El pasado viernes 5 de agosto en el Ex Congreso Nacional, se realizó el lanzamiento oficial del Programa de Reducción de Riesgo de Desastres (CITRID), creado por la Universidad de Chile y que busca responder a los escenarios de desastres naturales tan frecuentes en el país.
La ceremonia fue presidida por el Rector Vivaldi, acompañado por el presidente de la comisión Desafíos del Futuro del Senado, Guido Girardi; el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy; el subsecretario de Vivienda, Jaime Romero; la subsecretaria de Evaluación Social, Heidi Berner; el director de la Oficina Nacional de Emergencias, Ricardo Toro; y el secretario ejecutivo adjunto de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) Antonio Prado, entre otros.
“Es una responsabilidad nuestra generar una instancia que sea capaz de colaborar con los proyectos que el Estado tiene; función que la Universidad de Chile cumplió y sigue cumpliendo. Este es un Programa que pretende colocar a una universidad del Estado en las labores del Estado”, señaló el Rector Vivaldi.
Por su parte, el subsecretario del Interior Mahmud Aleuy señaló que en el año 2015 se han gastado 795 mil millones sólo en emergencias, sin considerar en este monto lo invertido en reconstrucción. Citando los informes de las Naciones Unidas, agregó que se establece que Chile es el sexto país del mundo que más gasta en reconstrucción: 3100 millones de dólares. “Para tener una dimensión de esta cifra, esto equivale al 89,5 por ciento de la gratuidad educacional”.
En tanto, el senador Girardi valoró esta iniciativa que “es un intento de poner la ciencia, el conocimiento, la universidad, la intelectualidad y el pensamiento al servicio a un proyecto común”. Girardi advirtió también que este Programa cobra relevancia, porque “pocos países van a tener el impacto que va a tener o está teniendo el cambio climático en nuestro país por nuestras características y eso significa una manera distinta de entender el territorio, los asentamientos humanos, la planificación, el ordenamiento territorial”.
Para el director de CITRID y académico de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, Jaime Campos, "la U. de Chile está llamada a desarrollar la ciencia aplicada al conocimiento de estos fenómenos y nutrir la política pública que se genere para abordar este tema país, aportando su mejor esfuerzo, colaborando en la construcción de una nación más resiliente ante los riesgos socionaturales”.
La académica de la Facultad y Vice-Directora y Directora de Investigación Transdisciplinaria de este programa, Profesora Paulina Aldunce, señala que la formalización del centro es un reconocimiento a una labor que se viene desarrollando desde hace un año y medio de manera transdisciplinaria, ya que reúne a 17 académicos de diversas especializaciones y de distintas unidades de la Universidad, poniéndose al servicio de la comprensión de estos fenómenos y haciendo aportes concretos tanto para su prevención como para enfrentarlos de manera integral.
La profesora Aldunce relata que varios de los académicos que hoy participan en el CITRID vienen trabajando en la materia desde distintas perspectivas hace varios años. En su caso, lleva más de una década investigando el fenómeno del cambio climático y su impacto social desde la Facultad de Ciencias Agronómicas. No es casual entonces que sus pares la hayan elegido por votación para ser parte de la directiva, que significó asumir el desafío de ser Vice-Directora y Directora de Investigación Transdisciplinaria.
Desde su perspectiva es vital que los estudiantes de pregrado, tanto de Ingeniería Agronómica como Ingeniería en Recursos Naturales Renovables, carreras que se imparten en su unidad académica, incorporen estos conocimientos ya que “hoy se requieren profesionales que manejen conocimientos claros respecto del cambio climático y desastres naturales, son fenómenos que hoy están presentes”.
En cuanto a su rol como Directora de Investigación Transdisciplinaria del CITRID, la académica Paulina Aldunce agrega que “no sólo queremos hacer investigación de excelencia relacionada con los desastres naturales, sino que además sustentada en valores éticos, devolviendo la información a quienes más lo necesitan. Es una gran oportunidad de contribuir en una sociedad más resiliente y menos vulnerable a los desastres naturales”.