Gargarella en taller INAP: "Tenemos constituciones con derechos del siglo XXI, y organización del poder del siglo XVIII"

Gargarella plantea falencias de constituciones latinoamericanas
El profesor Gargarella explicó su tesis sobre el nuevo constitucionalismo latinoamericano.
El profesor Gargarella explicó su tesis sobre el nuevo constitucionalismo latinoamericano.
El académico del INAP Felipe Agüero moderó la sesión.
El académico del INAP Felipe Agüero moderó la sesión.
 Claudia Heiss, académica del INAP, y Patricio Zapata, exPresidente del Consejo de Observadore del proceso constituyente, comentaron la exposición de Roberto Gargarella.
Claudia Heiss, académica del INAP, y Patricio Zapata, exPresidente del Consejo de Observadore del proceso constituyente, comentaron la exposición de Roberto Gargarella.

"Constitución y Derechos: Diseñando la Sala de Máquinas", así se tituló el taller dictado por el sociólogo, abogado e investigador de la Universidad Torcuato di Tella y la Universidad de Buenos Aires, Roberto Gargarella, realizada el jueves 4 de mayo en la Casa Central de la Universidad de Chile.

El encuentro, organizado por el Instituto de Asuntos Públicos junto a la Cátedra de Derechos Humanos de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones de nuestra casa de estudios y el Instituto de Investigación en Ciencias Sociales de la U. Diego Portales, contó con la participación de la Vicerrectora Faride Zerán, y con un saludo especial del Rector Ennio Vivaldi. El académico del INAP y miembro de la Cátedra de Derechos Humanos, Felipe Agüero, moderó la sesión.

El profesor Gargarella explicó su tesis de que el constitucionalismo latinoamericano es en realidad "demasiado viejo", pues si bien incorpora derechos sociales, no incluyen modificaciones a la "sala de máquinas" de la Constitución, es decir, la forma en que se organiza el poder.

"Habitualmente trabajo con cierto enojo sobre cómo se ha ido desarrollando el constitucionalismo latinoamericano. El caso de Venezuela es una ratificación de lo que esta detrás de mi presentación. Mi enojo es ver que muchos que han abrazado los ideales igualitarios del siglo XX lo han hecho inundando las constituciones de derechos, como si eso fuera el tema central de un proyecto igualitario, descuidando los apartados que hablan de la organización del poder", señaló.

"La Constitución de México de 1917 es notable en ese sentido, porque fue la primera Constitución que incorpora de esa manera los derechos sociales, pero no lo hizo en la organización del poder. Así, tenemos constituciones grandes en derechos, pero que mantienen intocada una organización del poder del siglo XVIII, basada en una concepción democrática elitista. Son organizaciones del poder a la vieja usanza, del siglo XVIII, y con derechos del siglo XXI", explicó.

El académico dio cuenta entonces de cómo se manifiesta dicha contradicción: "Es obvio que una Constitución no puede ser al mismo tiempo una Constitución de la participación popular y una de la concentración del poder. Las dos cosas al mismo tiempo no pueden pasar. Cuando la sociedad civil quiere poner en marcha los increíbles derechos participativos que se incorporan a la Constitución reciben sistemáticamente un veto presidencial", advirtió.

La académica del INAP Claudia Heiss, quien se ha especializado en el cambio constitucional, y Patricio Zapata, quien presidió el Consejo de Observadores del proceso Constituyente, comentaron la exposición de Roberto Gargarella.

"El proceso constituyente chileno adolece precisamente de esa contradicción. Hemos tenido en la fase de los Encuentros Locales Autoconvocados una participación expresiva que fue muy emocionante y generó muchas expectativas, sin embargo no son vinculantes. Y al mismo tiempo esto se contrasta con la fase institucional completamente aislada del proceso que sí es vinculante y que vuelve a ser a puertas cerradas y con los mismos de siempre", señaló Claudia Heiss.

Patricio Zapata, quien se desempeña como decano de la Facultad de Derecho en la Universidad de las Américas y profesor en la Universidad Católica, aseguró que que el interés por los derechos en materia constitucional también se da en el ámbito académico. "En el medio jurídico hay una percepción desproporcionada sobre los derechos en desmedro de otras preocupaciones en materia constitucional. Esto se da no sólo en círculos académicos progresistas, sino también en esferas más conservadoras", dijo Patricio Zapata. Además señaló que es necesario precisar mayormente cuáles son los elementos consittutivos de la sala de máquinas descrita por Gargarella.

En tanto, la Vicerrectora de Extensión y Comunicaciones, Faride Zerán, destacó el rol que le compete a la Universidad de Chile en esta materia: "Este año es electoral, estamos en un momento de crisis institucional y además de cambio constitucional. La Universidad de Chile no puede estar ausente de este debate", afirmó.

"Como Cátedra de Derechos Humanos hemos puesto el foco en este proceso porque entendemos la necesidad de instalar en el debate, no sólo el mecanismo a través del cual logremos una nueva Constitución legitimada por todos y todas, sino que principalmente su contenido", agregó.

El profesor Gargarella coincidió en la importancia de la academia. "Como doctrinarios, como teóricos del derecho, parte de la responsabilidad es nuestra. Y pensar una Constitución a la luz de la idea de democracia no elitista, deliberativa y dialógica, exige pensar otras instituciones", aseguró.