Durante enero de 2015 se realizaron las prácticas estivales de la carrera de Ingeniería Forestal de la Universidad de Chile. En la ocasión, los estudiantes además de conocer en terreno las realidades de las diversas formaciones arbóreas presentes en el país, pudieron estrechar lazos entre sus pares.
“Es una forma en la que podemos poner en práctica todos los conocimientos que hemos adquirido durante el año y la verdad es que es una bonita instancia para conocerse con tus compañeros y desarrollar lazos con las distintas personas que uno conoce en la Universidad”, señala Jorge Flores (22) estudiante.
El nuevo plan de estudios contempla salidas a terreno desde el primer año, con un total de cuatro prácticas estivales, más una práctica ampliada, como alternativa para la obtención del título. Así, su primer contacto con la profesión son dos semanas en la ciudad de Frutillar, donde los jóvenes aplican sus conocimientos en descripción y caracterización de ecosistemas, medición y monitoreo de variables ambientales y desarrollo personal.
En el segundo año, se trasladan al Centro Experimental Dr. Justo Pastor León, en la localidad de Pantanillo, VII Región y reserva Nacional de Malleco, en la IX Región, donde los estudiantes ponen en práctica lo aprendido en Caracterización y análisis de los principales tipos de bosques.
Francisca Herrera, ayudante de la práctica II en Malleco, explica que en terreno, los estudiantes “reconocen, analizan y evalúan los distintos ecosistemas que existen en el país y cómo van variando en las distintas regiones, en las diferentes altitudes, tanto en la cordillera de la costa, la depresión intermedia, en la cordillera de los Andes, que es diferente”.
Así también lo reconoce Nicolás Astudillo, estudiante de la carrera que destaca que “lo que más me ha llamado la atención es que la práctica sea totalmente integral. Nosotros podemos caracterizar un ambiente en todas sus dimensiones y no solamente quedarnos con los antecedentes de los árboles, de la vegetación, sino que también podemos analizar, por ejemplo, cuál es el uso probable que podría tener ese tipo de bosque y cómo se pueden aprovechar de mejor forma los recursos”.
Un rol fundamental en las prácticas lo realizan los ayudantes. Se trata de estudiantes y tesistas encargados de “facilitar las labores en terreno y en gabinete de los alumnos que vienen a cursar su práctica. Ellos aprenden el uso de instrumental, que es fundamental en esta práctica, con una orientación de prospección en el bosque, para que ellos puedan adquirir esas capacidades y competencias que la carrera y la profesión requieren en cuanto a la medición de las variables y procesamiento de los datos”, explica Sebastián Peñaloza, ayudante de la práctica II en Pantanillo.
Es que finalmente, las prácticas se transforman en la instancia para que los estudiantes puedan demostrar su vocación y “gran amor, gran cariño por el medio natural, saber entender los procesos ecológicos que están ocurriendo y saberlos integrar con los aspectos sociales y económicos que conviven en un territorio”, concluye Sergio Donoso, académico y encargado de prácticas II y III en Malleco.
Profesionales en terreno
La Universidad de Chile cuenta con dos centros propios para la realización de prácticas e investigación: la Estación Experimental Dr. Justo Pastor León, ubicado en el sector de Pantanillo, VII Región; y la Estación Experimental Edmundo Winkler, en Frutillar, X Región.
Sobre la Estación Experimental Dr. Justo Pastor León, Roberto Garfias, académico encargado de práctica II y III para el año 2015 destaca la importancia como espacio para desarrollar “la investigación, la docencia, la producción forestal y la extensión. Acá hay producción de madera de pino, hay algunos ensayos de investigación y las instalaciones se usan para docencia, salidas a terreno que tienen los estudiantes durante el año y prácticas estivales”.