Paola Méndez, secretaria general de la Asociación de Funcionarios de la Universidad de Chile -filial Medicina Norte-, en su calidad de miembro de la comisión triestamental de trabajadores a honorarios de la Facultad de Medicina, expuso la situación que vive hoy dicha unidad académica, tras el paro que se extendió por seis semanas y fue levantado el 31 de diciembre de 2015, luego de alcanzarse un acuerdo firmado por el Decanato y las asociaciones gremiales.
La dirigenta relató los hechos que derivaron en la paralización y posterior toma de la Facultad por parte de los funcionarios y el posterior paro absoluto de académicos y estudiantes, iniciado el 16 de diciembre.
Entre las razones que provocaron estas medidas, explicó, está el hecho de que el presupuesto de la Facultad fue analizado por el Consejo de Facultad, sin la presencia de la Asociación de Funcionarios, pese a tener derecho a participar. "Al plantearlo a la autoridad nos señalaron que fue un error involuntario, lo cual consideramos que era particularmente grave", manifestó.
A ello agregó que "las autoridades nos dijeron que no era necesario definir las plantas académicas para revisar los temas presupuestarios", generando más inquietud en los funcionarios, pues a juicio de sus voceros se trata de temas íntimamente relacionados, "sobre todo si se piensa que un 91% del presupuesto dice relación con recursos humanos", precisó.
Los funcionarios reconocieron la crítica situación financiera de la Facultad de Medicina, junto a la necesidad de tomar medidas de peso, no obstante, explicaron su oposición a que se adoptaran decisiones "sin la participación plena y democrática de toda la comunidad universitaria” y “a que la decisión estuviera en manos exclusivas de un grupo que considerábamos de elite, bajo un proyecto y criterios desconocidos para el resto incluso hasta el día de hoy".
Comité de crisis
La movilización culminó el 31 de diciembre a las 14:00 horas, tras la firma de un protocolo de acuerdo que incluyó la creación de comité de crisis, que comenzó a sesionar desde el día 8 de enero.
"El comité de crisis tiene por tarea analizar en conjunto la situación de la Facultad y consensuar un diagnóstico en cuanto a su origen y consecuencias, considerando inclusive una auditoría externa respecto a los ítemes presupuestarios", señaló Paola Méndez. Su propósito será resguardar durante el presente año el diseño, la metodología y la implementación del programa de desarrollo institucional -inexistente desde el año 2010-, en condiciones de participación democrática, representativa y triestamental, incorporando en esa discusión a todas las instancias institucionales formales, sobre todo los claustros de las unidades académicas y gremiales, sostuvo la vocera.
El comité está conformado por 4 cuatro autoridades del Decanato, cada una con derecho a voto, así como 4 representantes gremiales, uno por cada organización, también con un voto cada uno. Además, participará el Rector Ennio Vivaldi o su representante, que actuará como garante del proceso y resguardará la imparcialidad del trabajo del comité.
Finalmente, Paola Méndez indicó que se acordó la postergación del curso de reestructuración que se había presentado por el Decanato, como asimismo se suspendió la decisión de disminuir en un 15% el ítem de remuneraciones para el presupuesto del año 2016.
"Estamos esperanzados en los desafíos y resultados del proceso. Creemos que es una gran ganancia. Sin embargo, debido a todos los eventos precedentes, nosotros nos declaramos en un estado de alerta permanente", manifestó Paola Méndez.
Intervenciones del Senado
Durante las intervenciones de los Senadores Universitarios, la Prof. Irma Palma cuestionó el objetivo y función específica del comité de crisis. Frente a ello, Paola Méndez respondió que conducirá los procesos y que "definirá las metodologías para que participe toda la comunidad universitaria en su formalidad, tanto para el diagnóstico de los aspectos académicos, financieros y administrativos, como para el desarrollo del PDI".
En tanto, el Senador Simón Piga felicitó el protocolo de acuerdo que se consiguió con la movilización, al tiempo que llamó a investigar la estructura orgánica de la Facultad. Méndez aseguró que el comité responde a que "ya no existe confianza alguna en las autoridades de Facultad respecto de cómo han conducido los procesos", "insistiendo en que estamos de acuerdo con el diagnóstico de crisis y con la necesidad de hacer procesos. Incluso hemos manifestado que podríamos estar de acuerdo con la reestructuración si es que participamos de ese diagnóstico y participamos en cómo se establece, sostuvo.
En tanto, el Senador Antonio Behn cuestionó la viabilidad del acuerdo suscrito entre las partes, al comprometer que no se procederá a ninguna desvinculación en todo el 2016, debido a los costos que acarrearía para la Universidad. A ello, Paola Méndez respondió que la evidencia internacional muestra que "ninguna Facultad de Medicina en el mundo es autofinanciable. Es imposible, por las características propias de su labor, tampoco así los hospitales clínicos. Por lo tanto, celebraría que se pudiera abordar y discutir en el presupuesto, sin ir en desmedro de las otras facultades. Por cierto, el cómo la universidad, en el contexto de reformas de educación superior y en el contexto de gratuidad, exija al Estado que se haga cargo de sus universidades".