Un llamado a las autoridades políticas latinoamericanas para que “consideren la educación estatal como un asunto de la mayor importancia estratégica”, es uno de los puntos principales de la “Declaración de Santiago”, documento dado a conocer hoy tras la realización de la VIII Asamblea General de la Red de Macrouniversidades de América Latina y el Caribe, que se efectuó en la Universidad de Chile.
"Las universidades públicas de Latinoamérica y el Caribe son un espacio de pensamiento y formación pluralista de excelencia que garantizan el desarrollo de sus países y, por ende, de la región", expresa la misiva suscrita por los asistentes al evento en representación de sus instituciones.
El documento de seis puntos defiende también la autonomía universitaria y el potenciamiento del intercambio estudiantil y académico entre los planteles de la región, en miras a soluciones conjuntas a los problemas comunes, que permita “enfrentar mejor la pobreza, la corrupción y la inestabilidad política”.
Al mismo tiempo, la declaración expresa la preocupación de que “en algunos países los gobiernos y cuerpos legislativos se hayan ido desentendiendo de su responsabilidad para con la provisión de enseñanza universitaria pública”, delegándola en el “sector privado a un alto costo y sin garantías de calidad”.
Los rectores aprovecharon la oportunidad para expresar su solidaridad con los más de 800 mil estudiantes latinoamericanos y caribeños que cursan estudios en Estados Unidos, y que “eventualmente, pudieran resultar perjudicados con las medidas anti inmigrantes impulsadas por el gobierno estadounidense”.
Las declaraciones, dadas a conocer este 24 de abril, devienen del trabajo de dos jornadas que tuvieron los más de 30 representantes de universidades públicas, entre ellas, la Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad de Buenos Aires y la Universidad de Sao Paulo, quienes se reunieron también con la Presidenta Michelle Bachelet.
