En el mes de octubre de 2014 una ballena que llevaba enredado en su cuerpo redes de pesca fue socorrida por Sernapesca; un mes de después la institución de gobierno liberó a ocho pingüinos magallánicos rescatados tras el derrame de petróleo en Quintero.
Es así como cada año el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), a través de la Subdirección de Acuicultura y en particular de sus Unidades de Rescate, se hace cargo de centenares de operaciones, cumpliendo así con la ley de protección de la fauna acuática silvestre.
“Como Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura tenemos un rol público fundamental que es la protección de las especies acuáticas. El rescate y la rehabilitación de las especies protegidas están establecidos por ley, por lo que cumplimos con ese mandato, además de proteger los recursos hidrobiológicos del país”, señaló la Sra. Alicia Gallardo Subdirectora Nacional de Acuicultura, quién representó a la máxima autoridad de Sernapesca, Sr. José Miguel Burgos en la ceremonia de firma del convenio.
La Subdirectora Alicia Gallardo, médico veterinaria de la U. de Chile, explicó que en el ámbito de la protección de las especies acuáticas, Sernapesca requiere de la asesoría técnica especializada, fundamentalmente porque muchas veces hay patologías asociadas a los animales que se encuentran varados en las playas. En este contexto, se hace necesaria la atención veterinaria especializada y poder contar con las capacidades de investigación para evaluar las causas que produjeron la mortalidad o enfermedad, de manera de tomar medidas preventivas.
“Actualmente, contamos con profesionales que tienen mucha expertise en la gestión del rescate. Por otra parte, trabajamos con centros de rehabilitación que son fundamentales en la recuperación de los animales, pero no teníamos la atención médico veterinaria y la investigación asociada, porque si no sabemos las causas de lo sucedido se puede volver a repetir. Es un aporte primordial el que va a realizar la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile, en este ámbito”, señaló Alicia Gallardo.
Por su parte el Decano de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias, Profesor Santiago Urcelay, destacó la necesaria vinculación entre los organismos del Estado, las Políticas Públicas y la Universidad de Chile, enfatizando el rol público y la visión de país que tiene la Casa de Bello.
El Convenio para la Atención Veterinaria de Especies Acuáticas Protegidas, tendrá una duración de cinco años y apoyará el rescate, diagnóstico e investigación de los ejemplares de fauna acuática silvestre que ha sufrido lesiones y/o enfermedades por razones naturales o por la intervención humana.
Este convenio permitirá obtener un conocimiento más preciso respecto de las causas que provocan estos varamientos. Especialistas de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias realizarán labores de investigación y diagnóstico médico a los animales varados con el objeto de evitar estos sucesos y proteger la fauna marina.
Sernapesca y el rescate de animales marinos
En el año 2013 Sernapesca creó una Unidad de Rescate y Conservación de Especies Acuáticas Protegidas, especialmente orientada a la atención de los eventos de varamientos y atención de especies acuáticas protegidas o en veda y cuyo esfuerzo se orienta no solamente a la concurrencia a terreno, sino en, además, realizar los esfuerzos para recuperar a los especímenes varados y maltrechos y retornarlos a su medio natural.
A modo de ejemplo, durante el 2013, Sernapesca concurrió a un total de 302 varamientos a lo largo de la costa de nuestro país, que afectaron a 577 ejemplares. De estos últimos, 58 ejemplares varados fue posible derivarlos a centros de rescate y otros 66 recibieron primeros auxilios y liberados.
Las especies más frecuentemente involucradas en los rescates corresponden a pingüinos y lobos marinos. En tanto, las zonas en que ocurren mayor cantidad de varamientos son: Valparaíso, (una de las regiones que presenta más registros), Concepción y Puerto Montt. La mayoría de las especies son lobos marinos dañados por lesiones producidas directa o indirectamente por la intervención humana, luego vienen los pingüinos y las tortugas, siendo las tres especies las más afectadas.
