Mecanismos para el aseguramiento de la calidad

Consejo Universitario aprobó las normas específicas del Reglamento de Autoevaluación Institucional

CU aprobó normas específicas del Reg. de Autoevaluación Institucional
La discusión sobre las normas específicas del referido reglamento consiguió el voto favorable del Consejo Universitario.
La discusión sobre las normas específicas del referido reglamento consiguió el voto favorable del Consejo Universitario.
Sesión Ordinaria del Consejo Universitario.
Sesión Ordinaria del Consejo Universitario.

A la Vicerrectora de Asuntos Académicos, prof. Rosa Devés, le correspondió presentar a los Consejeros la discusión sobre las normas específicas del proyecto de Reglamento de Autoevaluación Institucional, y especialmente lo referido a la constitución de la Comisión Superior del mismo proceso. Devés se refirió al trabajo de larga data para acordar el proyecto de reglamento, en el cual participó el Consejo de Evaluación como superintendencia evaluadora; la Prorrectoría; la Unidad de Autoevaluación, Acreditación y Calidad de la Vicerrectoría de Asuntos Académicos; y la asistencia de la Dirección Jurídica.

En relación a los esfuerzos institucionales por adoptar instancias de evaluación para el mejoramiento, la profesora Devés se remontó a la historia: "Esto no es algo que comienza hoy, sino que en el año 1995, cuando la Universidad crea un Comité de Evaluación Institucional en ese momento vinculado a la Dirección de Planificación. Profesores como la decana Marcela Pizzi, el vicedecano Raúl Atria, Eduardo Bustos y Juan José Villavicencio fueron partícipes en su momento", relató.

“En el año 2000 este Comité se transforma en el Comité de Autoevaluación Institucional, con cambios que iban siguiendo en paralelo la maduración de este tipo de procesos a nivel nacional, y de alguna manera la Universidad de Chile los ha liderado y ha estado siempre en la frontera de ese avance”, contó.

Luego en diciembre de 2015 se vuelve a revisar ese Comité, ad portas de un nuevo proceso de autoevaluación intermedia, "y se le otorga la tarea de asumir transitoriamente el proceso mientras formalizamos la Comisión Superior de Autoevaluación Institucional", explicó Rosa Devés.

El Decano Patricio Aceituno, quien fuera Vicerrector de Asuntos Académicos entre 2010 y 2014, también se refirió a la historia del reglamento y la participación desde esa vicerrectoría cuando se asumió la presidencia del Comité de Autoevaluación Institucional, recordando el arduo trabajo que ha significado para la Universidad acordar el proyecto de reglamento. Respecto de la importancia y complejidad del proceso, el decano señaló que la Universidad debe resguardar los planes de cada unidad académica y que en razón de aquello destaca la importancia de la participación de la VAA en la Comisión Superior que dirigirá la Autoevaluación Institucional.

En tanto, el Decano Manuel Kukuljan se refirió a la relevancia de incorporar elementos técnicos que garanticen rigurosidad en las revisiones "se requieren competencias necesarias, más allá de ser profesor titular o no, para analizar una institución compleja. En nuestra experiencia, ha sido un ingeniero industrial quien nos ha asesorado respecto de los procesos de la Facultad", comentó.

La exposición de antecedentes contó también con la presencia de la presidenta del Consejo de Evaluación, Cecilia Hidalgo, y de Pablo Duarte, Secretario Ejecutivo del organismo, quienes celebraron que finalmente se haya acordado un proyecto de reglamento que pueda ser votado en sus normas específicas luego que el Senado Universitario -a fines de 2016- le haya otorgado su voto favorable a la fundamentación y disposiciones generales. De igual forma, el Consejo Universitario también le otorgó su voto favorable al Reglamento de Autoevaluación Institucional.

Con su aprobación, la profesora Hidalgo, manifestó su satisfacción por tal hito: "Felizmente estamos alcanzando importantes etapas. Este es un proceso muy necesario para lo que sigue en los dos años que vienen, que es la acreditación de la Universidad nuevamente. Por lo tanto me parece excelente que este reglamento sea aprobado y se ponga en marcha", expresó Hidalgo.

Pablo Duarte, en tanto, manifestó que "han sido 9 años de trabajo colaborativo entre distintos organismos de la Universidad, que finalmente han permitido avanzar en la consolidación de una cultura de autoevaluación y en la instalación plena de la función evaluadora en nuestra institución", recalcó.

Normativa

En la presentación del articulado, el Director Jurídico Fernando Molina, explicó que en la formulación del documento se acogieron las recomendaciones de los consejeros respecto de las normas específicas del reglamento, correspondientes a los Títulos II al IV, y así también sobre el articulado transitorio.

En ellos se aborda el carácter de la Comisión Superior de Autoevaluación Institucional y las Comisiones Locales; sus integrantes y formas de designación; su funcionamiento interno; y el rol del personal de apoyo a la Comisión Superior de Autoevaluación.

En particular, el reglamento menciona que la Comisión será integrada por cuatro académicos, cuatro miembros del equipo directivo de Rectoría e incorporará también a un académico o profesional, chileno o extranjero, de reconocido prestigio en autoevaluación institucional, quien tendrá los mismos derechos y obligaciones que los otros miembros.

En cuanto a las funciones de la Comisión se destaca que debe dirigir y promover el desarrollo del proceso; velar por la aplicación uniforme de criterios y parámetros; elaborar informes anuales; proponer al Rector la implementación de medidas excepcionales de mejoramiento; además de formular al Consejo de Evaluación propuestas de modificación al presente reglamento, entre otras.

En su etapa previa, el Senado se pronunció favorablemente sobre la fundamentación y disposiciones generales, destacando que el mensaje incorpora elementos como la consideración de la educación como derecho social, el compromiso social con la calidad, la expansión de la demanda por la educación superior, la gestión de las instituciones de educación superior, y la necesidad de redes internacionales.

También, el documento considera necesario que el proceso integre todos los ámbitos del quehacer de la Universidad; que sea sistemático y periódico; que adopte las necesidades locales de forma flexible; que genere información estratégica y que también sea coherente con los PDI locales.