Carmen Andrade tras viaje al Líbano

"Las mujeres chilenas pueden hablar con mujeres libanesas, africanas o europeas y todas sabemos de qué trata la discriminación"

Las chilenas hablamos con libanesas y sabemos qué es discriminación
En su segundo viaje a Líbano, Carmen Andrade fue a compartir la experiencia en materias como institucionalización de políticas de género con sus pares libanesas.
En su segundo viaje a Líbano, Carmen Andrade fue a compartir la experiencia en materias como institucionalización de políticas de género con sus pares libanesas.
Carmen destacó como un avance la existencia de un nuevo Ministerio para Asuntos de la Mujer, a pesar de que la primera persona a cargo es un hombre.
Carmen destacó como un avance la existencia de un nuevo Ministerio para Asuntos de la Mujer, a pesar de que la primera persona a cargo es un hombre.

Entre el 15 y el 18 de mayo la directora de la Oficina de Igualdad de Oportunidades de Género, Carmen Andrade, participó en cinco conferencias en el marco de la "Semana de Chile en el Líbano", organizada por el Ministerio de Estado para los Asuntos de la Mujer de ese país, junto a la Embajada de Chile. 

El objetivo del espacio fue intercambiar experiencias entre ambos países respecto a diferentes materias relacionadas con la mujer, como participación política, institucionalización de políticas de igualdad de género, lucha contra la violencia de género, reducción de la pobreza y empoderamiento de las mujeres.

Uno de los elementos que destacó Andrade sobre su experiencia fueron las diferencias existentes entre las comunidades cristiana y musulmanas, teniendo la primera visiones más "occidentales" que las segundas respecto a estos temas. "Las mujeres de familias cristianas están interesadas en temas como las cuotas para acceder al poder político, por tener mayor representación política y yo diría que no existe tanta distancia con las luchas que damos las mujeres en Chile", aseguró.

En contraste, en las zonas musulmanas más pobres la recepción fue diferente, habiendo "un recibimiento entusiasta por parte de las mujeres y distante y diría que de cierto rechazo de parte de los hombres" en este caso.

Nada de esto, sin embargo, impidió que se desarrollaran debates respecto a las materias planteadas en las exposiciones de Carmen Andrade, quien relató que "en cada uno de los eventos era una suerte de pretexto y quienes conversaban eran ellos, en una experiencia que luego el ministro de la Mujer, Jean Oghassabian, me explicó que era algo nuevo, que hombres y mujeres se sentaran a discutir temas de género".

Consultada sobre el hecho de que el ministro de Asintos de la Mujer fuera un hombre, ex militar del Ejército Libanés, Carmen Andrade explicó que visto en el marco del contexto local, "tener un ministro hombre representa un esfuerzo por avanzar en el tema, porque abre diálogo con los hombres. En cada actividad hubo hombres de la política o líderes locales presentes, los que no habrían participado de no haber sido por la presencia de Oghassabian".

Respecto a la relevancia de este tipo de instancias de debate e intercambio de experiencias, Andrade valoró la oportunidad de abrir espacios de diálogo y colaboración respecto a los temas de género, ya que "creo que son temas que nos acercan, porque a pesar de todas las diferencias la discriminación existe allá y acá, con distinta cara o forma, pero las mujeres chilenas pueden hablar con mujeres libanesas, africanas o europeas y todas sabemos de qué trata la discriminación". 

El ministro Oghassabian destacó por su parte la importancia del intercambio de experiencias "para enriquecer las soluciones y propuestas que se puedan en el futuro transformar en proyectos concretos", y destacó la existencia de cuotas de género en el sistema político chileno, como una medida que beneficia a las mujeres, ya que "la voluntad del poder político es el más importante e influyente" para asegurar sus derechos.