“De aprobarse tal como está este proyecto no va a significar ningún avance en cuanto a mejorar la precariedad que tienen hoy los docentes, y no solo en el ámbito salarial, económico, sino también de condiciones laborales, y de forma de ejercicio de la profesión docente”, dijo Jorge Gajardo a Prensa U. de Chile, el Presidente del Colegio de Profesores, minutos antes de comenzar la jornada de movilizaciones de este miércoles 3 de junio, que convocó, según cifras del magisterio a más de 70 mil manifestantes, quienes exigen modificaciones al Proyecto de Ley sobre de Carrera Profesional Docente propuesto por el Gobierno.
Mejoras en las condiciones laborales, tanto en lo económico, como en la proporción de horas lectivas y no lectivas que deben cumplir los profesores, y una carrera docente que no se funde en la sobre evaluación del profesorado -tal como lo plantea la reforma-, son las principales demandas del gremio, organismo que de paso exige una participación real en la generación de este nuevo marco legal. “Este proyecto no puede salir del Parlamento como ingresó”, insistió Gajardo, subrayando la necesidad de realizar indicaciones tanto sustitutivas como parlamentarias a la iniciativa en trámite.
Desde el Departamento de Estudios Pedagógicos (DEP) de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la U. de Chile, plantean que el proyecto tiene deficiencias profundas que no son posibles de arreglar mediante indicaciones, por lo que proponen la sustitución del mismo. “No es posible pensar en crear un verdadero y legítimo sistema nacional de desarrollo docente sin la necesaria discusión que tienen que dar los docentes en sus lugares de trabajo levantando propuestas desde sus realidades locales, y además sin los saberes y aprendizajes desarrollados en las instituciones de formación inicial que vienen hace décadas desarrollando un proyecto democrático de formación docente”, dijo Leonora Reyes, Subdirectora del DEP.
Por otro lado, Beatrice Ávalos, investigadora del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) y Premio Nacional de Educación 2013, señaló que la iniciativa es un primer paso para avanzar en las desmejoradas condiciones que viven los profesores de nuestro país. No obstante, Ávalos al igual que Gajardo, tiene sus reparos con el proyecto. “Soy partidaria de trabajar por modificaciones, indicaciones, que den satisfacción al máximo posible a las preocupaciones de los profesores y también a las preocupaciones que tenemos otros actores respecto al contenido del proyecto. Mi postura es luchar por que se cambie aquello que es altamente controversial y que preocupa a los profesores y sus esperanzas de un cambio futuro”, afirmó en referencia a temas como la evaluación docente, el sistema de apoyo a profesores y las condiciones de trabajo tanto dentro como fuera del aula, entre otros puntos.
Proyección a futuro
En el actual escenario las posturas y demandas de los distintos actores respecto al proyecto son diversas. Para Leonora Reyes del DEP, bajo esta nueva fórmula legal, se producirá una subvaloración de la autonomía profesional docente al incrementar la vigilancia de su trabajo con evaluaciones que no ponen atención en una mirada integral del proceso pedagógico; el no otorgamiento de condiciones salariales dignas al asociar “remuneración justa” con acreditación del desempeño individual; y el no aseguramiento de las condiciones mínimas para un trabajo que es esencialmente reflexivo, intelectual y afectivo, además de colectivo y colaborativo”.
Jorge Gajardo por su parte, señaló que los cambios que se consideran en el proyecto, “son muy menores, y además el alma de lo que es esta reforma, el tema de la certificación, va a generar un proyecto y una realidad futura, en que esta carrera va quedar basada en la desconfianza en los docentes. Además la evaluación es individualista y genera una competitividad, y lo que nosotros creemos es que debe fundarse en la confianza en los docentes, y también debe considerar el entorno y la colaboración”.
Más allá de los resultados indeseados que podría causar esta reforma, Beatrice Ávalos, apunta a lo que se debiese hacer modificar en el transcurso del trámite de esta iniciativa. La Premio Nacional de Educación, parte por mencionar los cambios a la propuesta de evaluación docente – “que la evaluación sea solo una, que se haga bien y con cuidado”, advirtió-, y continuó con la asignación de un número mayor de horas no lectivas, las que en un tiempo definido debiesen alcanzar el 50 por ciento del total, la simplificación del sistema de apoyo a los profesores principiantes, y un aumento salarial realmente significativo para el gremio. “Mi petición sería que el gobierno se abriese a discutir indicaciones que sean factibles”, indicó Ávalos.
