Propuesta fue elaborada por académicos, profesionales y actores sociales

Ministerio de Educación recibió recomendaciones para una nueva política de Estado sobre desarrollo curricular

Las apuestas para una nueva política de Estado sobre currículum
Luis Osandón, académico del Departamento de Estudios Pedagógicos y coordinador de la Mesa de Trabajo que entregó este informe el 23 de junio, junto a la ministra y la subsecretaria de Educación.
Luis Osandón, académico del Departamento de Estudios Pedagógicos y coordinador de la Mesa de Trabajo que entregó este informe el 23 de junio, junto a la ministra y la subsecretaria de Educación.

Un inédito proceso en torno al currículum nacional se desarrolló para debatir y llegar a acuerdos de recomendaciones para una política de Estado en esta materia. Se trata de la Mesa de Trabajo de Desarrollo Curricular, que tuvo como misión central generar ideas para la política curricular del país. En ella participó un conjunto de representantes de distintos ámbitos de la sociedad, tanto del mundo académico como profesional quienes trabajaron por el periodo de un año.

La etapa final de este proceso fue la entrega por parte del académico Luis Osandón, académico del DEP, a la ministra de Educación Adriana Delpiano del informe “Recomendaciones para una Política Nacional de Desarrollo Curricular”, elaborado por esta Mesa convocada por la Subsecretaría de Educación el 2015, con 33 propuestas, desafío que se inscribe en el marco de la Reforma Educacional.

El currículum es uno de los temas que no ha estado en el debate público en el actual contexto de la Reforma, sin embargo su discusión constituye una oportunidad para inyectar contenido pedagógico a las transformaciones en el campo de la educación. Por otra parte, las recomendaciones de la Mesa apuntan a generar una nueva política de Estado al respecto. En la instancia se elaboraron cinco categorías como bases para el desarrollo de una política curricular: Orientaciones generales para el currículum nacional; Producción Curricular; Desarrollo e implementación curricular; Evaluación curricular e Institucionalidad. 

El trabajo de la Mesa fue valorado por la ministra Delpiano quien aseguró que espera “que en este clima de reforma a la educación, amplio y complejo, este proceso que apunta al corazón del quehacer educativo, en cualquiera sea el establecimiento que miremos, realmente dé los frutos necesarios al tema de la calidad de la educación. Todos los cambios pueden quedar vacíos si no van acompañados de cambios que son mucho más profundos, que tienen que ver no sólo con qué personas queremos formar o cuáles son los contenidos de ese currículum que vamos a formar, sino la gran tarea del cómo se trabaja y cómo se programa”.

El informe también fue destacado por la UNESCO. Su director regional, Jorge Sequeiro, señaló que “va a ser de utilidad para muchos de los países de la región. (…) Es importante exportar este modelo de trabajo”. Para Sequeiro, la evaluación curricular debe trascender a los gobiernos. “Es una misión de Estado, una misión de futuro”, advirtió.

Una de las principales propuestas de la Mesa es transitar a un currículum nacional más conciso, construido sobre “aprendizajes nucleares” que reflejen los logros fundamentales, para permitir a las escuelas mayor flexibilidad en el tratamiento de contenidos, los que podrían variar de una institución o de una localidad a otra, sin renunciar a esos logros claves.

"Las escuelas debieran dar vida a propuestas que enlacen un ideario pedagógico propio con expectativas curriculares nacionales. “De esta forma se podrían elaborar propuestas de aprendizajes y contenidos situados desde el territorio, la cultura o la economía donde se asienta un proyecto formativo”, explicó Luis Osandón, coordinador de la Mesa de Trabajo.

Avanzar hacia un currículum participativo

Durante la entrega del documento a la ministra Delpiano, se conocieron también los principales lineamiento de estas recomendaciones. Para Osandón es cierto que “el currículum nacional no se puede construir sólo mirando los criterios de fiabilidad académica y técnica. Sugerimos que este instrumento, fundamental de cualquier política educacional, debe reconocer e integrar el horizonte de expectativas de la ciudadanía respecto de lo que ella cree que las nuevas generaciones deberían recoger como experiencias, saberes y herramientas fundamentales para desenvolverse proactivamente en la sociedad. Es decir, que se requiere de procesos de selección cultural más democráticos y participativos, a la vez que preservando calidad y sustantividad de lo que se podría aprender en la escuela".

Siguiendo en esa misma línea, el académico señaló que es clave “que la ciudadanía y las comunidades educativas tengan un rol relevante en el proceso de definición de un currículum nacional, nutriéndonos con mayor fuerza de los sentimientos y experiencias de los actores en un Chile diverso (...) Proponemos la idea de pluriculturalidad en un intento que quizás merezca análisis más detenidos, de hacer más explícito el desafío integrador a la vez que no hegemónico culturalmente, de un currículum común para una sociedad plural”, explicó.

Rodrigo Márquez, coordinador de Informe de Desarrollo Humano del PNUD, consideró que el currículum tiene que tener legitimidad para su sustentabilidad en el tiempo. “Leyendo el informe veo que hay una gran oportunidad en la descentralización que se propone”, señaló. 

Por otra parte, los expertos manifestaron que se requieren estrategias de largo plazo en al menos dos planos, según concita el informe: “la formación inicial y continua del profesorado, donde el tema de las competencias para el desarrollo del currículum se torna en la prioridad uno; y, al mismo tiempo, revisar y reelaborar lo que sea necesario para que la gestión escolar cuente con orientaciones y condiciones para reflexionar, deliberar y complejizar la relación entre Currículum Nacional, logros de los estudiantes y contextos de aprendizaje y formación”.

Dada la complejidad de los desafíos, la Mesa también analizó la institucionalidad de lo curricular en el país. Actualmente la Unidad de Currículum y Evaluación tiene bases jurídicas débiles y depende de una glosa presupuestaria. “La transformación de la institucionalidad es clave y me atrevería a decir pivotal para permitir la concreción de la mayoría de las recomendaciones que aquí proponemos”, señaló Osandón.