Visibilización de prácticas machistas es clave

Cómo los medios de comunicación reproducen y naturalizan la violencia de género

Cómo los medios de comunicación naturalizan la violencia de género
La ONU inició una campaña de 16 días de activismo contra la violencia de género, partiendo el 25 de noviembre, el Día de la Eliminación de la Violencia hacia las mujeres.
La ONU inició una campaña de 16 días de activismo contra la violencia de género, partiendo el 25 de noviembre, el Día de la Eliminación de la Violencia hacia las mujeres.
En los medios se sigue narrativizando como una historia "interesante" a los crímenes de género tales como el femicidio.
En los medios se sigue narrativizando como una historia "interesante" a los crímenes de género tales como el femicidio.
Incluso, se le sigue dando un carácter "pasional" a un homicidio, como ocurre con los femicidios.
Incluso, se le sigue dando un carácter "pasional" a un homicidio, como ocurre con los femicidios.
Crecientemente, las voces que buscan evitar las lógicas machistas toman lugar en el espacio público y la discusión.
Crecientemente, las voces que buscan evitar las lógicas machistas toman lugar en el espacio público y la discusión.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) indicó que hoy, 25 de noviembre, es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, justamente el día en el que se realizará una marcha de la Red Chilena Contra La Violencia Hacia Las Mujeres que busca dar cuenta de la demanda por detener las prácticas machistas en la sociedad, cuyo capítulo más dramático se registra con los femicidios, que llegan a 38 en lo que va del año, y que probablemente superarán los 40 que en promedio se registran anualmente.

Pero hay un tipo de violencia que se engendra desde la cotidianeidad, y que naturaliza otras prácticas que es la que se ejerce a través de los lenguajes y a través de lo que se indica como información. Los medios de comunicación tienen una responsabilidad de mediación entre los sucesos y la ciudadanía, y al parecer este vínculo filtra ciertos aspectos de la realidad, reproduciendo el conservadurismo y asentando como realidad incontrarrestable la desigualdad y el detrimento de las mujeres en relación a los hombres.

Para la Premio Nacional de Ciencias Exactas, la astrónoma María Teresa Ruiz, “el lenguaje es relevante porque construye la forma en la que se entiende el mundo, entonces cuando vemos que en los medios se usa de forma irresponsable, en general, no sólo en materia de género, sabemos que este uso genera efectos. Cuando se trata de las prácticas machistas esto es aún más importante, y hace que pensemos como sociedad en cómo evitar que esta forma de actuar se traspase a lo cotidiano, o peor aún, ver cómo erradicarlo”.

Ruiz, quien ha sido una de las voces más críticas por la brecha de género y el sexismo en la academia y los entornos laborales, indica que “hay una tendencia a ser más conscientes de que esto importa”, pero que “desgraciadamente no ha cambiado todo lo rápido que uno quisiera”, puntualiza la académica de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas.

La profesora Lorena Antezana, académica del Instituto de la Comunicación e Imagen cuyos temas de investigación involucran la visualidad, la comunicación política y el análisis de televisión, dice que “los medios de comunicación lo que hacen es simplificar la realidad. Al hacerlo están tomando opciones que amplifican ciertas cosas, y esconden otras. Una de las cosas que se invisibiliza son los patrones de conducta entre hombres y mujeres. En general aparece la imagen de mujeres jóvenes, con el mito de la belleza y la juventud eterna como primer punto”.

Agregó que aparecen en general “como acompañantes, o como víctimas, como alguien a quien hay que proteger. Incluso se hace de forma escondida, con galantería y romanticismo que solapadamente dicen que la mujer no puede tomar sus decisiones. O cuando se habla de las ‘características femeninas’ como algo definible”.

Incluso un artículo de la profesora Antezana, escrito junto a la académica y periodista Claudia Lagos, publicado en la revista "Comunicación y Medios" llamado "El Noticiero Televisivo como Dispositivo de Disciplinamiento Social: un Análisis de la Cobertura de Femicidios en Chile" versa al respecto del tratamiento de los femicidios en la televisión abierta, que no se informa meramente como un hecho, sino que, según lo que reconocen en tal publicación, se transforman en una historia, en una narración que contiene criterios de obra dramática, tal como cuando a un femicidio se le llama “crimen pasional”.

La encargada de la Oficina de Igualdad de Oportunidades de Género de la U. de Chile, Carmen Andrade, va más allá destacando que “la mayor parte de los dueños de medios, directores, editores generales y, en general, los tomadores de decisiones son hombres, a pesar de que en las comunicaciones hay alta presencia femenina entre las profesionales. En este sentido, los medios no son tan distintos a otros espacios laborales en los que las mujeres están subrepresentadas en los niveles de decisión y sobrerrepresentadas en las jerarquías inferiores, lo cual incide en la definición de temas a tratar y seguramente en los enfoques”.

Agrega que incluso estudios como los del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam) han indicado que “los medios refuerzan estereotipos de género en el uso de las imágenes y contenidos de sus discursos, destacan la presencia masculina en el espacio público y de las mujeres en espacios domésticos y familiares”, y que la legislación vigente es débil porque “sólo permite intervenir cuando se generan situaciones extremas de discriminación en el uso de imágenes o lenguaje sexista”.

Pensando en las soluciones y en las perspectivas a futuro, Andrade cree necesario que se releve el rol de “las facultades universitarias para que en los procesos formativos de los profesionales de las comunicaciones se incluyan los derechos humanos de las mujeres y la igualdad de género como contenidos transversales”.

La profesora María Teresa Ruiz, por su parte, enfatiza en que “la primera etapa para cambiar es hacer visible esto y ponerle nombre a las cosas. Eso ya está pasando. Yo esperaría que lo próximo de verdad fuera cambiar las prácticas, pero los cambios que tienen que ver con el comportamiento son sociales y necesitan una evolución de los individuos que seguramente viene con una nueva generación que vienen con el chip cambiado”.