“Yo creo el sistema de libre competencia en las universidades falló. Este sistema intrínsecamente no funciona porque la ciencia y la cultura tienen que ver con interacción, solidaridad, generosidad y un profundo sentido de interés común”, dijo el Rector Vivaldi en el foro “Reforma Educacional: desafíos para el 2015", actividad que es parte de la Semana Mechona 2015.
Las principales dificultades que enfrenta la reforma educacional, las condiciones para la gratuidad en la educación superior y los aspectos fundamentales para que la reforma sea exitosa, fueron parte de los temas que se trataron durante la actividad que se realizó este 18 de marzo en la Facultad de Medicina.
Valentina Saavedra, Presidenta de la FECh, subrayó la importancia de convocar a la sociedad en su conjunto a hacerse cargo de este proceso de cambio y se refirió particularmente al caso de la educación superior. “Nos parece fundamental que se defina cuál es la universidad pública que queremos, cuáles son los criterios que estamos discutiendo. Este tipo de definiciones la debe hacer la sociedad en su conjunto, porque finalmente es ésta la que va a estar financiando la educación. Y no es solamente un tema económico, es también porque de este modo se define cuál es la sociedad que queremos”.
En referencia a los actores que están dominando la discusión de la reforma hoy, el Director de Investigación del IES y egresado de la U. de Chile, Pablo Ortuzar, deslizó su crítica. “Hoy la mirada de las asociaciones civiles ni siquiera está en el debate, se habla de mercado y Estado, como si fueran las dos únicas formas institucionales existentes, y obviamente hay muchas más. Creo que las preguntas importantes sobre educación no están sobre la mesa y es probable que no lo estén hasta que haya de nuevo una crisis política vinculada con la educación”, dijo.
Frente el punto de Ortúzar, el Rector Vivaldi acotó que “si uno va a hacer una reforma de este tipo, tiene que ser factible, tiene que estar fundamentada y ahí es clave la oportunidad que uno dé a los actores sociales para que participen. Hay una gran tarea y es realmente una de las cosas más difíciles que va a tener que ver este gobierno”. Junto a esta idea, la máxima autoridad de la U. de Chile hizo un llamado amplio a la discusión sobre educación superior que enfrentará este año la reforma: “Cuando hablamos de educación pública e incluso cuando hablamos de Universidad de Chile todos tienen la obligación de opinar. No hay nada que a alguien de izquierda o derecha no debería importarle al respecto”.
Sobre lo que se viene este año en el debate de la reforma, la Presidenta de la FECh, puso el acento en la necesidad de que los actores del mundo de la educación entren al ruedo. “El interés colectivo se ha visto muy mermado hoy cuando se estima que un experto en educación va a saber cuáles son los intereses de la sociedad. No queremos estar viendo por la tele lo que se discute en el Senado, ni lo que se interpreta de lo que nosotros queremos. Eso es fundamental para que los principios de la reforma sean consensuados. Y no que nos digan que tienen los mismos principios que nosotros siendo que nunca hemos sido consultados”, aseguró Saavedra enumerando las importantes brechas entre lo que el gobierno y el movimiento social entiende respecto a conceptos como lucro, gratuidad y fin de la selección.
Para terminar, Ortúzar puso el foco en el impacto del proceso que se lleva adelante. “¿Cómo hacer una reforma de este tamaño que al mismo tiempo tenga contacto con la realidad? No es una pregunta para nada fácil, y probablemente no sea posible. Hasta ahora lo que se está intentando hacer es una reforma muy general, guiada por directrices ideológicas más o menos claras, pero que no se tiene claridad de cómo se van a compatibilizar al momento de llevarse a cabo. Y en cuyo horizonte bien podría fracasar”, advirtió el antropólogo.
