Columna de opinión

La Chile se hace cargo de la igualdad de género

La Chile se hace cargo de la igualdad de género
Carmen Andrade, encargada de la Oficina de Igualdad de Género perteneciente a la Vicerrectoría de Extensión.
Carmen Andrade, encargada de la Oficina de Igualdad de Género perteneciente a la Vicerrectoría de Extensión.
Diversas iniciativas para la igualdad de género fueron anunciadas durante la conmemoración del Día de la Mujer.
Diversas iniciativas para la igualdad de género fueron anunciadas durante la conmemoración del Día de la Mujer.

En esta nueva conmemoración del Día Internacional de la Mujer diversas instituciones y organizaciones convocan encuentros para evaluar avances en los derechos de las mujeres, reafirmar compromisos con la igualdad, hacer oír su voz y definir líneas de acción para enfrentar las discriminaciones que persisten.

La Universidad de Chile, encabezada por el Rector Ennio Vivaldi, no es ajena a este proceso, y en el marco de esta conmemoración dará inicio a algunas interesantes iniciativas para avanzar decididamente en la construcción de una cultura de igualdad entre hombres y mujeres en el quehacer universitario.

Se trata en primer lugar del lanzamiento de un programa denominado “Cátedra Amanda Labarca”, que haciendo honor a esta destacada educadora feminista, desarrollará cursos de formación general, investigaciones y actividades de extensión en temáticas de género para aportar a la docencia, la generación de conocimiento y el posicionamiento de la opinión de la Universidad en debates culturales contingentes presentes en el espacio público. De este modo la Chile se hace cargo, al igual que lo hacen sus Centros de Estudios de Género, de que el conocimiento no es neutro y que la perspectiva de igualdad entre hombres y mujeres debe estar presente en la formación de sus estudiantes.

Asimismo la Universidad suscribirá un convenio con la Junta Nacional de Jardines infantiles (JUNJI) para poner en marcha un plan de construcción de los primeros jardines infantiles y salas cunas universitarias en los distintos campus, que atenderán preferentemente a hijos e hijas de estudiantes y trabajadoras. Este convenio forma parte de la meta presidencial de construcción de 4500 nuevos establecimientos para la atención de la primera infancia; está orientada al desarrollo integral de los niños y niñas a través de educación pública, gratuita y de calidad, criterios que la Universidad comparte plenamente y que quisiera se extendieran también al sistema escolar y universitario.

Así, la Chile se hace cargo de colaborar activamente con el desarrollo de las políticas públicas, al tiempo que asume un rol de corresponsabilidad social en el cuidado de niñas y niños. Este rol cuestiona los sesgos tradicionales de la cultura que asignan esta tarea principalmente a las mujeres, quienes enfrentan enormes dificultades para compatibilizar el desarrollo de sus carreras profesionales, académicas y estudiantiles con sus responsabilidades familiares.

Junto a las iniciativas señaladas se inicia en la institución un amplio debate acerca de un tema que ocurre en todos los espacios laborales y estudiantiles pero que en general permanece silenciado. Nos referimos al acoso sexual, que afecta principalmente a las mujeres, violando sus derechos elementales. Para no esconder la cabeza sino que hacerse cargo de enfrentar estas conductas que queremos erradicar, se distribuirá ampliamente un manual con orientaciones para enfrentar el acoso y un documento de trabajo sobre el tema, que esperamos motiven y den curso a la realización de talleres, diálogos, campañas de prevención para visibilizar el problema y generar soluciones que consideren el marco legal del país y sean acordes a la realidad de los distintos estamentos de la comunidad universitaria.

A diferencia de quienes ven la Academia como una burbuja alejada de la realidad social y cultural del país, la Universidad de Chile decidió mirar su propia realidad interna realizando a fines de 2013 un completo estudio acerca de equidad entre hombres y mujeres. A partir de ese diagnóstico, que muestra que la desigualdad existente en el país se reproduce también en la Universidad, se ha comprometido a desarrollar políticas que vayan erradicando los rasgos de desigualdad de género en la vida universitaria.

Si logramos avanzar en esta línea tendremos la certeza que la Universidad encarna sin ambigüedades los principios y valores que comparte para toda la sociedad y se hace cargo de su propia transformación.