Con profunda emoción, la Universidad de Chile reconoció a sus miembros que cumplieron 40 años en la principal Casa de Estudios, en el marco de su 173° Aniversario. La Dra. Sonia Echeverría López, Dr. Roberto Pantoja Parada, Luis Águila Muñoz, Juan Donoso Zúñiga y Pedro Vidal Gaete, correspondieron a los homenajeados por la Facultad de Odontología.
Citando al Prof. Armando Roa, el Rector Dr. Ennio Vivaldi rememoró que el docente sentía que su “vida está indisolublemente ligada a la Universidad de Chile”. Y dado que en algún momento de la vida se hace un compromiso con la Casa de Bello y sus ideales, en 40 años se comparte con ella su misma historia.
Más allá de la inmediatez y de la pura materialidad, hay un impulso que trasciende y que hace que la institución perdure “desde que la fundó Andrés Bello hasta hoy. Si perdura es por muchos como ustedes que en cada momento de la historia fueron capaces de entregarle su vida y por mantener viva la llama de la Universidad”, expresó el Rector.
En representación de los distinguidos en la ceremonia, Yazmir Fariña, funcionaria de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo recordó su ingreso a la Facultad de Medicina de la Universidad el 1° de abril de 1973, donde conoció la intervención militar y los hechos de la dictadura. Tras un período de alejamiento, retornó a la Universidad de Chile en 1975.
La ex senadora universitaria reconoció que la Universidad cuenta con buenas políticas funcionarias y que familia universitaria la mayor riqueza de la Casa de Bello.
Hitos compartidos con la Universidad de Chile
La Dra. Sonia Echeverría, académica del Departamento del Niño y Ortopedia Dento Maxilar, señaló que “la Universidad siempre ha sido nuestra casa madre, donde ha acogido a todas las personas de distintas maneras y formas de pensar, con la cual me he sentido muy bien de poder compartir con personas de distintos credos, religión, entre otros. Feliz de haber vivido 40 años acá”.
Agregando los años de Pregrado, el Dr. Roberto Pantoja, académico del Departamento de Cirugía y Traumatología Bucal y Máxilo Facial aclaró que se trata de 46 años en total.“Hemos vivido toda la historia contemporánea de la Universidad de Chile, y mucha la estamos empezando a conocer ahora con la desclasificación de los archivos de la época oscura de la dictadura”.
Por eso coincidió, con la reflexión del Rector Vivaldi y “las palabras de Armando Roa, pretenciosamente uno cree que es parte de la Universidad de Chile, y la ama y la defiende y espera que el Estado, en algún momento, reconozca el valor que tiene para la República, para que recupere el sitial que nunca debió haber dejado y que siempre debiera tener”.
Como una gran Escuela, definió Pedro Vidal, funcionario del Servicio de Imagenología de la Clínica Odontológica, a la Universidad de Chile, “queme ha permitido tener que transformarme constantemente, durante estos 40 años; que me ha permitido formar una familia, formar tres profesionales: un contador auditor, una matrona, y un músico; y lograr, de alguna manera, ser partícipe de ella durante 40 años. Entregar lo mejor de mí y espero seguir haciéndolo”.
Para Luis Águila, funcionario del Laboratorio Central de la FOUCh, la Universidad de Chile ha sido su segunda casa, “más del 50% de mi vida la he vivido acá y todas las cosas positivas y negativas que han pasado en estos 40 años, también las he vivido acá”. Convivir con los alumnos diariamente, confesó, “me ha ayudado mucho en mi desarrollo personal, profesional y de lo cual estoy muy agradecido, porque las cosas negativas que me han pasado en mi vida personal, las he superado en gran parte estando acá, con la ayuda de mis compañeros y de los alumnos que siempre han sido un gran alivio cuando uno tiene un gran problema personal más o menos serio, como lo he tenido yo dos veces”.
Juan Donoso, funcionario de la Central Pieza de mano de la Clínica Odontológica Universidad de Chile, afirmó que más que los símbolos, prefiere el contacto franco y directo, como el del “docente que me vino a saludar personalmente por los 40 años”.
Ingresó a los 22 años y ya cuenta 62. “Entré en junio y me casé en septiembre, y fue como un inicio en dos cosas; a pesar que yo venía no por mucho tiempo porque mi horizonte era otra cosa, pero afuera se puso malo. Entonces me fui quedando, hice cursos y aprendí un oficio que es reparar el instrumental con el que trabajan los alumnos y los docentes”.
Juan Donoso recordó que “el momento que más me marcó fue cuando nos cambiamos de Santa María a Olivos. Allá era diferente, era más comunidad, ahora es todo separado y con los compañeros uno se ve a lo lejos, por eso hasta la fecha todavía no me acostumbro”. Lo que más rescata es la buena relación que mantiene con los alumnos y docentes que lo recuerdan incluso ya pasados 10 o 15 años de su egreso, “a uno lo encuentran donde sea, en la calle, lo saludan, se acuerdan. Eso es lo que más bonito que encuentro aquí en la Escuela”.
La Universidad de Chile y yo
Si tuviera que rescatar alguno de los valores de la Universidad de Chile en sus vidas, la Dra. Echeverría, optaría por el “pluralismo, poder compartir con todo tipo de persona, lo que es súper importante, la Universidad es un lugar donde todos pueden opinar y todos podemos compartir, yo creo que eso es lo que me ha dejado en mi vida personal y profesional”.
El Dr. Pantoja considera difícil poder escoger alguno de los atributos de la Casa de Bello, porque esa “es la gracia que tiene la Universidad de Chile que la hace única. Es la complejidad y la extensión de las disciplinas que abarca, donde todos los elementos que constituyen la vida del país se estudian, se manejan, se mejoran en la Universidad de Chile”.
Pedro Vidal eligió “el servicio y servicio público es lo que me ha enseñado la Universidad: servir a los demás, hay que vivir para servir”, afirmó con certeza.
Como padre de dos titulados de la Universidad de Chile, Luis Águila, ha constatado en estos 40 años que “no se puede negar que es una Universidad que está en el primer plano del país y lo viví en carne propia, porque tengo dos hijos funcionarios de la Chile, entonces sé perfectamente cómo se mueve esto internamente, no exento de repente de algunos problemas pero que son subsanables”.
Para Juan Donoso, todos los emblemas de la Universidad de Chile “han sido fundamentales para desarrollarme como trabajador, y es que todas las cosas que pasaron acá se fueron dando para estar aquí, trabajar, aprender un oficio, formar la familia, así es que no podría decir que esta cosa es más importante”.