El pasado martes 25 de abril, un primer grupo de estudiantes de la U. de Chile llegó hasta las dependencias del Museo de la Memoria y de los Derechos Humanos. Allí, Renata Puelma, guía del Museo, habló sobre el rol de la prensa durante la época de la dictadura, las organizaciones que apoyaron y trabajaron con los familiares de los detenidos desaparecidos, la sistematización de las técnicas de tortura, entre otras situaciones que ocurrieron entre 1973 y 1989 en nuestro país.
Ésta fue la primera de una serie de visitas guiadas que se desarrollarán durante todo el 2017. Inicialmente, están dirigidas a estudiantes que hayan ingresado a la universidad por alguna vía de equidad e inclusión (no PSU), sin embargo, se aspira extender el beneficio a toda la comunidad estudiantil.
Otros convenios a la espera de ser aprobados son con el Museo Artequin, que implica una rebaja del cincuenta por ciento del valor de la entrada, y con Matucana 100, permitiendo un 2x1 para ir a cualquier espectáculo en ese recinto, esto correrá tanto para los funcionarios, como para los académicos y estudiantes de esta Casa de Estudios.
Además de poder beneficiar a los distintos actores de la comunidad de la U. de Chile, estas iniciativas buscan aportar a la formación integral de los estudiantes. “Además de las becas y beneficios en el ámbito socioeconómico, se quiere que los alumnos puedan obtener una formación cultural y ciudadana, disminuyendo así las inequidades propias del sistema en el acceso a bienes culturales. (…) el foco es apoyar a los estudiantes que han tenido menos opciones, por ejemplo, quienes son de regiones y no hayan podido acceder a distintos espacios culturales”, explica Jorge Beltrán, encargado de convenios de la DBE, quien forma parte del equipo que coordina este proyecto.
Además, la iniciativa de acceso a la cultura tiene el objetivo de fomentar y desarrollar mecanismos de colaboración con instituciones públicas y privadas, para elaborar nuevas actividades que generen impacto en el desarrollo socio-cultural de los alumnos de la U. de Chile, y favorecer una mejor preparación para el mundo laboral.
La actual DBE ha reforzado el concepto de bienestar, no tan solo como la administración de beneficios estudiantiles, sino en relación a la calidad de vida de los alumnos.
“La generación de las condiciones necesarias para la completa inclusión de los jóvenes en la vida universitaria exige, no solo tener una trayectoria académica exitosa, sino que beneficiarse de todas aquellas oportunidades que brinda la universidad y entre éstas se encuentra la formación cultural. Nuestro rol de soporte, llevado al plano de la cultura, es un puntapié inicial para que la inclusión efectivamente se concrete. No basta con asignar una beca o asegurar la entrada a un concierto, necesitas hacer el debido acompañamiento para que efectivamente estos beneficios tengan un impacto en la trayectoria de los estudiantes”, explicó Pamela Díaz-Romero, Directora de Bienestar Estudiantil.
Actualmente, se está en conversaciones con el Museo Salvador Allende, el Teatro Nacional, la Sala Master y el Centro de Extensión Artística y Cultural de la U. de Chile. Estaremos informando oportunamente el resultado de estas acciones.