La tercera muestra del año correspondiente al nuevo espacio expositivo del Museo de Arte Contemporáneo, la Sala Anilla MAC, se genera a partir de una fructífera relación con el reconocido artista español Javier Peñafiel (Zaragoza, 1964).
En este segundo desembarco en el MAC, Peñafiel nos sorprende con Egolactante, personaje creado en 1999 para vociferar en sordina las maniacodependencias y contradicciones del sujeto contemporáneo. Instituido de su alter ego, el artista propone microrrelatos e identidades que no cesan de encontrar motivos y argumentos para la perplejidad. En esta instalación el artista reunió dibujos, videos y textos que se vinculan entre sí a pesar de la diversidad de datas, aunque con la suficiente autonomía semántica como para conducirnos hacia cuatro historias en apariencia inverosímiles: Familia plural vigilante (dibujo, 2005), Diagnóstico plural (video, 2006), Latido antecedente (video, 2010) y Egolactante says (texto, 2014).
"Me gusta pensar que escribo como si dibujase y dibujo escuchando (...). Quise que las imágenes fuesen completadas por los espectadores. No me interesa dibujar como método aislado, o sea, dibujar por y para el dibujo en sí (...). Es muy importante dejar claro que cuando trabajo, actúo como un editor, no como un director. Estoy más interesado en editar cosas, así como tomar en cuenta las posibilidades de los numerosos dispositivos editoriales, establecer intercambios con el diseñador. Conversar con el curador y con la institución que recibe el proyecto”, explica el artista.
Tensión política y poética de las estructuras sociales
En esta exposición que se exhibirá entre el 19 de junio al 20 de julio en el MAC Parque Forestal, el dibujo, la palabra, la acción, el video o la publicación, son los soportes y espacios que reiteradamente utiliza Peñafiel para tensionar política y poéticamente las estructuras sociales. Su cuestionamiento se sirve de metáforas, ficciones y personajes cercanos al mito (Bertolt Brecht, Ruth Berlau, Michelle Bachelet, Ángela Merkel), voces que susurran historias tristes, sentimentales y políticas, tan escépticas como cargadas de humor delirante e ironía.
“El trabajo de Javier Peñafiel puede definirse como un ejercicio personal, una batalla interna entre la razón crítica y la autoridad poética. El denominador común de su trabajo es el esfuerzo permanente por descubrir –y descubrirnos– que los mitos modernos no son sino una proyección de los afectos humanos, de sus ansias y de sus miserias. Y para afrontar la valerosa hazaña, Peñafiel da vida a uno de sus personajes más logrados: el Egolactante. Se trata de una curiosa reinvención del doble romántico, lo otro de sí. El personaje en cuestión es de pocas palabras y parece un primo hermano de Baudalaire, al que le ha pasado por encima el mismo carro de lavandería que torpemente acabó con la vida de Roland Barthes”, expresa Chus Martínez.
Por su parte Martí Perán cuenta que “en 1999 se incubó Egolactante. De aspecto inquieto, sufre de un crónico estado de nerviosismo que, aún pudiendo parecer provocado por su vulnerabilidad emocional y política, se debe en última instancia a que decidió convivir con la ficción instalada dentro de su cabeza. La suma de estos poderosos componentes –cuerpo espasmódico y habilidades intelectuales– convierten a Egolactante en una pequeña gran encarnación del nuevo homo estheticus”.
Además, como parte de la puesta en escena, el artista realizará una conferencia performativa desde el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona que permitirá activar el montaje con una interacción telemática entre el autor y el público chileno. También podrá seguirse en: www.livestream.com/anillaculturalmac.