Diseño: proceso de acreditación como una mirada hacia adentro de la carrera

Diseño: proceso de acreditación como una mirada hacia adentro
María Cecilia Dooner, coordinadora ejecutiva de la Unidad de Autoevaluación, Acreditación y Calidad de la Vicerrectoría de Asuntos Académicos.
María Cecilia Dooner, coordinadora ejecutiva de la Unidad de Autoevaluación, Acreditación y Calidad de la Vicerrectoría de Asuntos Académicos.

Los procesos de acreditación de las carreras universitarias han ido complejizándose con el tiempo. La exigencia de los organismos centrales son cada vez más altas y los criterios más estrictos, por lo que la Universidad ha sido pionera en impulsar procesos participativos y detallados de autoevaluación y concreción de la acreditación. Esto se expresa en la acreditación de la carrera de Diseño, que sigue en su fase de evaluación.

"En estos procesos partimos de la base de que somos una universidad pública, por lo tanto la rendición de cuentas y la garantía de calidad es muy relevante. Además, le damos mucho peso a la autoevaluación de las carreras antes de la acreditación misma", explica María Cecilia Dooner, coordinadora ejecutiva de la Unidad de Autoevaluación, Acreditación y Calidad de la Vicerrectoría de Asuntos Académicos.

La autoevaluación tiene requisitos de participación de la comunidad, recolección de información y debate interno de las carreras. "Esto es muy relevante para el diagnóstico final de los programas y va construyendo una cultura de autoevaluación al interior de las unidades académicas", indica Dooner.

Estos procesos impulsados por la Universidad han mejorado considerablemente los resultados de las acreditaciones, con un promedio de 6,2 años de un máximo de 7 en toda la casa de estudios.

En este contexto, Dooner destaca que la FAU tiene una buena experiencia anterior en autoevaluación y acreditación, y actualmente se encuentra trabajando coordinadamente con la Vicerrectoría en la elaboración de las encuestas para el proceso que lleva a cabo actualmente la carrera de Diseño.

"Estos procesos de autoevaluación son también de aprendizaje institucional. Cuando esto se lleva a cabo hay mucho movimiento en las unidades, se generan registros, se mejoran los sistemas de información, se generan instancias de conversación que habitualmente no se producirían, y eso es la gran riqueza que tienen", finaliza la coordinadora.