Perfil A Dr. Jorge Díaz, Doctorado en Bioquímica de la U. de Chile :

Ciencia y Sociedad: Alianza para un mejor "vivir en común"

Ciencia y Sociedad: Alianza para un mejor "vivir en común"

De las 48 postulaciones de jóvenes científicos latinoamericanos, la versión anual de la Reunión de la Sociedad de Bioquímica Brasileña distinguió al Dr. Jorge Díaz Fuentes, académico del Laboratorio de Biología Ceclular y Molecular del Instituto de Investigación en Ciencias Odontológicas de la Facultad de Odontología de la Universidad de Chile,  como uno de los 5 galardonados con el Premio Talento Joven en Ciencias Biológicas 2015. Por este motivo, en junio próximo se trasladará a Natal, al sur de Sao Paulo, y durante una semana intercambiará conocimiento y experiencias con investigadores de similar nivel de avance en sus carreras científicas en la Región.

Formado, tanto por Dr. Vicente Torres, en el Laboratorio de Biología Celular y Molecular del Instituto de Investigación en Ciencias Odontológicas, como por el Dr. Andrew Quest, en el Laboratorio de Comunicaciones Celulares, de la Facultad de Medicina, el joven Doctorado en Bioquímica de la Universidad de Chile, sabe de reconocimientos, como el primer lugar en el Congreso Anual de la Sociedad de Biología Celular de Chile (2012) y el Premio a la Excelencia de una Tesis Doctoral que entrega la Fundación Allende Connelly (2015); y de metas cumplidas, como la pasantía en el Moore Cancer Center de la Universidad de San Diego, California (UCSD), en el Laboratorio del Dr. Dwayne Stupack; y la publicación en Journal of Cell Science, siempre referidos a sus estudios sobre los mecanismos por los cuales las células cancerosas incrementan su capacidad de colonizar órganos a través de la metástasis.

Con todo, su Tesis Doctoral ha sido bastante reconocida en dos ocasiones consecutivas e incluso, como ayudante de una Unidad de Investigación a estudiantes de Medicina, fue parte del equipo distinguido en el área de cáncer e inmunología.

La distinción por parte de la Sociedad de Bioquímica Brasileña apunta a la Investigaciones en Salud desde la perspectiva bioquímica, por cuanto, intenta “comprender bien un mecanismo, de manera molecular hasta los efectos a nivel sistémico en un organismo. A veces, las Investigaciones Científicas observan un efecto, por ejemplo migración celular, y se busca las pistas por las cuales este efecto se activa, un aumento en migración celular en cánceres con alto potencial metastásico en comparación con cánceres que tienen baja agresividad, tratar de comprender las rutas y decisiones que toma la célula es nuestra misión”.

La modalidad despierta el interés de la Comunidad Científica, y el Dr. Jorge Díaz lo constata en sus presentaciones en Congresos y reuniones del área, “porque se ve que el efecto, y se entiendo no sólo lo micro, sino también lo fisiológico”. Además, se interesa en el trabajo colectivo, “se tiende a pensar en el sujeto como el científico que está armando algo, pero importa recalcar que el trabajo científico es colectivo, más que personal”.

A su juicio, es el intercambio y el feedback entre los investigadores y sus respectivos contextos lo que permiten que el conocimiento crezca. “El contexto chileno y el contexto particular de las Facultades de Medicina, Ciencias Químicas y Farmacéuticas y Odontología, han permitido este desarrollo; cuando estuve en Estados Unidos, si dos personas coincidían en un tema de Investigación, avanzaba el que más publicaba. Entendí que en esos Centros de Investigación, era otro nivel de competitividad que yo no comparto”, reflexionó.

Para trabajar en equipo hay que tener cierta inteligencia emocional que lo permita y que admita la gestión del conflicto, afirmó el Dr. Díaz, quien actualmente trabaja como colaborador del Centro de Investigación en Enfermedades Crónica, ejecutado en conjunto, entre la Universidad de Chile y la Universidad Católica (ACCDIS).

Ciencias Biológicas: Inversión a largo plazo

El cáncer, al igual que las enfermedades cardiovasculares, son la segunda causa de muerte en Chile, y “cada vez es más frecuente tener en círculos cercanos personas con esta enfermedad”, sostuvo el docente. “El cáncer se entiende como un desbalance de los factores que promueven la sobrevida o inmortalización de las células, pero, para comprender este proceso de pura vida, también se requiere la muerte de ciertas células, de modo paradojal ‘la muerte es necesaria para la vida’. Entonces, se hace imprescindible entender, de manera molecular, la aceleración del este descontrol”, aclaró el Dr. Jorge Díaz.

La formulación y aplicabilidad del conocimiento ha sido de constante interés del Dr. Díaz, “como sujetos críticos, pensantes, científicos, debemos buscar patrones de pensamiento, dado el contante cambio de paradigmas de la Ciencia”.

De esta manera, uno de sus intereses es explorar la génesis de la enfermedad y los mecanismos asociados, para enfrentar la patología y “aplicar ese conocimiento dentro de las industrias biomédicas, con el fin de lograr efectos directos sobre las personas”. Todo, en paralelo a lo que ya existe en estas materias, “de alguna manera, la Ciencia sigue siendo importante, pues es la forma de entender el mundo y su epistemología; de cierta manera hay un bastión de resistencia dentro de las Ciencias Moleculares, particularmente, donde se da un trabajo tan arduo, lento y que involucra la formación de tantas personas, pero que no siempre se obtiene esa efectividad a corto plazo para lograr un efecto directo dentro de la clínica, algo que han entendido los Gobiernos más desarrollados: inversión a largo plazo”.

El científico como actor político

Con esta motivación, al Dr. Díaz le interesa “la re-politización de los científicos que ha ocurrido últimamente, los que hasta hace poco se entendían como un grupo más bien apolítico, sin participación en foros de debate sobre dinámicas de financiamiento dentro de la Ciencia o problemáticas asociadas a la despenalización del aborto, por ejemplo, donde los científicos tienen algo que decir”.

Por eso importa que los científicos recuperen voz sobre estas temáticas y en el marco de “esta especie de revolución por despolitización de la Ciencia, que comenzaron los trabajadores de la Ciencia, más que los grandes académicos. Hay muchos (as) que terminan sus carreras cuando son biólogos, bioquímicos y trabajan en los Laboratorios de Investigación, que sufren una precariedad laboral absoluta, subcontratados por Proyectos, sin protección de salud”.

Además de levantar una demanda, indicó el Dr. Díaz, se requiere debatir sobre “por qué es necesario investigar o porque es importante entender las bases moleculares de las enfermedades, que siempre se ve como algo tan ajeno, tan como complejo, cuando el lenguaje de la Ciencia es tan simple”. Por ello, cuando se trabaja inserto en el desarrollo científico, el lenguaje de la Ciencia deja de complejizarse y las preguntas las deben entender todas las personas, afirmó el investigador, “son preguntas que hacen sentido y son patrones que activar sistemas y que luego, se adoptará un lenguaje más especializado”.

Frente a la pregunta ¿qué Ciencia queremos para Chile?, el Dr. Díaz responde, “es aquella que se ejecute a partir del conocimiento de las comunidades y su geografía, pensada en el aumento de la calidad de vida. Sería inspirador que la sociedad informada fuera orientándonos sobre qué es importante investigar”.

Ciencia, Arte, Derecho y Libertad

Desarrollado en dos lenguajes de la creación, Ciencia y Arte, el Dr. Jorge Díaz se vincula con científicos, investigadores, fotógrafos y cineastas. En ambas actividades, dijo, es posible relacionarse con las personas, y se establecen una ética para acceder a esas confianzas, que supere el imaginario del científico vestido de delantal blanco que va a tomar muestras.

“Tiene que haber una ética de la relación, entender que lo que estamos construyendo que será un conocimiento colectivo y enriquecedor, en asociación al sujeto en un nuevo contexto científico”, instala el académico, al tiempo que discute su atomización por cuanto, “uno está dentro de su Laboratorio hablando de la molécula A con B, mientras afuera la sociedad se mueve y protesta. Ahora, no sólo estamos dentro del Laboratorio, sino también tenemos la exigencia de estar afuera, en las calles, en los museos, en las salas de cine y de clases, entendiendo y aprendiendo de las personas no científicas, que tienen mucha información que no tenemos los investigadores”, aludiendo las ideas contenidas en el libro “El Maestro ignorante” del filósofo francés, Jacques Rancière (“Maestro ignorante : Cinco Lecciones de Emancipación Intelectual”).

Atender la capacidad de asombro y alentar la curiosidad es un mandato para la Ciencia, por lo que el Dr. Jorge Díaz aprovecha de citar al Dr. Humberto Maturana que, “en el acto de conocer, uno siempre trae un mundo a la mano”, o sea, “uno mira, porque hay un mundo que uno lo atrae y a partir de eso, uno ve; entonces esa supuesta objetividad, es y no es también”.

Añadió que “aprender a ser sensible a otras expresiones y que esas expresiones le permitan entender, es un desafío que tenemos como científicos, porque, y como un espacio de autocrítica, en lo general, el conocimiento se atomiza y uno deja de ver y entender otros procesos”.

De este modo, el Dr. Díaz declaró que “todos somos sujetos ignorantes y los científicos también podemos ser ignorantes, entonces estar atento es un reto; porque, además de la Ciencia, las Humanidades y las Ciencias Sociales, también generan conocimiento y mi perspectiva política y activista me instala frente a las temáticas de la construcción social o el poder sobre los cuerpos que nos restringen a varias formas de existencias”.

En un escenario privilegiado para la búsqueda de información como el actual, la sociedad puede explorar todos los mundos posibles e imaginables, afirmó el Dr. Jorge Díaz. “Cuando recibí el Grado de Doctor, dije que es un privilegio en un contexto en el que se pide Educación Gratuita; haber terminado un Doctorado, haber podido educarse y trabajar en Investigación Molecular es un privilegio que me gustaría que dejara de serlo, y que quienes tengan la curiosidad de hacer carrera científica no encontraran barreras”, declaró.

Por esto, es un defensor del “Copyleft o el derecho a la información libre, un código abierto o libre acceso a la información, porque tenemos que entender que el conocimiento es un arma pública, que no puede encapsularse”, finalizó el Dr. Jorge Díaz.