El Archivo Central Andrés Bello, núcleo patrimonial de la Universidad de Chile dependiente de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones, nuevamente abrió sus puertas en el Día del Patrimonio Cultural, ofreciendo recorridos por sus distintas salas. Comenzando por la Colección Neruda y finalizando con una liberación de libros, quienes participaron de las visitas guiadas pudieron conocer parte importante de la memoria de esta Casa de Estudios, y con ella acercarse a la historia de nuestro país.
El recorrido partió con la colección donada por el poeta Pablo Neruda en 1954, que incluye su biblioteca, compuesta por 4.961 libros, y el muestrario de caracolas provenientes de los diferentes continentes, y continuó por las salas Domingo Edwards Matte, la Sala Universidad de Chile, la Colección Americana, la Sala de Lectura Luisa Arce y el Laboratorio del Área de Conservación. En este último el público pudo observar parte de los procesos de restauración de los libros del Archivo, además de acceder a un compendio del registro fotográfico de la Casa de Bello.
La Directora del Archivo, la historiadora Alejandra Araya, fue quien recibió a las y los visitantes de este sitio patrimonial, y se refirió a la labor de estos lugares y su vínculo con la ciudadanía. “Es fundamental la relación de los ciudadanos con sus propios bienes culturales. Nosotros tenemos que tener la capacidad de hacer comprender al resto de la comunidad que estos bienes son un patrimonio común, que les pertenece, y que por lo tanto su cuidado también es responsabilidad de todos. Ahora, la única manera o el primer paso para que eso pueda funcionar y pueda socializarse es que abramos los espacios y haya acceso, acceso universal a esos bienes”, explicó Araya.
Quienes visitaron el Archivo describieron de manera positiva su experiencia en este centro patrimonial, destacando el acceso que pudieron tener a elementos de la historia de Chile que se desconocían.
Verónica Bello fue una de las visitantes del primer recorrido, y lo hizo en compañía de estudiantes y apoderados del Instituto Nacional con los que integra una academia de patrimonio. “Nos pareció bastante atractivo e interesante el Archivo, porque además muestra esa parte del proceso que tenemos en común en cuanto a historia y en cuanto a elementos, porque allá también tenemos archivos y mobiliario muy antiguo. Conocer la sala de conservación fue muy positivo, pues constituye un referente de algo a lo que queremos llegar”, explicó Bello.
Del mismo modo, fue bien recibida la liberación de textos que organizó el Grupo de Estudio del Libro relacionado al Archivo. “La idea que persigue esta acción es compartir el conocimiento. Que la circulación del libro ayude a la difusión del conocimiento, que éste no se concentre en la Universidad, sino que se abra a la sociedad. Por lo mismo, tiene que ver con el rol público de la Universidad de Chile”, explicaron Daniela Pinto y Tania Zúñiga, responsables de esta iniciativa.
Respecto a la relevancia de la vinculación del patrimonio de la Universidad de Chile con la ciudadanía, Alejandra Araya indicó: “La Universidad de Chile es la institución más importante de la República, es lo primero que se crea como institución cultural luego de que ya están instaladas las instituciones políticas, por lo tanto todo el origen de lo que es el Chile republicano, y que hoy día tiene que estar muy presente para nuestros debates políticos, está resguardado por esta Universidad. Y nosotros le queremos decir al país que estamos cumpliendo con la misión que se nos ha encargado, que es tanto resguardar como producir el futuro”.
Además del Archivo Central Andrés Bello, otras dependencias de la Universidad abrieron sus puertas poniéndose a disposición del público. En esta oportunidad participaron de la celebración el Museo de Arte Contemporáneo (MAC), el Museo Nacional de Odontología, el Observatorio Astronómico Nacional, el Museo de Anatomía, el Museo de Arte Popular Americano Tomás Lago (MAPA) y la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, todos con recorridos patrimoniales y visitas educativas.