Según Informe Género, Educación y Trabajo:

La brecha de género se incrementa en los distintos ciclos de vida

La brecha de género se incrementa en los distintos ciclos de vida
Panel
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Valentina Paredes, Paula Poblete, Héctor Carvacho, Diana Krüger, Amparo Bravo, quienes participaron del panel donde se presentó el Informe GET este 23 de agosto.
Valentina Paredes, Paula Poblete, Héctor Carvacho, Diana Krüger, Amparo Bravo, quienes participaron del panel donde se presentó el Informe GET este 23 de agosto.

Este martes 23 de agosto se realizó el lanzamiento del Informe "Género, Educación y Trabajo” (GET), en cuya elaboración participaron académicos del COES y de la FEN. 

Entre sus principales resultados, el estudio arrojó que las brechas de género se incrementan en los distintos ciclos de vida. Para ello se revisó toda la data disponible de Encuestas y Registros Administrativos desde el 90 hasta el 2015 sobre las brechas de género en las dimensiones de educación y trabajo en los distintos ciclos de vida, donde consideraron primera infancia, infancia, juventud, adultez y vejez. En síntesis, las diferencias entre hombres y mujeres se van incrementando a medida que pasan los distintos ciclos de vida.

El informe lo dividieron en 12 ítems, los que llamaron “12 piedras en el zapato”, siendo éstos: los estereotipos de género desde la primera infancia; las niñas y la naturalización del trabajo doméstico; el embarazo adolescente como un reproductor de la pobreza; la feminización de los "nini" –jóvenes que no estudian ni trabajan–; la enseñanza diferenciada de las matemáticas; carreras “para mujeres” en la Educación Superior; el triple trabajo de las mujeres en las tareas domésticas y de cuidado; el escaso trabajo femenino y sin poder de decisión; la brecha salarial de género; el costo no compartido de la parentalidad; las bajas pensiones y la desigualdad en el mercado laboral; y la violencia.

Otra de las conclusiones más relevantes son la desigualdad en la educación de niños y de niñas, donde “el sistema escolar no potencia habilidades matemáticas de niñas y eso influye en su futuro laboral y remuneraciones”, como explicó Paula Poblete, directora de Estudios de ComunidadMujer.

Por otro lado, desde el trabajo, el informe arrojó que el 45 por ciento de las mujeres no trabaja jornada completa para “compatibilizar el trabajo y los hijos”. Y en cuanto a los puestos de poder en el trabajo, “las gerencias están segmentadas: las mujeres están en asuntos corporativos, recursos humanos, no en el corazón del negocio“, indicó Paula Poblete. Y por último, cabe decir que en el ámbito de la política pública, “leyes y prácticas laborales refuerzan que la parentalidad es un costo asumido por las mujeres”.

La presentación de esta investigación se hizo en el marco del panel del mismo nombre, que estuvo a cargo de la académica de la FEN e investigadora COES, Valentina Paredes; y en donde participaron además el director de la Escuela de Economía y Administración de la FEN, Claudio Bravo-OrtegaPaula Poblete, directora de Estudios de ComunidadMujer, y encargada de presentar los principales resultados del Informe GET; y los comentaristas Diana Krüger, economista y académica de la Universidad Adolfo Ibáñez; Héctor Carvacho, psicólogo, académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile e investigador COES; y Amparo Bravo, representante de la Secretaria de Género y Sexualidad de FEN.

El primer comentario fue de Diana Krüger quien se centró en la brecha de capital humano, pues si bien Chile tiene cobertura universal de educación educación escolar, en la enseñanza media empiezan las primeras desigualdades, comenzando por la deserción, la que se concentra en los más pobres. Los hombres suelen desertar más que las mujeres, pero las razones son diferentes: ellos dejan de asistir al colegio por problemas económicos en la casa y se insertan en el mundo del trabajo remunerado, mientras que las mujeres desertan por embarazo o por la necesidad de ayudar en la casa.

Por su parte, el psicólogo Héctor Carvacho, investigador COES de la línea Interacciones Grupales e Individuales, analizó la brecha de género desde la psicología social. En este ámbito se encuentra la construcción de los estereotipos a la construcción de los autoestereotipos, además del sexismo benevolente, que es el sexismo disfrazado de caballerosidad, como por ejemplo: “las damas primero”, donde se expone a las mujeres en cierto ámbito de inferioridad. “El sexismo no es un fenómeno de hombre y mujeres sino que esta enraizado en el corazón de las sociedades jerárquicas y discriminadoras”, explicó Carvacho.

Finalmente, Amparo Bravo de la FEN expuso sobre la situación de las mujeres en la facultad, y como institución se refirió a tres aspectos del Informe GET. El primero tiene que ver con que las investigaciones dejen de analizar la situación de género de una manera binaria y comiencen a avanzar en el levantamiento de datos relacionado a las diversidades sexuales y su respectiva información, como la distribución ocupacional, las características laborales, el acceso a educación y, en general, cómo se ven representados sus derechos sociales.

En segundo lugar, Bravo propuso incorporar datos de inmigración y etnia, pues la mayoría de los trabajos remunerados de estas mujeres son de carácter doméstico y/o de limpieza, conocidos por ser bastante precarios. En este sentido, no sólo es importante su recolección de datos, sino también su visibilización. Y por último, cabe preguntarse y cuestionar “cuáles son las aspiraciones y expectativas que tenemos las mujeres al entrar en el sistema económico actual, que cómo sabemos, hoy día esta mayoritariamente pensado y regulado por hombres”.