Desde el 7 al 30 de julio:

"El rumor del mundo" en exposición del profesor Patricio González Reyes

"El rumor del mundo" en exposición de profesor Patricio González Reyes
"Fisonomía Indecible", se titula la muestra del artista visual y académico del Departamento de Artes Visuales, Patricio González Reyes.
"Fisonomía Indecible", se titula la muestra del artista visual y académico del Departamento de Artes Visuales, Patricio González Reyes.
Fotografías de árboles, arbustos, flores y plantas que crecen en el los faldeos de la cordillera de Los Andes fueron pretexto de captura para el artista a través de un intenso trabajo de campo.
Fotografías de árboles, arbustos, flores y plantas que crecen en el los faldeos de la cordillera de Los Andes fueron pretexto de captura para el artista a través de un intenso trabajo de campo.
"Entre el 2005 y 2006 descubrí los computadores, los softwares y empecé a interiorizarme de trabajos fotográficos más actuales y me empecé a interesar muchísimo por esta forma de hacer obra" dijo.
"Entre el 2005 y 2006 descubrí los computadores, los softwares y empecé a interiorizarme de trabajos fotográficos más actuales y me empecé a interesar muchísimo por esta forma de hacer obra" dijo.
De allí en adelante su interés rondó en trabajar desde el concepto del trompe l´oeil o trampa de ojo, acercándose más la tecnología en base al foto-montaje digital.
De allí en adelante su interés rondó en trabajar desde el concepto del trompe l´oeil o trampa de ojo, acercándose más la tecnología en base al foto-montaje digital.
"A través de artificios y herramientas computacionales uno puede proponer una especie de escenario único. Se pueden cambiar las características del material, de la luz, de la perspectiva, etc." indicó
"A través de artificios y herramientas computacionales uno puede proponer una especie de escenario único. Se pueden cambiar las características del material, de la luz, de la perspectiva, etc." indicó
En los softwares computacionales, el profesor Patricio González encontró un campo de acción extenso, donde es difícil vislumbrar los límites que pude llegar a tener un foto-montaje digital.
En los softwares computacionales, el profesor Patricio González encontró un campo de acción extenso, donde es difícil vislumbrar los límites que pude llegar a tener un foto-montaje digital.
En "Fisonomía Indecible", el artista busca tergiversar la materialidad de las imágenes de la flora precordillerana transformándolas, a través de las posibilidades exploratorias de un computador.
En "Fisonomía Indecible", el artista busca tergiversar la materialidad de las imágenes de la flora precordillerana transformándolas, a través de las posibilidades exploratorias de un computador.

Su percepción sobre lo que él mismo ha dado en llamar rumor del mundo, es lo que exhibirá el profesor del DAV, Patricio González Reyes, en la Galería de Arte Guillermo Núñez. La muestra Fisonomía Indecible reúne 24 foto-montajes digitales provenientes de dos proyectos anteriores realizados durante el 2015, centrados en la flora de los entornos naturales de la pre cordillera de la región Metropolitana.

Fotografías de árboles, arbustos, flores y plantas que crecen en el los faldeos de la cordillera de Los Andes fueron pretexto de captura para el artista a través de un intenso trabajo de campo, para luego interrelacionar los distintos archivos fotografícos obtenidos en forma de capas, intervenirlos con diversos softwares y dar paso al foto-montaje digital.

“Yo provengo de la pintura. Mi aprendizaje en la Facultad de Bellas Artes fue desde la pintura como disciplina inicial. Pero entre los años 2005 y 2006 descubrí los computadores, los softwares y empecé a interiorizarme de trabajos fotográficos más actuales y me empecé a interesar muchísimo por esta forma de hacer obra. Como muchos otros instrumentos y herramientas generadores de visualidad, el lenguaje fotográfíco ha dado un paso más y se extiende reinventándose, desde la certera dilución de sus bordes físicos y conceptuales. Esta apertura y su interlocución con los softwares gráficos me han otorgado el instrumental y la estrategia productiva, para reunir e hilar fragmentos de cotidianeidad, para hurgar en la obturación aleatoria de un campo visual no tematizado”.

El primer ensayo de eso fue en esa misma galería hace unos diez años atrás, con una exposición que se llamó Digital Pop. De allí en adelante su interés rondó en trabajar desde el concepto del trompe l´oeil o trampa de ojo, acercándose más a la tecnología en base al foto-montaje digital.

Pinturas Electrónicas

“A través de artificios y herramientas computacionales uno puede proponer una especie de escenario único. Se pueden cambiar las características del material, de la luz, de la perspectiva, de la materialidad; incluso, de la puesta en escena de los elementos que se pueden trasformar, se pueden trucar. Y esto, que ha sido una conquista de la pintura, el foto-montaje lo empieza a adoptar desde la fotografía”, explica el artista quien agregó que este tipo de trabajo “nos permiten descifrarlas e intervenir las imágenes, por así decir, desde su propia clave genealógica”

En los softwares computacionales, el profesor Patricio González encontró un campo de acción extenso, donde es difícil establecer o vislumbrar los límites que pude llegar a tener un foto-montaje digital. Por este motivo, su colega, el artista visual Arturo Cariceo, denominó a la obra de González como pinturas electrónicas, ya que es una manera de traer a la pintura este tipo de experiencia y conocimiento de los ambientes digitales.

“Mi trabajo se funda mucho en el color que es un eje muy importante y eso deviene de la pintura. El foto-montaje digital te da el campo de acción suficiente para poder proceder con esto y para indagar más profundamente en todo lo que son los elementos que uno pone en juego”, aclaró Patricio González.

De esta forma en Fisonomía Indecible, el artista busca tergiversar la materialidad de las imágenes de la flora precordillerana transformándolas, a través de las posibilidades exploratorias de un computador, para cambiarles el sentido, darle otro contexto a los materiales, a las materialidades y a los objetos con lo que él trabaja.

Así también lo anuncia el título de la muestra que, con la palabra fisonomía, apela a un orden u organización visual. Por otro lado el concepto de indecible refiere al contexto inmaterial que representa el proyecto y que tiene que ver con los recuerdos y sentimientos personales del artista.

Bajo este título he pretendido reunir un conjunto de trabajos que albergan mi propia percepción de lo que llamo rumor del mundo,  un rumor que enuncia  lo probable y que demarca la creación de un espacio libertario posible y con éste, la instalación de la noción de incertidumbre que habitualmente acompaña a la actividad vital”, manifiesta el texto curatorial hecho por el propio artista.

Profesor ¿A qué le llama rumor del mundo?

El rumor del mundo es lo que te llega de afuera. Es una especie de murmullo que la  misma sociedad se va transfiriendo, que de una a otra persona les va llegando, lo que también podría considerarse como comunicación. Esta noción tiene muchas variables, desde lo auditivo, desde lo visual que es lo que a mí me atañe. Este rumor siempre está alrededor nuestro, y de alguna manera uno va tomando parte, va tomando fracciones, va tomando girones de este mundo que nos rodea. Y ahí se produce algo interesante porque ese rumor se relaciona con lo que uno siente internamente. Entonces de pronto estas dos situaciones exterior-interior se cruzan y ahí se produce esa necesidad de patentizar esto, de dejarlo presente, de hacerlo obra, de establecerlo en un determinado tiempo o lugar, de darle una realidad, como lo que hago en esta exposición a través de esta realidad física, es decir, las imágenes se construyeron y se imprimieron, por lo tanto tiene una presencia física, pero igualmente pueden circular en cualquier red, como internet con una presencia inmaterial que les es propia en origen.

¿Qué busca causar en el espectador con estos foto-montajes que alteran la realidad?

Apelo a la comprensión del espectador y a una toma de conciencia del hecho que vivimos en una sociedad que ha cambiado, que ha evolucionado muy rápidamente. Entonces los escenarios, los lenguajes y las culturas tradicionales, han sufrido cambios importantes y muy velozmente. Por eso una forma de tomar razón de esto es mostrarlo, darlo a conocer para que cada espectador entienda un poco más su propio contexto. Me interesa contribuir a comprender los fenómenos de toma de razón, de toma de conciencia, y ahí aparece nuevamente la noción de rumor del mundo que yo empleo.

¿Mantienen sus obras actuales algo de sus raíces desde la pintura?

Si claro. Tiene rasgos, tienen gestos muy propios de la pintura que yo hacía años atrás. Uno de ellos es el grado de abstracción que yo le confiero a mis imágenes. No es una imagen siempre fácil de reconocer, por lo tanto el grado de abstracción siempre va a estar presente. Por otro lado, yo asumo mucho la condición de fondo y de figura en mi trabajo y a través del foto-montaje digital siempre los voy cruzando, los voy alternando, entonces el campo-fondo, clásico de la pintura, aquí también está. Otro de los rasgos que conservo es que muchas de las paletas que yo usé en la pintura vuelven a aparecer en esta forma de trabajo, así como también la temperatura del color, que aunque es propia del color, es propia de la pintura como tal y yo lo empleo mucho. Todo esto de lo frío y de lo cálido, siempre lo estoy contrastando, es una de mis obsesiones y cada imagen construida, cada imagen posteriormente impresa, va a tener ese sello de cálido o de frío. Por último otra característica que es interesante de trabajar son las profundidades de campo, trabajar lo que es foco y lo que no es foco, eso también produce ciertos grados de abstraccion en la imagen. Eso son más o menos los elementos que provienen del lenguaje de la pintura.

Tomando en cuenta la vorágine de tecnología, de virtualismo, de información, de comunicación ¿Cómo fue el montaje de 10 años atrás en la Galería Guillermo Núñez, comparado con el de ahora?

Mira las experiencias artísticas tienen que ver mucho con el contexto, es decir, con lo que uno está viviendo, con esta idea de rumor de mundo. Hace diez años atrás las condiciones personales, sociales, culturales, en Chile y en Santiago de aquel momento, eran distintas a los tiempos actuales. Hay muchas tendencias, hay muchas manifestaciones que han ido creciendo, otras que han ido decreciendo, es decir, en general ha habido muchas transformaciones en el universo cultural y artístico.

Por otro lado, cuando uno asume un determinado tipo de expresión artística o de lenguaje artístico, este también va cambiando. Es decir, en una década equis voy a hacer cierto tipo de pintura y en la década siguiente, si tengo mayores conocimientos, si he escarbado más, si me he interiorizado más, voy a lograr resultados más sólidos, más contundentes. Con estos lenguajes, aparatos y softwares computacionales pasa un poco lo mismo, en la medida que uno se va interiorizando del funcionamiento o del error, o de la incidencia del azar, en un determinado software, lo va profundizando, lo va haciendo más propio y aparecen inevitablemente variantes. Eso es interesante como dato porque en esa exposición de diez años atrás yo trabajaba con dos o tres imágenes, es decir, no había más registro fotográfico. Ahora en cambio el registro fotográfico es muy extenso, entonces la capacidad de selección, la capacidad de edición se pone muy en juego, y eso va a responder a ciertos estados de ánimo, estados de conocimiento y estados vitales. Entonces la relación entre lo que uno va a capturar fotográficamente, ese encuadre que tú haces y fijas con el clic, pasa después a otro momento de edición en el que tú estás frente a la pantalla del computador, y ahí vienen otra serie de decisiones que van a influir en este momento especial y que van a cambiar la información de la imagen o la forma definitiva de ésta.

¿Y cómo fue ese cambio de la pintura al foto-montaje?

Cuando yo pintaba partía una obra en un momento determinado, con un tiempo de ejecución de un mes, dos meses o tres meses dependiendo de la complejidad de lo que uno estaba realizando. La pintura es un trabajo lento, uno va por etapas, es decir, secas una capa, pones otra capa, secas otra capa y pones otra y en eso pasan meses; y como el proceso es lento, hay una dirección “única”, no puedes cambiar de idea porque o sino la pintura se te va a “desarmar”.

En este mundo de continuo cambio, es un poco lo contrario, es decir, por un lado las imágenes circulan a gran velocidad, te llegan casi en forma instantánea y tumultuosa, pero a la vez son muy frágiles, muy efímeras. Entonces de alguna manera uno tiene que fijarlas, pero en general en estos procedimientos, los procesos de trabajo son mucho más acotados temporalmente. La captura de archivos fotograficos, puede ser veloz, pero allí a continuación, surgen las derivas, las versiones y la incertidumbre, por tanto la edición es más lenta y reflexiva. Es decir, en un mes yo puedo producir diez trabajos digitales en vez de una pintura. Entonces ahí hay una diferencia importante y eso va pasando en el tiempo y a medida que uno va comprometiéndose y buscando más aun el sentido de esto, Y obviamente se produce toda esta retroalimentación que, finalmente te conduce a lo que se busca con las artes, comunicar cosas, ofrecer una salida libertaria, humanizada, a un mundo al que algunos autores han denominado como post-humano. La pintura surge y se desarrolla como un sistema, así también sucede  con la fotografía, el cruce de ambas, mediado por los dispositivos y tecnologías digitales han modificado notablemente nuestras percepciones espaciales y temporales, y con ello, nuestra visión y sensibilidad al respecto de lo que podemos denominar como nuestra existencia contemporánea, y sin duda, las creaciones visuales están contribuyendo activamente en la configuración y espíritu de un (nuestro) universo hiperreal.

Es precisamente el aporte a esta hiperrealidad la que podrá ser visitada en la muestra Fisonomía Indecible del artista visual y académico del DAV, Patricio González. La exposición podrá ser visitada hasta el 30 de julio, de forma gratuita en la galería Guillermo Núñez de la Casa de la Cultura Anselmo Cádiz, ubicada en Gran Avenida 12552-B, paradero 37, comuna El Bosque.