Felipe Gallardo asumirá como miembro del Consejo de Monumentos Nacionales

Felipe Gallardo será miembro del Consejo de Monumentos Nacionales
Profesor Felipe Gallardo.
Profesor Felipe Gallardo.
Profesora María Paz Valenzuela.
Profesora María Paz Valenzuela.
Consejo de Monumentos Nacionales.

El profesor Felipe Gallardo, académico del Instituto de Historia y Patrimonio (IHP) FAU, es el nuevo representante de la Facultad en el Consejo de Monumentos Nacionales. Gallardo fue electo por el cuerpo académico del Instituto, y reemplazará a la profesora María Paz Valenzuela, quien ejerció el cargo por un periodo de seis años.

La participación de nuestra Universidad en el Consejo está reconocida en la Ley 17.288 de Monumentos Nacionales, promulgada en 1970, en la que se estableció un cupo para el Instituto de Historia de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile. Esto en consideración del carácter público, histórico y nacional de la Universidad además de ser el Instituto, la única institución con una tradición en investigación y puesta en valor del patrimonio arquitectónico en la época, manteniéndose hasta el día de hoy la condición en la institución heredera del anterior Instituto, que es el IHP.

El profesor Gallardo destaca que, pese a ser este un puesto asegurado para la Facultad hace más de cuarenta años, es hoy en día que cobra aún más relevancia el hecho de que sea la Universidad de Chile la que esté presente en el organismo: "La visión que nosotros tenemos de Universidad, el gobierno interno y elección de autoridades, con todas sus carencias y dificultades, sigue siendo un acervo valiosísimo que nos hace merecedores y aptos para asumir estas funciones. No hay otra institución educacional en este país que cumpla los requisitos que nosotros cumplimos en el Consejo".

Sobre la labor propiamente tal, Gallardo indica que su visión pretende integrar las distintas visiones que actualmente existen del patrimonio, en donde se encuentra lo tangible y lo intangible. Las concepciones modernas exceden a los edificios o monumentos, estando muy presente la idea de patrimonio cultural en sus distintas expresiones (gastronómico, paisajístico, musical, etc.). Ante esto, el académico expresa que una ley creada entre las décadas de 1960 y 1970 es insuficiente para las tareas que hoy en día implican la protección del patrimonio.

"Pese a ello, como esta es una ley, está sujeta a interpretaciones y no existen reglamentos. Por eso la tarea de la Universidad es anclarla a la realidad contemporánea y, al mismo tiempo, ser fieles a nuestro rol intelectual para lograr que la ley se haga cargo de los monumentos", expresa.

Para Gallardo, una de las fallas actuales en temas de patrimonio es el hecho de que la Ley de Monumentos y el Consejo tienen que suplir las carencias de los instrumentos de planificación territorial. "Las agrupaciones ciudadanas, los colectivos o grupos de vecinos, cuando perciben que hay una degradación de su medioambiente fruto de las carencias de la legislación urbana, descubren que un resquicio legal efectivo para protegerse es apelar a la Ley de Monumentos. Entonces surge una especie de fiebre patrimonial que se utiliza para un fin no patrimonial, como lo es detener la expansión inmobiliaria que sobre-explota los territorios, la gentrificación, etc. Esto al final termina en que se detiene el desarrollo inmobiliario pero no se protege el patrimonio", indica.

Por último, Gallardo indica que es necesario distinguir entre las construcciones con valor patrimonial y aquellas que necesitan ser protegidas con la condición de Monumento Nacional: "Lo protegido debe ser aquello en lo que hay consenso que debe ser heredado. No necesariamente porque tenga valor hay que protegerlo, pues este acto apunta a conservar en un estado determinado, y hay que tener cuidado porque se puede terminar atentando contra el desarrollo del objeto patrimonial a futuro. Si hubiéramos conservado la cueca como era en el siglo XIX no tendríamos la cueca chora o la cueca urbana, por ejemplo".

La evaluación saliente

La profesora María Paz Valenzuela, quien completó dos periodos consecutivos como representante del IHP en el Consejo, destaca que su participación se basó en ofrecer una mirada técnica de los asuntos patrimoniales. "La Universidad debe aportar desde lo técnico y a mí tal vez se me hizo fácil porque mi línea de investigación es el patrimonio arquitectónico y mi quehacer docente es sobre arquitectura chilena y latinoamericana", expresó.

"Nuestra participación se sustenta en una investigación permanente y una tradición en la puesta en valor del patrimonio arquitectónico que justifica nuestra presencia en el Consejo. El Instituto apoya con su quehacer investigativo las declaratorias de Monumento Nacional”, agrega la académica.

La posibilidad de trabajar en conjunto con ministerios y servicios, las salidas a terreno y el contacto con profesionales jóvenes de distintas áreas son elementos que la profesora Valenzuela también destaca como parte de una gran experiencia en el puesto. "El ser consejero te permite vincular la academia con la realidad, lo que es algo valioso cuando trabajamos desde la creación del conocimiento", indicó.

Como crítica, la académica indicó que pidió no ser renovada en su cargo por la prevalencia muchas veces de criterios políticos por sobre los técnicos en el Consejo en el último tiempo, recalcando que a su juicio el rol de la Universidad es relevar los aspectos técnicos en la discusión patrimonial, con el fin de que esta valoración sea permanente en el tiempo.

Finalmente, la directora electa del Instituto de Historia y Patrimonio, deseó éxito al profesor Gallardo como nuevo miembro del CMN, “en la seguridad que mantendrá la tradición heredada de grandes representantes que ha tenido el IHP en la historia del Consejo, con nombres tan connotados como Fernando Riquelme, Juan Benavides y Hernán Montecinos, entre otros, todos ellos destacados académicos e investigadores de la FAU que han participado en el Consejo”.