La expectación mundial se centraba en el salón donde se realizaría la conferencia de prensa de la NASA sobre un “gran misterio resuelto sobre Marte”. El planeta rojo “se volvió más interesante” decía en Twitter el organismo estadounidense encargado de la aeronáutica y el espacio, y sin dudas que lo es tras lo dicho por los científicos del organismo que indicaron que en el suelo marciano se ven rasgos, en el periodo de verano del planeta vecino a la Tierra, que indicarían que existe agua salada en estado líquido en Marte, datos recogidos por el reconocedor Orbital, que desde 2006 ronda al astro.
La principal duda que surgió es sobre si esto implica o no que existe vida en Marte, a lo que el director del Departamento de Astronomía de la U. de Chile y Premio Nacional de Ciencias Exactas, José Maza, inmediatamente indica que “la condición para que haya vida es que haya agua, pero lo inverso no es necesariamente cierto”, asegurando que “no estamos hablando de agua en grandes cantidades. No es un río, no es un lago, es un poquito de agua que se ve en una montaña”, por lo que si bien existe una chance, no hay certezas aún.
Se ha hecho el paralelo con la delicuescencia (o “deliquescence” en inglés), proceso donde las sales son sometidas a tales condiciones que se toman de la humedad del ambiente para generar líquidos que escurren en la tierra, disolviéndose en su propia solución. “Es el proceso por el que pasan los microbios en el desierto de Atacama, que se ubican donde no se detecta la existencia de lluvias y que aún así sobreviven, entonces ahí se hace la relación con que en esas condiciones puede existir vida”, explica César Fuentes, doctor en Astronomía y académico del Depto. de Astronomía de la U. de Chile.
Fuentes indica que “lo que se buscaba antes es evidencia de que hubo vida en Marte. Todo eso era lo que se hablaba antes. El hecho de que haya agua líquida ahora hace más interesante la película que uno cuenta. La pregunta ahora es adónde uno pondría las fichas para seguir buscando”. Ahí surge la pregunta respecto a qué viene ahora, tras el descubrimiento de la NASA.
Rol de la Universidad y aportes
El profesor Maza señala que "la Universidad tiene que jugar un rol relevante, que no está jugando en este momento, que es ser el vocero frente a la sociedad de todos los descubrimientos, de todos los avances que tenemos, porque es la Universidad la que aporta esa responsabilidad", asegurando que la Casa de Bello debe ser parte de los organismos que articulen los pasos científicos que dé el país y ejemplifica con el quehacer de la NASA y su reciente anuncio. “La NASA ha hecho una tremenda operación mediática para justificar sus recursos y por ello es que el anuncio fue con esas características, pero en la astronomía existe un trabajo mucho más amplio, más allá de lo importante que es Marte”, puntualizando que “si lo puedo poner de cierta manera, lo que anunciaron fue un descubrimiento a nivel micro, cuando el trabajo astronómico tiene también una importante cuota de avances en lo macro, que trabajamos nosotros aquí en Chile y en la Universidad”.
El Premio Nacional de Ciencias Exactas indica que en Chile “la astronomía está recibiendo un apoyo interesante desde las fuentes estatales; no nos podemos quejar porque hace 10 años era menor, pero el problema es que en Chile no hay filantropía. En EE.UU. se hacen aportes millonarios a título personal para las artes y las ciencias, pero en Chile eso se le indica a las empresas, y eso coarta posibles aportes para avanzar”.
El académico César Fuentes ahonda en el aporte de las empresas y de la sociedad en general para las ciencias, asegurando que el intercambio y proyección tecnológica es el camino porque "este cuento de la exploración del sistema solar no es excluyente de lo que se hace acá. Es importante plantearse, sobre todo porque somos un país minero, que tenemos harto que decir respecto a mirar asteroides, por ejemplo, poner observatorios orbitales, empezar a pensar en generar un ecosistema, y que como industria o como investigadores podamos pensar más en construir que en consumir las fuentes de observación", haciendo alusión a la necesidad de nuevas tecnologías para la generación de nuevos descubrimientos en Chile, país que en su territorio concentra buena parte de la infraestructura de observación astronómica del planeta.
Fuentes agrega que "hay esfuerzos en la FCFM de hacer este tipo de avances y tratar de generar condiciones de investigación y traspaso tecnológico para, por lo menos entre departamentos, acercarse un poco más a hacer exploraciones". Descubrimientos como el de la NASA "no sólo hacen que nos acerquemos a responder preguntas fundamentales, sino que a generar interés".