Investigación sobre manga y género

Estudiante de Teoría e Historia del Arte expone en congreso argentino

Estudiante de Teoría e Historia del Arte expone en congreso argentino
"Nobara" es el título del manga analizado por Gastón Muñoz.
"Nobara" es el título del manga analizado por Gastón Muñoz.
El cómic protegonista de la ponencia es obra de la japonesa Haruko Kumota.
El cómic protegonista de la ponencia es obra de la japonesa Haruko Kumota.

"NO-BARA for you: estudio de caso de representaciones subversivo-paternales en el manga yaoi contemporáneo" es el título de la ponencia que Gastón Muñoz -estudiante de Licenciatura en Artes con mención en Teoría e Historia del Arte de la U. de Chile- presentará en la mesa “Producciones artísticas de mujeres/con mujeres/para mujeres” el próximo 28 de septiembre, en el Museo MAR, una de las sedes de las II Jornadas Nacionales y I Congreso Internacional sobre Estudios de Género y Estudios Visuales.

En la exposición, Muñoz dará cuenta de los resultados de la investigación que llevó a cabo durante su período de intercambio en la Universidad de Tokio. En dicho trabajo, se emplean metodologías de la historia del arte y de los estudios visuales para el análisis de ciertas imágenes homoeróticas pertenecientes al yaoi, género del cómic japonés producido por mujeres y para audiencias femeninas.

 - ¿Cuáles son los principales puntos que destacarías de tu ponencia? ¿Sobre qué tesis se sostiene y qué conclusiones sugiere?

Al introducirse en el campo del manga (novela gráfica japonesa, digamos) masculina-homoerótica, nos encontramos rápidamente con dos polos. Por un lado, el género bara suele producirse por hombres homosexuales para una audiencia de hombres homosexuales, donde se destacan las contexturas robustas y testosterónicas de los personajes representados. El género yaoi, por el contrario, narra historias eróticas entre hombres desarrolladas originalmente por y para mujeres, donde los personajes suelen ser más ambiguos y estilizados.

Me interesé en el yaoi por un tema de gusto, pero también por las curiosas dinámicas de subjetivación y objetivación sexual de sus narrativas. Los principales aportes que propongo en este trabajo son propios y ajenos. En primer lugar, corroboro la conocida tesis de que los fenómenos en la cultura popular suelen acontecer en formas que son tanto normativas, como subversivas a la vez. Propongo, en segundo lugar, que ciertos grupos de jóvenes chilenos consumen cultura popular japonesa debido a que el repertorio de representaciones sexo-genéricas que ofrece es, por lo general, más variado e inclusivo.

Manga y género

- ¿Por qué surge tu interés por las representaciones asiáticas? ¿Qué vínculos observas entre ellas y este lado del mundo?

Gracias al Programa de Movilidad Estudiantil tuve el honor de cursar un semestre en la prestigiosa Universidad de Tokio. Pude estudiar con connotadas figuras, incluyendo al historiador del arte y de la moda Toby Slade, o participar de una clase magistral dictada por Akiko Mizoguchi, quien comenzó a emplear la teoría queer en los estudios del yaoi tras doctorarse con Douglas Crimp.

La investigación que me lleva a Mar del Plata la realicé bajo la tutela de Sharalyn Orbaugh, quien estudia la cultura popular japonesa desde la óptica de las tecnologías afectivas. Mi trabajo crítico y curatorial apunta, provisoriamente, a que cierto contagio de la cultura popular del sudeste asiático hacia subculturas de jóvenes latinoamericanos funciona como dispositivo afectivo de agenciamiento sexo-identitario. Este agenciamiento responde a un modelo neo-orientalista, siguiendo la línea de Edward Said, debido a que muchas veces las imágenes asiáticas ―al ser apropiadas por nuestras culturas― pasan a ser transparentadas de posición enunciativa; lo cual es propiciado por el consumo cultural neoliberal globalizado.

-¿Qué relevancia tiene para ti abordar, o poner en discusión, la temática de género?

La relevancia de esta temática -práctica, en el mejor de los casos- pasa por mi corporalidad. A pesar de que me identifico como intersexual, algo de hombre y algo de mujer, el espacio social que habito ―la calle, la academia, el circuito― me define como hombre homosexual, con los privilegios y prejuicios que aquello conlleva. El modo en que configuro mi identidad implica que conciba el pensamiento heterosexual como convención arbitraria y, eventualmente, variable, por lo que considero que mis aportes intelectuales deben responder a esta matriz.

Actualmente, Gastón Muñoz cursa el octavo semestre de la carrera de Teoría e Historia del Arte, y por estos días está enfocado en su investigación de egreso. "Estudio las dinámicas de poder reflejadas en la pintura chilena reciente. Debo mucho a la guía de los académicos Federico Galende y Sergio Rojas en esta empresa, y a mi tutor Cristian Vargas", señala el estudiante.

Gastón expondrá en las II Jornadas Nacionales y I Congreso Internacional sobre Estudios de Género y Estudios Visuales el miércoles 28 de septiembre, entre 9:00 y 16:00 hrs., en el Museo MAR.