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Dante Donoso: "Trabajar en esta atmósfera no tiene precio y te hace crecer como trabajador de la educación y como persona"

Funcionario: Dante Donoso, Inspector General del Isuch
"Para mi el ingresar al Isuch significó realfabetizar y definitivamente descubrir el valor del estudio de disciplinas artísticas".
"Para mi el ingresar al Isuch significó realfabetizar y definitivamente descubrir el valor del estudio de disciplinas artísticas".

Soy Dante Donoso, Inspector General del Instituto de Estudios Superiores de la Universidad de Chile (Isuch). Ingresé el año 2004 como un reemplazo de la profesora de Historia y después de un mes me ofrecieron el cargo de inspector. Llevo 10 años cumpliendo esta labor y día a día aprendo tanto de las artes como de los estudiantes.

Soy el primero en llegar al Isuch junto con dos auxiliares. Entramos los tres a las 7.30 de la mañana para recibir a los estudiantes a las ocho en punto. Mi labor es poner orden entre quienes vienen a estudiar a este instituto y me encargo de que los chicos y chicas cumplan su horario al entrar y salir de clases.

Recuerdo con especial cariño el Día del Alumno de este año en el Isuch. Fue una ocasión diferente porque nosotros realizamos actividades y los estudiantes participaron, a diferencia de años anteriores. Funcionarios y profesores le servimos desayuno a cada uno de nuestros estudiantes, se proyectó en el Instituto la película chilena de los años 50 Día de Organillo, de Sergio Bravo. La Cineteca de la Universidad de Chile nos ayudó en esta actividad. La exhibición fue todo un éxito y después los estudiantes realizaron una creación artística en torno a esta experiencia audiovisual. Fue una bonita celebración, los estudiantes fueron realmente innovadores, expresaron lo que sentían y desplegaron su capacidad artística.

Para mi el ingresar al Isuch significó realfabetizar y definitivamente descubrir el valor del estudio de disciplinas artísticas desde el punto de vista del arte docto o complejo, sobre todo en principio, porque fue un impacto tremendo observar a niños, niñas y jóvenes desarrollar sus habilidades instrumentales, plásticas y de movimiento. Trabajar en esta atmósfera no tiene precio y te hace crecer como trabajador de la educación y como persona.