Todos los años desde 1997 la fundación holandesa Premio Príncipe Claus de Cultura y Desarrollo destaca a 11 individuos u organizaciones cuya labor sobresalga por su impacto positivo en el desarrollo de sus sociedades manteniendo el principio rector de que la cultura es una necesidad básica.
Entre los galardonados por el jurado el año 2014 se incluyó al documentalista y académico del Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, Ignacio Agüero, quien recibió su galardón en una ceremonia el pasado 1 de julio en la Cineteca Nacional.
En la oportunidad el cineasta agradeció el reconocimiento y aseguró que su trabajo responde a una doble motivación. “Por un lado está lo que tiene que ver con lo político propiamente tal, la lucha contra los poderosos, contra los abusos y por otro la esfera artística, son distintos y entre esos dos caminos se desenvuelve mi trabajo de manera pendular”, afirmó Agüero.
El director de la Cineteca Nacional, Ignacio Aliaga, destacó que en una de sus primeras obras, “Aquí se construye” de 1977, Agüero instaló la paradoja de un obrero estucador que se enfrentó a la realidad de construir un moderno edificio sin tener para una vivienda digna propia, la que “marcó la actitud ética del documentalista durante su trayectoria, que ha legado al patrimonio y la memoria audiovisual de nuestro país importantes obras”.
La embajadora Marion S. Kappeyne van de Coppello, quien le hizo entrega del premio, aseguró que si bien el ser humano necesita comer, beber, tener un techo y salud, sin cultura se pierde una parte importante de lo que nos caracteriza.
“En su obra se combinan estética, lírica y la perspectiva del activismo político, contribuyendo de una forma esencial a un relato exhaustivo de la historia chilena, desde la dictadura militar hasta nuestros días”, destacó la diplomática, resaltando a continuación que la obra de Agüero no sólo ha tenido impacto en la cultura sino también a nivel político, como por ejemplo a través de su participación en la campaña del “No” en 1988.
Entre las obras de Ignacio Agüero destacan películas como “No olvidar” de 1982 que trata el caso de los hornos de Lonquén, incluyendo entrevistas con los familiares de las víctimas, “La mamá de mi mamá le contó a mi abuela” del 2004 y “El diario de Agustín” en el cual se analiza la línea editorial de la empresa Mercurio S.A. ante las reformas impulsadas durante los gobiernos de Eduardo Frei Montalva, Salvador Allende y en la dictadura militar.