Tras destitución de Dilma Rousseff

Gilberto Aranda: "En caso de elecciones anticipadas la primera opción aún la tiene el PT"

"En caso de elecciones la primera opción aún la tiene el PT"
"La destitución de Dilma no resuelve nada, es un símbolo simplemente que quiere entregar la clase política", dijo el profesor Aranda.
"La destitución de Dilma no resuelve nada, es un símbolo simplemente que quiere entregar la clase política", dijo el profesor Aranda.
La ex Presidenta Dilma Rousseff fue destituida con el voto de 61 senadores y el respaldo de sólo 21, por lo que Michel Temer se transformó en el nuevo Presidente de Brasil.
La ex Presidenta Dilma Rousseff fue destituida con el voto de 61 senadores y el respaldo de sólo 21, por lo que Michel Temer se transformó en el nuevo Presidente de Brasil.

El 1 de enero del año 2003 el histórico dirigente sindical metalúrgico y líder del Partido de los Trabajadores (PT), Luis Inacio Lula da Silva se convirtió en Presidente de Brasil, abriendo un ciclo político marcado por una fuerte inyección de recursos fiscales en programas sociales que permitieron que millones de personas salieran de la pobreza, respaldado por el 61,27 por ciento de los votos en la segunda vuelta. 

Este triunfo inauguró 13 años de hegemonía del partido de izquierda, en el que tras dos períodos presidenciales Lula fue reemplazado por la ex guerrillera, Dilma Rousseff, quien a pesar de profundizar los programas sociales del gobierno de Lula, vio menguar su apoyo en las encuestas debido a la crisis económica, y acusaciones de corrupción que de todas manera afectan transversalmente a dirigentes políticos y parlamentarios de todo el arco político, lo que terminó en un proceso de destitución en el que el Senado acaba de deponerla del cargo con 61 votos contra 21, ungiendo a Michel Temer, antiguo aliado y hoy opositor del gobierno, como nuevo presidente.

Para profundizar respecto a las distintas aristas y consecuencias a nivel local y regional de la destitución de la ahora ex Presidenta Rousseff, conversamos con el académico del Instituto de Estudios Internacionales (IEI), Gilberto Aranda, especialista en temas de América Latina.

Terminan 13 años de gobierno del PT en Brasil. En su opinión, ¿cuál es el legado de este gobierno de izquierda?

La inclusión de sectores sociales que se sentían postergados y que a partir de una inyección de recursos fiscales tuvieron mayores accesos a derechos y servicios a través de la bolsas de trabajo, vivienda, familia. Todos los programas del PT implicaron acceso a beneficios que durante décadas estas personas no tuvieron, por lo que todavía existen particularmente en el Brasil más pauperizado del noreste, importantes bolsones de apoyo mayoritario al PT.

También hay un legado internacional donde Brasil pasó de ser una potencia regional a ser un Estado que intenta ser un un jugador internacional como se puede apreciar en el BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Hasta antes de la llegada del PT, la apuesta internacional era que el país fuera un comerciante global con un lugar prioritario en América Latina. Lo que hace Lula es que la idea de una potencia global se transforme en algo efectivo. De todas maneras la economía nos ha dejado descubierto un gigante que tiene todavía pies de barro, pero que es tratado de igual a igual por el club de potencias emergentes: India, Sudáfrica, etc., y eso constituiría el otro aporte del PT más una convergencia regional a través de organismos como la Unasur o la Celac.

Esta derrota, ¿significa el fin del PT como partido con capacidad para llegar al gobierno?, ¿queda muy golpeado?

No definitivamente, entre otras cosas porque la mayor parte de los análisis han olvidado que todavía hay recursos contra Temer, que de prosperar antes del 31 de diciembre obligarían a convocar elecciones anticipadas. Si no, Temer se mantendrá hasta el 31 de diciembre de 2018.

En cualquier contexto electoral, a fin de año o incluso en 2018 el PT tendría la primera opción para recuperar el gobierno. Esto lo sabe Lula, y es por eso que -me voy a aventurar-, el PT estaba en contra de esta acusación pero tengo la impresión de que no hizo lo suficiente para impedirlo porque quieren situarse en una posición cómoda para recuperar el poder.

El sistema político brasileño tiene una amplia gama de pequeños partidos con representación parlamentaria, lo que obliga a amplias alianzas. ¿A qué se debe lo fluctuantes de estas alianzas, que tuvieron en un momento al nuevo Presidente, Temer, como un aliado de Rousseff, y ahora como un enconado opositor?

Muchas veces el gobierno se transforma en un gobierno de minoría al no contar con los apoyos suficientes en las Cámaras, lo que quedó claro en estas semanas. En este caso el partido de Temer, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), ha tenido un papel de bisagra que ha estado disponible para formar coaliciones amplias en diferentes gobiernos, y su historia está marcada por eso.

El PMDB ha tenido un rol mucho menos nítido en su posición ideológica en comparación con el PT de izquierda o el PSDB de centro, y siempre está disponible para llegar a acuerdos que le permitan acceder a cuotas de poder. Lo que pasa es que ahora la cuota es la jefatura de Estado, a lo que ha llegado a través de la vicepresidencia de Temer y ahora su presidencia.

La razón concreta de la destitución pareciera ser un tecnicismo, ¿qué es lo que está detrás de todo esto?

El mecanismo está previsto constitucionalmente por lo que no es un Golpe de Estado blando. Los golpes de Estado se caracterizan por ser interrupciones en la institucionalidad lo que no ha sucedido en este caso, esto está previsto. Otra cuestión es que este instrumento se utilice con fines políticos que es lo que ha ocurrido. Es una injusticia cuando se observa que lo que se le ha imputado es un delito de responsabilidad política frente a casos de corrupción flagrante, donde hay altos personeros de gobierno y oposición y una parte importante del Congreso cuya actuación está siendo investigada por aceptar sobornos, pagos de empresas, corrupción en Petrobras y obstrucción a la justicia.

Si uno observa lo global tiene que respaldar la tesis de que la Presidenta es un chivo expiatorio de la clase política para lavar sus culpas y aparecer ante la opinión pública nacional e internacional como un actor que hace lo que sea para atacar los delitos de corrupción, mientras no muestra esa misma premura para tratar los delitos de corrupción flagrante que hay en los distintos altos personeros de gobierno y oposición.

¿Qué consecuencias puede tener esta situación a nivel regional? Se ha hablado que hay un desplazamiento hacia la derecha o centro derecha y Brasil fue un actor fundamental para la consolidación de Unasur y Celac

La tesis del desplazamiento de las placas tectónicas de la política latinoamericana me parece que es un hecho pero este caso es particular porque este desplazamiento da cuenta de un electorado antes inclinado hacia la nueva izquierda y que ahora se inclina hacia opciones de centro y centro derecha lo que hace más competitiva las contiendas electorales.

En este caso no ocurre que un electorado se inclina hacia la derecha, es un mecanismo institucional que ha operado fundamentalmente por razones políticas el que da el gobierno a un personero de derecha. Acá tenemos un presidente que ha sido ungido institucionalmente sin el fervor popular que adquiere cuando es votado en un acto democrático, por lo tanto seguirá teniendo altas cotas de impopularidad y me temo que el tema de la estabilidad de Brasil es un tema pendiente. La destitución de Dilma no resuelve nada, es un símbolo simplemente que quiere entregar la clase política.

¿Esto implica que instrumentos como Celac y Unasur queden relegados de las prioridades brasileñas?

Eso lo vamos a ver, pero depende también mucho de los estilos de liderazgo para que estas instituciones intergubernamentales operen porque la Unasur y el Mercosur fueron mucho más operativas con Dilma y eran del mismo PT. El estilo de liderazgo de Temer no es uno del tipo carismático como el de Lula, es negociador, de muñeca, y uno podría presumir que a través de una negociación podría llegar a algunos acuerdos, sin embargo sus prioridades de modelo de desarrollo y de inserción internacional de Brasil son opuestas y eso se va a notar.