Bajo el lema “Igualdad en la Chile y para Chile”, es que este martes 8 de marzo, la comunidad de la Universidad de Chile se reunió a conmemorar el Día Internacional de la Mujer. Este año, las preguntas respecto a cómo una nueva carta fundamental constituye una oportunidad para posicionar la igualdad de género, cómo el país debe encaminarse hacia ese objetivo, y cómo su principal plantel universitario debe enfrentar este tema, marcaron la ceremonia, motivo por el cual la charla central del evento llevó por nombre “Derechos de las Mujeres en la Nueva Constitución”, y estuvo a cargo de la directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos, Lorena Fríes.
A la actividad, presidida por el Rector Ennio Vivaldi. asistieron la vicerrectora Académica, Rosa Devés; de Extensión y Comunicaciones, Faride Zeran; de Investigación y Desarrollo, Flavio Salazar; de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios, Juan Cortés; y de Asuntos Económicos y de Gestión Institucional, Enrique Manzur, además de decanos, decanas y directoras de Institutos Interdisciplinarios, y autoridades universitarias quieres se reunieron junto a la comunidad universitaria en esta ceremonia, que contó además con la presentación artística de Ana Tijoux.
La desigualdad como algo estructural
Lorena Fríes destacó que la Casa de Bello haya elegido para esta conmemoración el tema de los derechos de las mujeres, “en un contexto tan relevante como es el proceso hacia una nueva Constitución, proceso en el que la Universidad de Chile tiene mucho que decir, siendo como es, la principal universidad pública del país”.
Según explicó, “la actual Constitución política, además de no ser fruto de un acuerdo social democrático, tampoco refleja el momento histórico actual que estamos viviendo y más bien, limita la posibilidad de cambios profundos en favor de una ciudadanía plena”. Esto último es una evidencia, señaló, de que “la desigualdad que nos aqueja es estructural y por tanto, se manifiesta en la institucionalidad pública, en las normas, en las prácticas institucionales y también en las prácticas culturales, en la economía y en el lenguaje; en definitiva, en todas las esferas de la vida”.
Por lo mismo, ante la posibilidad de cambiar la Carta Fundamental, “las mujeres tenemos una enorme oportunidad, tanto en el proceso hacia esa nueva Constitución, como en los contenidos de la misma”, ya que este cambio “se trata, ni más ni menos, que de la refundación de nuestro pacto social, y a partir de él, de la organización y distribución del poder político que permitirá re dibujar un horizonte común del cual tenemos que ser parte protagónica”.
Como señaló Fríes, esta nueva Constitución debe consagrar tres principios fundamentales para revertir la situación actual en materia de los derechos de las mujeres, que son la igualdad jurídica, expresada en la participación y representación paritaria en política, la distribución equitativa de tareas familiares, en la igualdad de remuneración y el reconocimiento del trabajo doméstico como trabajo productivo; la autonomía, en relación al reconocimiento de las libertades para que las personas “puedan materializar sus planes de vida de acuerdo a sus opciones”, incluyendo la soberanía sobre el cuerpo y el derecho a vivir libre de violencia; y la diversidad “como un principio que abre cause a la inclusión social”.
En el marco de la ceremonia se realizó también un diálogo entre funcionarias, académicas y estudiantes sobre los desafíos en materia de igualdad de género al interior de la Institución, con el objetivo de intercambiar opiniones sobre enfrentarlos, tanto en el quehacer universitario, como nacional.
El Rector Ennio Vivaldi saludó a las estudiantes, funcionarias y académicas de la Universidad de Chile, haciendo un llamado a generar conciencia sobre “la desigualdad con la que sociedad actual trata a varones y mujeres”, situación que “nos preocupa y de la que tenemos que hacernos cargo para cambiar el estado de cosas y lograr una equidad en temas que son verdaderamente relevantes en la vida de la sociedad, como son las oportunidades de trabajo, las condiciones de vida y la protección que se le da a cada uno de ellos”.
Agregó además que, si bien hay logros importantes en los últimos años sobre esta materia, la comunidad de la Casa de Bello debe continuar contribuyendo en los debates y decisiones no sólo por las mujeres, sino que “por el conjunto de la sociedad, para que tanto mujeres como hombres vivamos en una sociedad dignificada, en la cual no tengamos la vergüenza que significa la discriminación”. Son este tipo de consideraciones, finalizó, “las que tienen que quedar en la Constitución que estamos preparando, este tipo de considerando son los que tienen que quedar cuando hablemos de reforma educacional y universitaria, en la que tenemos que dejar muy claro que no vamos a aceptar que se discrimine, directa o indirectamente, entre hombres y mujeres".
Para Carmen Andrade, encargada de la Oficina de Igualdad de Oportunidades de Género de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones, la elección del tema central de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer 2016, tiene que ver con “una decisión de la Universidad de Chile de ser un actor en el debate nacional, puesto no solamente respecto a los temas de género, sino que en cualquier otro tipo de debate”. Este tema tiene especial valor, considerando que, explicó, “hoy día en el país todo el mundo discute la nueva Constitución, lo que debe contener, lo que no debe contener, sin embargo, parece no importar que el derecho a la igualdad quede instalado en la nueva Constitución, no sólo como una declaración, sino también, con especificaciones”.
