Columna de opinión

Temas de género, temas de todos

Temas de género, temas de todos
Antonella Estévez, directora de FEMCINE y académica del Instituto de la Comunicación e Imagen (ICEI).
Antonella Estévez, directora de FEMCINE y académica del Instituto de la Comunicación e Imagen (ICEI).

FEMCINE nació en 2010 de la inquietud de un grupo de mujeres relacionadas con el audiovisual que entendemos el cine como una herramienta útil para ayudarnos a reflexionar sobre nuestra realidad y la sociedad que estamos construyendo. La experiencia cinematográfica –como otras experiencias estéticas- nos permite identificarnos con “un otro”, conocer su perspectiva del mundo e inquietarnos por su devenir. En sus cinco versiones FEMCINE ha logrado instalar, a través de las películas, espacios de conversación y reflexión que nos ayudan a complejizar la mirada que tenemos respecto a la manera en que concebimos “lo femenino” y “lo masculino”, esto gracias a la multiplicidad de voces que se hacen presentes en el festival. Porque si hay una cosa que hemos aprendido en estos años es que no existe “UN cine femenino” – como tampoco existe UN cine “masculino” o “un cine gay” o “un cine marginal”, etc.- existen tantos cines como realizadoras y los temas que inquietan a las mujeres cineastas son amplios y diversos.

Existe un perverso sentido común instalado que alimenta la idea de que existen “temas de mujeres”. Que ellas pueden opinar cuando se trata de temas de familia, sexualidad, salud o vida privada. Este prejuicio se fortalece y replica en los medios de comunicación, en que es escaso encontrar mujeres que sean referentes de opinión en política, economía, ciencia y otros. Y el cine también hace su aporte a este pensamiento al presentar constantemente a las mujeres en roles pasivos y con poco protagonismo.

En septiembre del 2014, ONU Mujeres presentó un estudio que concluía que la industria audiovisual perpetúa la discriminación contra las mujeres. La investigación analizó películas populares de los países como Australia, Brasil, China, Francia, Alemania, India, Japón, Rusia, Corea del Sur, Estados Unidos y Reino Unido, y dejó en evidencia que menos de una tercera parte de los personajes con líneas de diálogo en las películas son mujeres y que sólo el 22,5% de la fuerza laboral ficticia que aparece en pantalla son mujeres. En las historias contadas en el cine, cuando se contrata a mujeres, estas no personifican puestos influyentes. En la gran pantalla ellas representan menos del 15 por ciento de los ejecutivos de negocios, figuras políticas o empleados en puestos de ciencia, tecnología, ingeniería y/o matemáticas. ¿Les suena familiar?

El Festival Cine de Mujeres (FEMCINE), patrocinado por la Universidad de Chile a través de su Vicerrrectoría de Extensión y Comunicaciones y el Instituto de la Comunicación e Imagen,  es uno de los pocos festivales de cine de mujeres en el mundo –y existen más de sesenta de ellos- que incluye en su programación películas dirigidas por hombres. Se trata de películas protagonizadas por mujeres, pero contadas por hombres. Esta “rareza” de nuestra selección se explica por la comprensión de un elemento básico cuando hablamos de género y de cualquier otro tema: no se puede dialogar sin un interlocutor. La división de las responsabilidades y de los roles que hoy determinan la manera en que hacemos familia y sociedad nos limitan a todos. En el momento que entendamos que cuando hablamos de género no hablamos de “temas de mujeres”, sino de aquello que define a más de la mitad de la población y que por lo tanto nos influye a todos, podremos comprender de verdad que una sociedad sana no es posible sin la capacidad de mirarnos a los ojos, con respeto y entendiendo que tu bienestar es también el mío.