de madera comercial, indudablemente cambia con el tiempo,  un gráfico temporal de almacenamiento de carbono, debe corresponder también a una "S" (tal como la evolución de la cantidad de madera comercial), los cambios en el tiempo y tasas de incremento (que caracterizan la S) también difieren. Finalmente, una parte relevante de la cantidad de carbono secuestrado en un bosque por otras plantas -especies de árboles no comerciales- arbustos, pastos y otras  plantas herbáceas. El monto de estas otras especies, en secuestro de carbono varían también en forma significativa. Esto, sobre la base de investigaciones, asume una relación directa entre inventarios de bosques comerciales y el carbono almacenado, sin embargo se debe asumir que no existe una relación única para estimar acuciosamente la cantidad del carbono almacenado en el bosque.

Eventualmente, los árboles mueren. Pueden talarse para la cosecha, quemarse en un incendio forestal, pueden ser abatidos por tormentas ventosas o nieve o deteriorados por insectos u enfermedades. La muerte puede sobrevenirle a un solo árbol en el bosque, creando una pequeña apertura o mayor si el suceso afecta a más árboles en el área. El carbono puede rápidamente volver a la atmósfera, pero ello dependerá de la causa de la muerte de los árboles, si es cosechado o por condiciones ambientales. Como puede suponerse un incendio puede rápidamente devolver el carbono a la atmósfera en grandes cantidades. La muerte natural o el biodeterioro, requiere de varias semanas hasta muchas décadas para completar la descomposición de la biomasa (dependiendo de la condiciones del sitio), dejando parte en el suelo y la otra directamente, en la atmósfera. La cosecha forestal puede almacenar parte del carbono vegetativo por largos períodos como producto sólido de madera en largos usos (construcción en madera), los desechos de transformación y las especies no comerciales se dejan para el deterioro o combustible. Mayor discusión sobre ello, se encuentra en "Forestry Events and y Management Activities".  

Alcances del traductor:

El Bosque o los Recursos Forestales, corresponden a la mayor "maquinaria" para la captación del carbono, como dióxido de carbono, uno de los mayores contaminantes de la atmósfera. A  través de la Fotosíntesis, incorpora el Carbono a la matriz árbol. El volumen variable entre 280 a 1280 m3de biomasa  por ha aseguran, con superficies foliares por árbol, variables, entre 1200 y 8600 m2 por planta, un mejoramiento de la calidad en la atmósfera, muchos países desarrollados a través de la forestería urbana, también  logran mejores sustanciales para la vida del hombre en las ciudades.

Es cierto que el bosque en su crecimiento, alcanza su mejor eficiencia en las etapas de mayor crecimiento, fase juvenil y adulta, de allí derivan, las prácticas silviculturales y el manejo foresta -que realizan los Ingenieros Forestales-. También en su proceso de crecimiento emite carbono, pero el balance es absolutamente positivo, en cuanto al mejoramiento de la calidad del aire. Fenómenos como incendios forestales, retornan bruscamente el CO2 a la atmósfera.

El hombre a través del cultivo de sus bosques, sean plantaciones o bosque nativo, puede ayudar sustancialmente a mejorar la calidad de vida de la humanidad, mejorando enormemente el medio ambiente.

Javier González Molina

Profesor Titular

Facultad de Ciencias Forestales y

Conservación de la Naturaleza UCH

Interesados en la temática pueden optar a la Cuarta Versión del Curso Huella de Carbono, que se realizará el día 28 de septiembre de 2012. Para mayor información visite: http://www.forestal.uchile.cl/cursos/80705/curso-huella-de-carbono