Roberto Aguilar, ministro de Educación del Estado Plurinacional de Bolivia, aprovechó la invitación al Seminario Internacional "Educación Pública y Privatización", que se está realizando este 1 y 2 de septiembre en la Casa Central de la Universidad de Chile, para visitar personalmente al Rector Vivaldi. Éste último lo recibió junto a la Vicerrectora de Asuntos Académicos, prof. Rosa Devés, y los decanos Roberto Aceituno de la Facultad de Ciencias Sociales y María Eugenia Góngora de la Facultad de Filosofía y Humanidades, en una reunión donde escucharon de primera fuente sobre las transformaciones en educación que ha realizado el gobierno del Presidente Evo Morales.
Haciendo un recuento histórico, la autoridad boliviana explicó a los presentes los ejes de la reforma educativa cuyo norte fue terminar con las relaciones coloniales y sus exclusiones sociales, políticas y, fundamentalmente educativas, que se preservaron a lo largo del tiempo y que sostuvieron particularmente la explotación sobre el pueblo indígena.
“Para 1952 logramos consolidar una educación democrática, abierta, universal, pero no se resolvió el tema indígena. Entonces vino el neoliberalismo que desestructura todo el componente histórico de la educación”, reseñó Aguilar, dando cuenta del avance de la privatización de la educación y la desarticulación del sistema del magisterio.
“Lo que estamos haciendo ahora es reconstruir un sistema educativo que esté adaptado a la realidad boliviana y resuelva los grandes problemas que históricamente se han acumulado. Uno de ellos es el tema de la educación indígena. También apuntamos a reestructurar todo el tema de formación docente, es decir la estructura misma del sistema educativo”, detalló el ministro.
Transformación curricular y docente
La reforma en Bolivia comenzó por la reestructuración de los curriculums de los niveles inicial, primaria y secundaria. “Ya estamos en el primer año de implementación total en el sistema. Trabajamos con tres curriculums: la base que es común a todos, la regionalizada que es la de los pueblos y regiones originarias y la diversificada que es la que las unidades educativas pueden incorporar como complemento en el contexto de sus realidades”, comentó el ministro.
El proceso ha ido acompañado de una serie de cambios legales, que incluyen una ley educativa y la incorporación de una ley de desarrollo productivo que las organizaciones indígenas y campesinas han planteado, y en la cual es parte el tema educativo.
Además en el transcurso de esta reforma se estableció una articulación y armonización del sistema con el contexto indígena, mediante la creación del Instituto Plurinacional de Lenguas y Culturas (IPCL), encargado de normalización lingüística y de toda la parte administrativa, del cual dependen 37 institutos de lengua y cultura, uno por cada pueblo.
Las transformaciones a nivel del magisterio también han sido un punto central en la reforma: toda la estructura normalista pasó desde los Institutos Normales Superiores a las Escuelas Normales Superiores de Formación de Maestros. La formación de maestros dio un salto de Técnico Superior de tres años a Licenciatura de cinco años. Al mismo tiempo se dio la oportunidad a todos los docentes que quisieran hacer un curso para complementar su formación normalista, la de hacerlo a un costo de 15 dólares el semestre, en consideración a que este curso es una responsabilidad del Estado para poder mejorar la calidad educativa.
La reforma en curso "es un desafío muy grande y el tema es reconstruir un sistema educativo destruido por la concepción totalmente dirigida a lo que es el fortalecimiento del componente privado y construir un espacio educativo para los sectores excluidos. Por eso es que sintetizamos en el tema de la descolonización acabar con la exclusión, con la discriminación, con las formas jerarquizadas, con una concepción singular de la educación”, concluyó el ministro en su presentación.
