Desde septiembre de ese año la Dirección de Bienestar Estudiantil comenzó un proceso de reestructuración para dar cuenta y enfrentar de una mejor manera la entrada en vigencia de la gratuidad en la Educación Superior y los demás desafíos que implica la reforma al sistema educacional.
“El objetivo de la restructuración tiene que ver con cómo la U. de Chile responde al mandato de alinearse con la política pública y ser propositiva en ello, asegurando a quienes accedan a la universidad condiciones que les permitan ejercer efectivamente el derecho a la educación superior, que es mucho más que la gratuidad universitaria. Con este objetivo, se busca profundizar y ampliar la articulación con la Vicerrectoría de Asuntos Académicos a través de una coordinación mucho más dinámica con pregrado”, explica Pamela Díaz-Romero Monreal, Directora de Bienestar Estudiantil.
La implementación de la gratuidad permitió que se matricularan 1603 estudiantes, más 1301 jóvenes que están pendientes para este beneficio, que cubre tanto esta matrícula como el arancel de la carrera.
Entre estos se incluyen quienes fueron seleccionados para el Sistema de Ingreso de Equidad Educativa (SIPEE), vía de ingreso para estudiantes vulnerables de excelencia académica, gracias a la cual 314 alumnos ingresaran a la U. de Chile. En 2015 la postulación a SIPEE contó con un estrecho acompañamiento al postulante y un refuerzo en las estrategias comunicacionales.
Se implementó una plataforma de atención de consultas en tiempo real, además del uso exhaustivo de redes sociales, un acompañamiento en cada etapa de la postulación, la contención de los postulantes y apoderados, además de potenciar la integración de las distintas unidades vinculadas con esta vía de admisión especial.
La Dirección de Bienestar Estudiantil (DBE) busca promover el desarrollo de la formación integral de los estudiantes, estableciendo políticas para el mejoramiento de la calidad de vida en sus diversas expresiones.