Permanecerá hasta el 9 de noviembre:

Francisco Sanfuentes exhibe su obra "Muda" en MAC Quinta Normal

Francisco Sanfuentes exhibe su obra "Muda" en MAC Quinta Normal
"Los muros son umbrales que sellan la mirada al tiempo, que anuncian un interior que se nos sustrae al entendimiento", señaló en artista.
"Los muros son umbrales que sellan la mirada al tiempo, que anuncian un interior que se nos sustrae al entendimiento", señaló en artista.
"Entonces imprimía una imagen del muro, la envolvía dentro de un paquete y la iba a dejar ahí, entremedio de los ladrillos", dijo el académico.
"Entonces imprimía una imagen del muro, la envolvía dentro de un paquete y la iba a dejar ahí, entremedio de los ladrillos", dijo el académico.
"Muda" es una manifestación absoluta de la exclusión, del encierro, del enigma, de la soledad, de la enfermedad, del exilio, exacerbada por el sonido del silencio.
"Muda" es una manifestación absoluta de la exclusión, del encierro, del enigma, de la soledad, de la enfermedad, del exilio, exacerbada por el sonido del silencio.
Afiche de "Muda" obra que el artista Francisco Sanfuentes presentará en MAC Quinta Normal
Afiche de "Muda" obra que el artista Francisco Sanfuentes presentará en MAC Quinta Normal

“Los muros son umbrales que sellan la mirada al tiempo, que anuncian un interior que se nos sustrae al entendimiento”, señala Francisco Sanfuentes al describir su encuentro con el muro de la calle Raimundo Charlín, cara trasera exterior del Instituto Psiquiátrico de Santiago José Horwitz Barak, que desde el 2012 ha sido motivo de trabajo y registro del artista, quien cayó en una especie de obsesión, como él lo denomina, por revelar el silencio de las cosas y de esa muralla en especial “que adquiere una densidad particular pos su significación, por lo que contiene o esconde en su interior”, recalca el académico del Departamento de Artes Visuales y profesor del Postítulo en Arte Sonoro de la Escuela de Postgrado de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.

La calle, los muros, la ciudad en la noche y lo que habita o se deja ver en ella como residuo ha sido desde siempre parte del trabajo de Francisco Sanfuentes. De allí que el cruce con la muralla de la calle Raimundo Charlín hayan evocado en el artista una serie de preguntas que decidió responder desde afuera del hospital psiquiátrico. “¿Cómo imaginar lo que acontecía del otro lado? La distancia a veces insondable de lo que, a falta de otra denominación, sólo llamamos enfermedad. Los lugares habitados por las mentes de quienes moran del otro lado. El muro era la imagen absoluta de esa distancia o enigma”, señala.

Tras una serie de recorridos diurnos y nocturnos por el lugar, de los que obtuvo centenares de registros fotográficos, para luego sumar registros de audio con un micrófono de contacto sobre la muralla, el profesor Sanfuentes obtiene su propia visión del muro, concibiendo a “Muda”. Siempre desde el lado de afuera, porque el interior le podía aportar imágenes y ciertos conocimientos objetivos que “suponía no me darían luces respecto de la experiencia de contemplar esa muralla por primera vez. Quizás se podría afirmar que respecto de lo que llamamos la locura, siempre estaremos del otro lado, del lado de afuera. Frente a una muralla que siempre se nos presenta como forma muda”, afirma.

Tras esa visión, surge “Muda”, obra que reúne alrededor de sesenta cajas de fierro, cada una con el impreso de un fragmento fotográfico de la muralla, instaladas de forma desordenada, ya que lejos de querer recrear o reconstruir el muro del psiquiátrico lo que busca el artista es “evocar un fragmento individual, una reconstrucción imposible, acumulándose una sobre otra mecánicamente, quizás emulando el proceso de construcción de un muro, quizás también refiriendo cada una a una vida que desconozco en su interior y que solo puedo imaginar”, explica.

De esta forma, el artista intenta generar en un espacio, al menos en parte, la intensidad de su experiencia de “estar ahí”. Una experiencia que surge desde la adolescencia del autor, que desde esa época se cuestionaba la relación entre el hospital psiquiátrico, el cementerio y la morgue. “Tenía una relación con el lugar, aunque no me había animado a hacer nada con él hasta ese encuentro con el muro a mediados del 2012. Esa vez decidí adentrarme por Santos Dumondt para buscar el muro trasero del Hospital. Los patios traseros de las casas a menudo reciben lo que se quiere esconder de las miradas, lo que se desecha o simplemente lo que no se quiere compartir con nadie. Me adentro por Raimundo Charlín y me encuentro con esa muralla de ladrillos y ventanas selladas, cada vez más altas. Para mí fue un encuentro impresionante, sugestionado o no, recuerdo el silencio absoluto de esa calle”, detalla Francisco Sanfuentes al referirse a su primer encuentro con la muralla.

Para él, el muro es una manifestación brutal del aislamiento, del encierro, del secreto y también del misterio. Respecto a eso, el profesor Sanfuentes aduce que el muro viene a ser el signo del encierro, de la exclusión y del secreto, “porque la muralla manifiesta a través de su altura y rejas eso que no se puede comprender, eso que esconden esas mentes encerradas y la potencia del encuentro tiene que ver con eso. Porque ese muro viejo y degradado es una especie de velo que te esconde a la vez que te insinúa lo que está adentro, que es eso enigmático, incompleto, insondable, incomprensible”, declara.

Enigma, exilio y silencio

Una manifestación absoluta de la exclusión, del encierro, del enigma, de la soledad, de la enfermedad, del exilio, exacerbada por el sonido del silencio. “Lo que me interesa es generar un efecto de enigma, donde el silencio pasa a ser activo, porque el silencio es el sonido del muro, que tiene un efecto sensorial con el que tú puedes pensar difusamente muchas cosas, pero principalmente la puesta en obra es este enigma”, explica el autor.

De allí la relevancia de la cuestión perceptual y sensorial, a lo que el artista apela a través de dos espacios: El primero de ellos se encuentra afuera de la sala en donde dispuso una serie de cuadros que recogen el proceso de construcción de obra, donde hay fragmentos de textos y de las intervenciones que realizó, las que invitan a reflexionar. “Para mí no hay nada más potente que la imagen del muro. Esa imagen era lo suficientemente elocuente y no necesitaba fotos con la imagen de la locura ni nada que se le pareciera. Entonces imprimía una imagen del muro, la envolvía dentro de un paquete y la iba a dejar ahí, entremedio de los ladrillos. Eso yo no lo hacía para espectadores, no convocaba a nadie, no era para artistas, sino que era una relación íntima con el lugar, cosa que me interesa relevar desde el arte; esa relación íntima con las cosas, alejado del espectáculo, aunque para muchos todo el arte acontece en la inauguración o en el evento social”, recalca Sanfuentes.

En el segundo espacio, la parte central, se apilan las toscas cajas de fierro con imágenes impresas donde se acumulan unas con otras, “como se acumulan enfermos, como se acumulan muertos, tal como Rantés, un extraño que de pronto aparece internado, le dice a su doctor en la película argentina “Hombre mirando al sudeste”: 'uno más, pero nunca más uno'. Lo que tiene que ver con esta especie de sensación enigmática sobre este muro que se está levantando frente a ti”, aseguró.

De esta forma, por tercera vez Francisco Sanfuentes presenta su visión del muro del Hospital Psiquiátrico. Durante el 2013, en la sala MNBA del Plaza Vespucio exhibió “Huellas Residuales” en donde el artista presentó la imagen fotográfica del muro y el sonido ambiente registrado en éste. Posteriormente en la Sala Juan Egenau de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, presentó “Poéticas de la intemperie”, oportunidad en que el muro fue mostrado a través de pocas cajas. Ambas muestras se convirtieron en ejercicios para presentar en su totalidad, lo que este viernes 5 de septiembre a las 19:00 horas en el MAC Quinta Normal, conoceremos como “Muda”.