Análisis de la situación del sistema escolar del investigador Cristián Bellei:

Chile, el país que más ha entregado la educación a las dinámicas del mercado

Chile, el país que más ha entregado la educación al mercado
El profesor Cristián Bellei, investigador del CIAE es el autor de "El gran experimento. Mercado y privatización de la educación chilena".
El profesor Cristián Bellei, investigador del CIAE es el autor de "El gran experimento. Mercado y privatización de la educación chilena".
La obra consta de nueve capítulos donde analiza este problema a partir de  elementos conceptuales, empíricos y de comparación internacional.
La obra consta de nueve capítulos donde analiza este problema a partir de elementos conceptuales, empíricos y de comparación internacional.

Chile no es sólo el país más austral ni el que posee el desierto más árido del mundo; también es el que más ha entregado su educación en todos sus niveles a las dinámicas del mercado, todo esto, en el marco de la dictadura militar, donde “no hubo oposición social ni política, lo que permitió que esto avanzara muy aceleradamente”, explicó el investigador del CIAE y de la Fundación Nodo XXI, Víctor Orellana.

Este lamentable diagnóstico es abordado en el libro “El gran experimento. Mercado y privatización de la educación chilena” (LOM Ediciones) de Cristián Bellei, académico del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la Universidad de Chile.

Centrado en la educación escolar, Bellei es enfático en plantear que en este paradigma, “la educación pública no tiene posibilidades de ser viable”, idea que es desarrollada en nueve capítulos distribuidos en 252 páginas de investigación comparada, empírica y conceptual.

Como señala el título del libro, “Chile es un gran experimento por la radicalidad con que el sistema escolar chileno ha incorporado una lógica de mercado y un sello privatista”, como explicó Martín Hopenhayn en la presentación de la publicación. Este fenómeno se ha dado en dos niveles: “por la extensión de la privatización y cómo ha permeado comprensivamente el conjunto del sistema; y por la gama de mecanismos que este sistema ha internalizado y que son propios de una lógica mercantilista”. Mecanismos enumeró Hopenhayn, como la "competencia entre escuelas por captar alumnos y recursos, la desregulación de la escuela, el apoyo a proveedores privados en condiciones equivalentes al sector público, el financiamiento tipo voucher a la demanda”, entre otros.

Un caso especial

A pesar de que este modelo se trató de aplicar en otros países de América Latina, Chile sigue siendo una experiencia particular en esta materia. Como relata Orellana, “en el resto de América Latina las reformas de privatización se trataron de implementar en los noventa, en contextos de gobiernos democráticos donde en términos sociales como políticos hubo oposición a que se llevaran adelante. Incluso, las que se iniciaron, tuvieron que ser retrotraídas”, a diferencia de nuestro país donde los gobiernos civiles administraron el modelo de mercado de la educación.

Esto, porque “una vez que salió Pinochet, hubo una disputa política entre un sector que quería desmantelar la obra militar y otro que fue componiendo eso con el argumento de la gobernabilidad, pero luego, fueron incorporados a los intereses privados que se hicieron cargo de esta suerte de capitalismo de servicio público”, complementó el investigador que es co autor de uno de los capítulos del libro.

Pero la excepcionalidad del sistema chileno se expresa comparativamente no sólo a nivel de la región sino que a nivel de países desarrollados. Éstos, poseen una oferta privada financiada por el Estado, transparente en el uso de recursos, donde las escuelas tienen estructuras participativas y representativas de la comunidad escolar para la toma de decisiones, la prohibición de cobrar mensualidades y seleccionar alumnos, entre otras.

Otra de las co autoras del libro, la investigadora Carolina Trivelli, destacó que en estos países siempre “la oferta privada con financiamiento público corresponde a instituciones sin fines de lucro. Es impensado darle dinero a un privado para que se lo lleve al bolsillo”.

El paradigma del mercado de la educación representa un fracaso, en opinión de Hopenhayn tanto "desde el punto de vista de la educación como derecho social, como bien público asociado a la fuerza que ésta debiera tener para cortar con la reproducción intergeneracional de la desigualdad”. Esto, porque “el automatismo del mercado le da a cada uno lo que puede pagar, por lo tanto tiende a reproducir en la generación siguiente los privilegios y desventajas de la generación anterior”.

Pero este modelo ha sido cuestionado en los últimos años a partir de actores sociales que han elevado discursos contrarios a la dinámica actual, plantea la publicación. Como explicó el ex dirigente estudiantil y periodista de la Universidad de Chile Francisco Figueroa -otro de los presentadores-, fue el movimiento estudiantil “que superando la etapa gremial en la que estaba antes, empieza a reclamar por una educación que sirva a un país distinto. Creo que ese paso que da el movimiento estudiantil es lo que marca un cambio de ciclo desde el movimiento social”.

La reforma educacional frente a este escenario

“Las primeras reformas que ha impulsado la Presidenta están tratando de controlar las dinámicas de mercado para hacer viable la educación pública, pero hacer viable no quiere decir que vaya a resultar”, advierte Cristián Bellei, el autor del libro.

Es por eso que, según su opinión, deben aplicarse políticas proactivas para fortalecer la educación pública, siendo la desmunicipalización la principal medida para estos efectos. “Si no creamos un sistema de educación que deje de ser tratado como si fuese el remplazante de los privados, que tenga capacidades profesionales y con una dirección que tenga como único propósito fortalecer y expandir la educación pública, creo que la educación pública no tiene destino”, explicó el académico respecto a la trascendentalidad de los próximos pasos de la reforma educacional comprometidos con el gobierno.