Columna de Opinión del Senador Abraham Pizarro:

El ocaso del Palacio de la Universidad de Chile

Opinión: El ocaso del Palacio de la Universidad de Chile
Senador Universitario Abraham Pizarro, funcionario de la Facultad de Economía y Negocios.
Senador Universitario Abraham Pizarro, funcionario de la Facultad de Economía y Negocios.

El imponente edificio que alberga a la Universidad de Chile otrora llamado "Palacio de la Universidad de Chile" se construyo entre el año 1863 y 1872. Fue diseñado por el arquitecto e ingeniero francés Juan Herbage y Lucien Hénault, arquitecto y académico francés, dirigidos por el arquitecto chileno Fermín Vivaceta.

Excusen la remembranza inicial, pero es para situar a la Universidad en el contexto del país y su importancia republicana.

Fue creada por ley el 19 de noviembre de 1842, fue la Universidad más importante del país, sucesora legitima de la Real Universidad de San Felipe creada el 11 de marzo de 1747.

La influencia de destacados intelectuales franceses se percibe en la actualidad en todo los rincones de la Casa Central; Cabe recordar, también, que en el Salón de Honor, Ernesto Coutois Bonnencontre, francés, plasmo en tela y al fondo de la testera la pintura que representaba la "Alegoría de las Ciencias las Artes y las Letras", pintura que posteriormente fue destruida en las primeras revueltas estudiantiles de los años 1927–1930.

Esa era la admirada Casa Central de la Universidad de Chile.

Este artículo surge al tomar conciencia del deterioro y el desprecio por la Universidad y el fenómeno de extrema radicalidad política que ocurre en ella. La Universidad, hoy, empieza a tener menos peso político y menor influencia frente a los gobiernos de turno y otras Universidades, tanto estatales como privadas. En la actualidad para sus autoridades pareciese difícil el autoreconocimiento de que la Universidad de Chile ha perdido importancia en el contexto nacional.

En la interna sectores de estudiantes actúan como fuerzas predominantes eludiendo la libertad y la convivencia de la comunidad universitaria. Expresando demandas al Estado, organizando protestas, aduciendo un "ejercicio democrático" que no integra a la comunidad universitaria en su totalidad.

Pareciese, al observar el ejercicio antes expuesto, que así es muy difícil que cuajen proyectos viables de reformas. Existe en ciertos grupos la actitud de satanizar a toda organización que no comulga con la totalidad de sus puntos de vista, así como la condena a cualquier proyecto de desarrollo, sea quien fuese su promotor.

Hoy nuevamente el palacio de la Universidad de Chile esta "tomado".

La rebeldía del movimiento estudiantil en contra de la Casa de Bello ya forma parte del acervo del movimiento universitario y quizás lo hagan por incapacidad de liderazgo de quienes dirigen los gremios estudiantiles ya que les resulta fácil eliminar de cuajo su legitimidad.

Lamentablemente estas acciones fundamentan el aislamiento de la sociedad y la pérdida de buena parte del prestigio político ganado por el movimiento estudiantil.