Natali Lillo va en segundo año de psicología y desde junio del año pasado vive en el Hogar Mario Ojeda. Cuenta que durante el día cada una de las 60 estudiantes tiene su rutina particular, “por lo general la mayoría se conoce y nos juntamos, es muy bueno el ambiente”, señala.
El desayuno y la cena son entregados por el Hogar y se puede utilizar la cocina en horarios determinados. Cuenta con salas de estudio y espacios comunes. Se reúnen una vez al mes para discutir temas relacionados al Hogar y tienen una delegada que las representa, quien discute y plantea sus peticiones: las cosas que están necesitando o que piensan que podrían cambiar.
El Hogar Juan Gómez Millas (JGM) y el Hogar Paulina Star funcionan de la misma forma, con espacios comunes, reuniones periódicas y alimentación por parte del Hogar. Pamela Espínola, Coordinadora del Programa de Hogares Universitarios, comenta que en el Hogar Paulina Star “los chicos son bien afiatados, creo que el espacio del hogar se ha prestado para eso. También tiene que ver con el perfil del administrador, quien es muy cálido”.
Diego Pérez vive desde el año pasado en el Hogar JGM y es estudiante de segundo año de antropología. Dice que en el Hogar se comparte bastante a la hora de cenar, conversan y se juntan a ver televisión. “También he visto a varios que se reúnen a estudiar, sobre todo los que son de carreras matemáticas y los que llevan más años ayudan a los más jóvenes”.
Desde la Coordinación se mantiene un contacto diario con los tres Hogares. Se realizan reuniones con funcionarios y residentes donde se abordan los temas relacionados con las áreas de administración, gestión, mantenimiento y las necesidades de los Hogares Universitarios. Es un Programa que por su dinámica y características se debe estar siempre presente, alerta a las contingencias, ya sea de sus beneficiarios como de la residencia misma.
Dentro de los requisitos para postular se encuentra provenir de Regiones distintas a la Metropolitana, una situación socioeconómica vulnerable, la cual es evaluada por la Asistente Social a cargo, carecer de redes de apoyo en la capital, entre otras.
“Del 100% de chicos que cuenta con este beneficio, estimo que el 70% no podría estar estudiando en la Universidad de Chile si no existieran los hogares universitarios”, dice Pamela Espínola.
Existen dos procesos en el año para postular, en marzo y octubre, donde los cupos históricamente han sido escasos en relación a la demanda. Además de contar con un proceso exclusivo para renovantes en meses de septiembre-octubre de cada año.
Remodelaciones y futuro de los Hogares Universitarios
A comienzos del 2014 se efectuaron una serie de remodelaciones en el Hogar Mario Ojeda, se adquirió nuevo equipamiento, se mejoraron las instalaciones de los baños, los dormitorios y los espacios comunes.
El año pasado, se adjudicó un proyecto por 60 millones de pesos para realizar obras menores en el Hogar Juan Gómez Millas, a partir del cual se pretende comprar mobiliario dando prioridad al hall, la cocina y los baños. Se habilitarán las salas de estudio, con 15 millones de pesos mediante fondos de la Beca de Nivelación Académica (BNA).
En el Hogar Paulina Star, la Dirección de Servicios e Infraestructura (DSI) de la Universidad se encuentra trabajando en una fase diagnóstica y de estudio presupuestario para saber con certeza qué cambiar y mejorar. El presupuesto provendría de fondos del Proyecto para la Profundización de la Equidad Educativa de la U. de Chile.
A estos tres Hogares Universitarios, se sumará un cuarto: Erasmo Escala. En el mes de junio comenzó el proceso de licitación, donde los contratistas presentaron las propuestas de la remodelación del edificio. Contará con tres pisos e inicialmente sería para 60 estudiantes aproximadamente.
El Programa de Hogares Universitarios es gestionado por la Dirección de Bienestar Estudiantil (DBE), la que es parte de la Vicerrectoría de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios de la Universidad de Chile.