Generación 2016

La importancia del trabajo en conjunto

La importancia del trabajo en conjunto
La generación 2016 de kinesiólogos de la Universidad de Chile
La generación 2016 de kinesiólogos de la Universidad de Chile
Como mejores egresados fueron premiados los kinesiólogos Andrés Terreros y Luis Alarcón, quienes recibieron su distinción de manos del decano de la Facultad de Medicina, doctor Manuel Kukuljan.
Como mejores egresados fueron premiados los kinesiólogos Andrés Terreros y Luis Alarcón, quienes recibieron su distinción de manos del decano de la Facultad de Medicina, doctor Manuel Kukuljan.

El encuentro fue presidido por el decano de la Facultad de Medicina, doctor Manuel Kukuljan, junto con la directora de Pregrado del plantel, profesora Verónica Aliaga; directora de la Escuela de Kinesiología, Ana María Rojas, y el subdirector de esta unidad, profesor Rodrigo Rojo.

En la oportunidad, la profesora Rojas dijo a los nuevos titulados que “hemos puesto todo nuestro esmero, como cuerpo académico, en lograr que se transformen en los mejores kinesiólogos del país. Ahora enfrentan una etapa de grandes desafíos que no sólo se relacionan con poner sus competencias al servicio de las personas, sino también de abrirse paso en un país tremendamente competitivo y de grandes demandas sanitarias, donde a nuestra disciplina también le ha costado mucho crecer, madurar y mejorar sus estándares. Desde su creación ha tenido que luchar para ser reconocida como una profesión con una fuerte base disciplinar, como ciencia del movimiento, pero también con una fuerte base humanista, ya que centra su accionar en el paradigma de la clasificación internacional del funcionamiento, y por lo tanto se distancia de la mirada de la patología para moverse libremente en la mirada de la salud y sus diferentes estados. Pero como la mayoría de las profesiones que ha nacido desde las necesidades de la población, así también la kinesiología nace y crece para resolver los problemas de salud de personas en situación de discapacidad; para contribuir a solucionar las enfermedades infecciosas agudas y crónicas del aparato respiratorio, y las degenerativas asociadas al aumento de las expectativas de vida. Actualmente, nuestros desafíos sanitarios incluyen los relacionados con los estilos de vida de la población, como por ejemplo la obesidad infantil, el sedentarismo y las alteraciones derivadas de los cambios demográficos, como las enfermedades crónicas no trasmisibles. Esto nos pone un desafío del cual ustedes tendrán que hacerse cargo; tienen una gran responsabilidad social, por ser egresados de la Universidad de Chile. Pero no basta una buena formación; no serán capaces de realizar los grandes cambios que la profesión y el país necesitan si al salir de esta escuela tratan de caminar solos: el organismo que los está esperando para trabajar junto a ustedes es el Colegio de Kinesiólogos”.  

A nombre de los egresados de la generación 2016, el kinesiólogo Luis Alarcón recordó los difíciles inicios de la carrera tanto para él como para sus compañeros, así como agradeció a académicos y funcionarios de la Escuela de Kinesiología la contribución realizada en pos de su formación profesional, tanto como el apoyo demostrado a toda esta cohorte por parte de familiares y amigos. Además, resaltó la importante unidad que vivieron como generación, que llamó a mantener en lo venidero.

Conciencia de lo colectivo

Por su parte, el decano de la Facultad de Medicina, doctor Manuel Kukuljan, recalcó que “podemos demostrar nuestras capacidades, nosotros como académicos y ustedes como nuevos profesionales, como consecuencia de que estamos inmersos en una amplia red social que nos lo permite, y que involucra a todo el país, a todos los servicios de salud, a toda esta universidad, y a muchos actores que la mayoría de las veces son anónimos, pero que a través del tiempo y el espacio, han contribuido a que ser lo que somos. Es fundamental para el desarrollo del país que reconozcamos este deber que tenemos de conocer el origen de nuestras trayectorias para que ahora nos dispongamos a devolver, con nuestro trabajo, a la sociedad, y podamos contribuir a acrecentar esa misma trama social para los que vienen. Pero no en el sentido de una transacción, como un crédito, sino que a partir de estar convencidos de que funcionando de esa manera generamos un mejor país para todos, en el cual todos tenemos mayor posibilidad de acceder a la felicidad y a la plenitud de manera equitativa. Ese sentido de responsabilidad con el colectivo, junto con las habilidades y competencias profesionales que recibieron, es lo más importante que queremos encargarles a ustedes recordar.

Como mejores egresados, fueron premiados los kinesiólogos Andrés Terreros y Luis Alarcón; este último, también, fue distinguido por sus padres como mejor compañero. Finalmente, se vivió un momento especialmente emotivo, cuando el kinesiólogo Miguel Ángel Soto Fuentes recibió su título profesional de manos de su padre, el profesor Miguel Soto, académico del Programa de Anatomía y Biología del Desarrollo del Instituto de Ciencias Biomédicas.