Una terapia génica para la prevención y tratamiento de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA); un bioestimulante natural para mejorar la producción agrícola; el desarrollo de nanotransportadores para distribuir biológicamente fármacos al cerebro; un nanoplaguicida contra la bacteriosis del kiwi; y una mezcla de proteínas endulzantes para solucionar los índices de obesidad, fueron los cinco proyectos estudiantiles que destacaron en el “II Concurso de Patentamiento y Transferencia Tecnológica” y cuya premiación se realizó el miércoles 16 de agosto en el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (INAPI).
Con el impulso de la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo, junto al apoyo de la Comisión Central de Propiedad Industrial (CCPI), la iniciativa busca promover la protección de innovaciones generadas por estudiantes de pre y postgrado para su implementación en la sociedad. Hasta el momento se han galardonado 10 tecnologías y 7 han sido protegidas con patentes de invención, otorgándoles un financiamiento de 500 mil pesos, un estudio de arte previo y un programa de negocios.
Para el Director Nacional del INAPI, Maximiliano Santa Cruz, “el trabajo que desarrollan las universidades chilenas en investigación no se refleja con el número de solicitudes de patentes que presentan. Por ello, debemos trabajar por articular un sistema donde se integren todos los actores, ya que así los niveles de patentamiento aumentarían considerablemente en el país. Actualmente la Comisión Futuro plantea la creación de una Ley de Transferencia Tecnológica que regule los resultados investigativos financiados con fondos públicos, pues se trata de una responsabilidad mayor. El conocimiento no sólo debe quedarse en los papers, sino que transformarse en productos escalados en el mercado, para que la sociedad pueda ser beneficiada mediante diversos servicios”.
La innovación basada en ciencia atraviesa un momento histórico en la U. de Chile, pues sólo entre 2014 y 2015 se presentaron 70 solicitudes de patentes, además del registro de 30 licencias de tecnologías y un total de 15 spin off en diversas áreas de interés nacional. De acuerdo al Director de Innovación de la VID, Edgardo Santibáñez, “la institución es líder latinoamericana en generación de conocimiento y tecnología, pues ha impulsado un cambio cultural sobre la materia en su comunidad académica. Debemos seguir formando a profesionales, estudiantes e investigadores para que se enfoquen en la creatividad y entiendan la Propiedad Intelectual como un procedimiento fundamental para generar ventajas competitivas. Con el resguardo del conocimiento científico y las invenciones que este produce, Chile sería capaz de apropiar mayor valor”.
Asimismo, la Directora de Investigación de la VID, Silvia Núñez, señaló que “en los últimos años consolidamos una institucionalidad que permite organizar las actividades de innovación, mediante reglamentos e instrumentos de guía para los académicos. Buscamos transformar la ciencia básica en innovación, pero se necesita mayor financiamiento y capacidad humana, sumando la necesidad de proteger las diversas invenciones. Existen muchas posibilidades para que la sociedad conozca los avances creados en la institución, pues trabajamos junto a investigadores reconocidos internacionalmente y que desarrollan soluciones a problemas de gran interés social”.
Entre las nuevas políticas institucionales que la VID busca implementar, destacan los reglamentos de conflicto de interés y emprendimientos de base tecnológica. Además de un procedimiento para la creación de spin off universitarios; un presupuesto que permita dar lugar a la propiedad intelectual y prospección de mercados; y el desarrollo de otros instrumentos, como un concurso de prueba de conceptos y de patentamiento dirigido a investigadores.
Iniciativas científicas con visión innovadora
El proyecto "Método de tratamiento genético utilizando un virus y su uso en la prevención y tratamiento de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA)", liderado por el Investigador Postdoctoral del Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica (BNI), Vicente Valenzuela, y apoyado por el Académico de la Facultad de Medicina y Subdirector del BNI, Claudio Hetz, fue reconocido con el primer lugar en el concurso.
De acuerdo a Valenzuela, “este es un gran estímulo para seguir desarrollando investigación, pues actualmente estamos en proceso de patentamiento y buscamos transferir el proyecto a una empresa capaz de producir la terapia génica, teniendo en cuenta que en Chile es muy complejo de desarrollar. Hace seis años trabajamos en el mejoramiento o corregimiento del mal plegamiento proteico presente en diversas enfermedades neurodegenerativas, como el ELA, con la idea de hacer tratamiento a pacientes que padecen esta patología”.
El Profesor Hetz agregó que “buscamos complementar los modelos preclínicos con nuevos modelos animales, para generar una propiedad intelectual más robusta y luego licenciar. Esta tecnología se basa en el desarrollo de estrategias novedosas, donde nos hemos aliado desde un comienzo con una empresa de Estados Unidos que está haciendo ensayos clínicos con este tipo de virus genéticamente modificado. Si esto funciona tenemos la posibilidad real de generar un producto transferible y que impactará la calidad de vida de muchos pacientes”.
En tanto, el segundo lugar fue obtenido por el proyecto “Bioestimulante natural para el mejoramiento de la producción agrícola”, integrado por el alumno Jorge Araya y el Académico de la Facultad de Ciencias, Michael Handford. Mientras que la iniciativa “Desarrollo de nanotransportadores para atravesar la barrera hematoencefálica y dirigir la biodistribución preferencial de fármacos al cerebro”, liderada por los estudiantes Johanna Catalán, junto a la académicos de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas, Javier Morales y Jenny Fiedler, ganaron el tercer lugar.
Por su parte, el “Nanoplaguicida como agente antimicrobiano contra la bacteriosis del kiwi”, desarrollado por la alumna de pregrado Camila Silva, los estudiantes de doctorado Edison Salas, Javier Campanini y Juan Andrades, el investigador postdoctoral Rodrigo Torres, y los profesores de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas, David Vásquez y Marcelo Kogan, fue reconocido en el cuarto lugar. Finalmente, “Mezcla de proteínas endulzantes bajas en calorías como aditivo para la industria alimenticia y solución a los índices de obesidad”, del alumno Luis Quiroz y la Académica de la Facultad de Ciencias, Claudia Stange, se posicionaron en el quinto puesto.