Sustentabilidad en la producción melífera

Estudiantes realizarán proyecto de apicultura destinado a la formación y la extensión

Estudiantes realizarán proyecto de apicultura destinado a la formación
Estudiantes del Campus Antumapu que participarán del proyecto para enfatizar en las buenas prácticas apícolas.
Estudiantes del Campus Antumapu que participarán del proyecto para enfatizar en las buenas prácticas apícolas.
Chile es el 20° mayor exportador de miel en el mundo. El primer lugar lo ocupa China.
Chile es el 20° mayor exportador de miel en el mundo. El primer lugar lo ocupa China.

Factores ambientales, cambios en el hábitat, plagas y enfermedades y la alimentación de las abejas a partir del uso de sustitutos son algunos de los factores que han provocado lo que la comunidad científica ha denominado “Síndrome de Colapso de las Colmenas” (CCD por sus siglas en inglés).

Tal como explica el texto de Paula Valdés de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA) del Ministerio de Agricultura sobre la situación mundial del CCD, “las primeras disminuciones en las poblaciones de abejas se reportan a partir del año 1965. En el año 1998, se registraron algunos casos en Francia, pero la generalidad, durante el último tiempo, es una constante disminución en el número de colonias de abejas”.

Este tema -del que Chile no está ajeno- junto a la producción melífera y el desarrollo profesional en esta área serán abordados por el Centro de Apoyo Educativo e Investigación Apícola Universidad de Chile (CEIAP U-CHILE), proyecto que estudiantes del Campus Sur, gracias al Premio Azul entregado a las iniciativas estudiantiles de la Vicerrectoría de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios (VAEC) realizarán para generar educación, extensión y capacitación, enfatizando las buenas prácticas apícolas.

Consiste en un proyecto piloto de producción apícola (miel, cera, propóleo, jalea real, etc.) que permita el intercambio y profundización del conocimiento en la materia entre estudiantes y académicos del Campus Sur y las comunidades cercanas a éste.

El proyecto posee el apoyo de las facultades de Ciencias Veterinarias y Pecuarias, Ciencias Agronómicas y Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza, y cuenta además con la participación del laboratorio Polyforms y del Colegio Arturo Matte Larraín de la comuna de La Pintana. El equipo trabajará con niños y jóvenes de este establecimiento a partir de talleres de aprendizaje en el proceso de producción. El énfasis del proyecto estará también, como explica Patricio Vásquez, uno de sus integrantes, en trabajar con pequeños agricultores de la zonas cercanas al Campus.

El trabajo será desarrollado en las cercanías de Mundo Granja, en los terrenos de la Facultad de Ciencias Agronómicas y contará con un invernadero y un galpón. Respecto a las especies forestales melíferas que utilizarán, Vásquez explica que “decidimos trabajar con quillay, peumo y boldo que son especies nativas que se desarrollan bien en esta zona y a través de la colaboración que establecimos con el invernadero de la Facultad de Ciencias Forestales, ellos nos van a hacer una donación de esos ejemplares. La idea es que nosotros en el invernadero que vamos a implementar podamos reproducirlos y, de esa forma, poder aumentar la carga de árboles en el Campus Sur”. Según concita la Comisión Nacional Apícola del ministerio de Agricultura (creada el 2013), el 82% de la producción de miel chilena proviene de especies vegetales melíferas del bosque nativo.

Buenas prácticas en la producción apícola

Actualmente en Chile el consumo de miel es menor a 100 gramos per cápita por año (ODEPA, 2014), mientras que las exportaciones de este producto a nivel mundial tuvo un alza el 2013, alcanzando a 2.028 millones de dólares, cifra 14.9% superior al 2012, según explica el documento “Miel Chilena: consolidación y nuevos mercados” de Daniel Barrera y Paula Valdés, publicado por la ODEPA.

China es el exportador número uno de miel, mientras que Chile se ubica en el lugar veinte. Estados Unidos es el principal comprador de este producto, pero en el caso de nuestro país las exportaciones se dirigen mayoritariamente hacia Alemania, país al que envió el 2013 más de 4 millones de kilos. La producción de la miel chilena se realiza a lo largo de todo el país, excepto en la región de Magallanes y se concentra principalmente entre Valparaíso y la Araucanía.

Dada estas cifras y porque la demanda mundial así lo implica, resulta crucial la producción basada en buenas prácticas. En una etapa inicial, las exigencias se restringían a la inocuidad alimentaria, pero se ha ampliado actualmente al bienestar animal, la protección de los trabajadores y del ambiente. Las buenas prácticas en la producción apícola incluyen desde el manejo de la colmena hasta el envasado.

Por eso uno de los ejes del proyecto es acogerse y promover este enfoque a través de la realización de “labores que se ajusten a una norma técnica, en relación, por ejemplo, a la aplicación de plaguicidas”, explica Patricio Vásquez.

“La idea es apostar a que todas las áreas que tenemos en el Campus Sur vayan apuntando a un desarrollo sostenible de nuestros recursos, apuntando a que la producción de las abejas sea sostenible en el tiempo y para eso existen ciertas prácticas que hay que cumplir”, agrega Catalina Cifuentes, miembro del proyecto.

Apicultura en la Universidad de Chile

Los integrantes del CEIAP destacan que esta iniciativa busca también instalar la apicultura en la formación de los estudiantes del Campus Sur. “La Universidad no ha desarrollado estrategias para promover la apicultura. Si bien existen un par de cursos en algunas Facultades, han sido esfuerzos aislados, pero no hay un trabajo sistemático de promover la apicultura que es una actividad que tiene mucho potencial”, destaca Patricio Vásquez al hablar de algunas de las motivaciones del proyecto.

“En nuestras mallas no están incorporados de forma obligatoria los temas apícolas y varias de las carreras de Campus Sur se pueden desarrollar en esta materia”, agrega Catalina Cifuentes.

Eduardo Castañeda de la carrera de Medicina Veterinaria evalúa que existe un déficit en la carrera a la hora de abordar la apicultura. “El veterinario dentro de su área se dedica también a la sanidad apícola, sin embargo la gente de la Facultad por no tener contacto con ese mundo, no va saliendo capacitada como para realizar un diagnóstico o un manejo apícola”.

Similar diagnóstico posee el Decano de la Facultad de Ciencias Agronómicas, Roberto Neira. “La apicultura ha sido un tema abordado en la Universidad por iniciativas personales. Este podría ser un primer pie”, señaló, agregando que este tipo de iniciativas “son importantes porque no solamente los estudiantes hacen sus primeras experiencias de investigación, sino porque hacen trabajos demostrativos para enseñarles a otras personas, aprenden a comunicar y tienen una experiencia personal de realización dentro de la Facultad”, agrega el Decano.

Actualmente se dictan cursos electivos de apicultura para los estudiantes del Campus. Uno de los académicos que los imparte es Mario Gallardo, quien también es profesional del Servicio Agrícola y Ganadero, SAG. “El tema apícola está poco profesionalizado en general y son muy pocas universidades que tienen algún curso relacionado con la materia”, comenta.

“Sin embargo la Universidad de Chile en particular se ha destacado en ese aspecto a diferencia de otras universidades porque siempre ha mantenido un curso, que si bien es electivo, para ir formando algunos profesionales en esta área. Sin embargo esto es insuficiente por las necesidades a nivel país y por la importancia que ha tomado el tema apícola”, agrega.

“Este es un centro que parte a pequeña escala, un proyecto urbano con características orgánicas, donde se implementen las buenas prácticas apícolas. La idea es hacer un trabajo ordenado, técnico, científico para proyectarnos en el mediano y largo plazo, esa es la idea, que no quede solamente acá”, finaliza Patricio Vásquez.