Esperan creciente preferencia hacia la especialidad

Medicina de Urgencia abre sus puertas a estudiantes de quinto año

Medicina de Urgencia abre sus puertas a estudiantes de quinto año
Doctores Ulises González, Loreto Acuña y César Cortés, de la Unidad de Medicina de Urgencias del Hospital Clínico Universidad de Chile
Doctores Ulises González, Loreto Acuña y César Cortés, de la Unidad de Medicina de Urgencias del Hospital Clínico Universidad de Chile

Su director, el doctor César Cortés, explica que este curso forma parte de la innovación curricular para los estudiantes que actualmente cursan quinto año de Medicina, temática que en la malla anterior era un capítulo no obligatorio dentro del ramo de Cirugía. “Ahora podemos mostrar a los estudiantes nuestro enfoque o forma de pensar y trabajar al enfrentar a un paciente de diversa gravedad que consulta en un servicio de urgencia, que es diferente de la medicina tradicional de hospital. La diferencia radica en que, frente a distintas categorías o niveles de gravedad, desde leves a muy graves, la toma de decisiones debe ser rápida; el médico muchas veces comienza a tratar al mismo tiempo que va tomando la historia clínica, diferente de lo que se hace de manera habitual, que es tomar la historia, hacer los exámenes correspondientes y luego dar tratamiento. Ha sido un poco difícil cambiar la mentalidad de los estudiantes, lo vimos en la primera prueba; pero están bien contentos con el programa de actividades teóricas y prácticas que hemos planteado”.

La doctora Loreto Acuña, coordinadora del curso, señala que preparar esta asignatura ha sido todo un desafío “porque como somos la primera universidad que tiene un ramo para esta área -la mayoría de las otras instituciones tienen electivos o internados-, debimos crear el programa desde cero. Y como para nosotros todos los temas son importantes, al principio teníamos muchísimos incluidos, pero cuando nos enfrentamos al número real de clases y cuatro créditos, debimos reducirnos. Ha sido una experiencia súper interesante, los alumnos están ansiosos de aprender y fascinados porque dicen que es la primera vez que se les muestra el ejercicio real y práctico de la medicina. Por ejemplo, hicimos un taller para que vieran cómo es un box de reanimación y estaban felices, con muchas ideas de lo que ellos quisieran que les enseñáramos, pero estamos priorizando el programa establecido”.

Ansias de aprender

Este programa está organizado en módulos; el primero es síndromes frecuentes en la urgencia; el segundo reanimación cardiopulmonar y shock y el tercero es trauma, desastres y toxicología. “De esta forma, los estudiantes terminarán la asignatura sabiendo reanimación cardiopulmonar, que es un requisito de acreditación de todos los recintos de salud en los que podrían trabajar cuando egresen. En términos de desastres, contaremos con la participación de expertos que vendrán a colaborarnos, porque nuestra labor se desarrolla habitualmente dentro del hospital, y en este caso se requiere de poder desenvolverse en terreno, atendiendo por ejemplo las primeras necesidades sanitarias antes de ver pacientes. Y, en cuanto a toxicología, veremos el manejo de los pacientes intoxicados pero también las emergencias por contacto con materiales riesgosos, claves diagnósticas y tratamientos”, explica el doctor Cortés.

La doctora Acuña añade que, debido a que es una tarde a la semana y al gran interés que han demostrado los alumnos –“nos han pedido, por ejemplo, hacer turnos voluntarios, y ya ha venido uno”-, este curso a futuro debiera convertirse en una asignatura anual, “de forma de ver más temas y en mayor profundidad. Somos seis académicos, contamos con el apoyo de otros cuatro médicos, entre residentes y posbecados, y así podemos hacer las actividades prácticas organizando a los estudiantes en grupos de 20 personas, para que puedan tener cercanía con los instrumentos y puedan trabajar en casos clínicos. Que hayan reconocido la importancia de esta disciplina es muy valioso para nosotros, pero creemos que va a ser necesario contar con más tiempo y créditos, de modo de poder abarcar más temáticas que creemos que son indispensables”.

Esta nueva asignatura, añaden los académicos, redundará en que deberán modificar la pasantía que realizará el alumnado durante el internado y, a su vez, esperan un mayor interés al momento de elegir la formación en programa de especialidades. “Somos una disciplina más o menos nueva y nos conocen poco, pero creemos que eso va a cambiar con este curso”, finalizan.