"Soy de los que miran la instrucción general, la educación del pueblo, como uno de los objetos más importantes y privilegiados a que pueda dirigir su atención el gobierno; como una necesidad primera y urgente; como la base de todo sólido progreso; como el cimiento indispensable de las instituciones republicanas", señaló Andrés Bello en uno de los fragmentos del discurso que pronunció ante las máximas autoridades de la época: el presidente Manuel Bulnes, el ministro de Instrucción Pública, Antonio Varas, parlamentarios, autoridades militares y los estudiantes del Instituto Nacional, quienes se reunieron en el edificio ubicado en la esquina de Agustinas con San Antonio para la ceremonia de instalación de la U. de Chile.
Fue el 17 de septiembre de 1843, diez meses despúes de la ley que creó la U. de Chile, el 19 de noviembre de 1842, donde Bello, quien ya llevaba 14 años viviendo en Chile desarrollando diferentes áreas como el derecho y la gramática, pronunció este discurso, hito que fue presenciado también por los cerca de 50 académicos de la naciente Universidad, tal como concita el artículo "Verso y reverso de nuestro primer rector. Discurso de instalación y Poesía de Andrés Bello", del académico de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Manuel Jofré.
El discurso, como señaló el profesor Jofré, "tiene una proyección de futuro y otorga a la Universidad ciertas funciones y labores, pero que al mismo tiempo posee una gran cantidad de verbos en pasado que apuntan a lo que la historia humana ha hecho; lo que hace Andrés Bello es fijar un hito tomando esa historia como un punto de partida nacional y republicano”.
Para la directora del Archivo Central Andrés Bello, Alejandra Araya -unidad que custodia los manuscritos de Bello, material que hoy se encuentra digitalizado y disponble a todo público-, a partir del discurso de instalación “lo que está haciendo Bello es poblar un nuevo espacio público de nuevos símbolos, que en este caso es la universidad. Creo que esa es la fuerza del texto, que es como la carta magna de la Universidad de Chile: están todas sus misiones y sus propuestas que siguen siendo vigentes, y no obstante que la Universidad se ha transformado mucho, es un referente permanente en distintas modulaciones".
Otro de los aspectos históricos de este discurso es el paso de la Universidad de San Felipe -cuyo cierre fue oficializado el 17 de abril de 1839- a la Universidad de Chile. Esta decisión "es un quiebre con la universidad de antiguo régimen, una universidad que es una corporación en la que se formaron varios de los intelectuales y académicos que pasan a ser parte de la Universidad de Chile. Es un gesto de ruptura institucional, simbólica y de la forma de entender los estudios", planteó el profesor de la Facultad de Filosofía, Carlos Ruiz Schneider.
Chile pasaba a tener, en palabras del profesor del Instituto de la Comunicación e Imagen, Carlos Ossandón, "una universidad republicana y estatal. Ahí Bello es muy nítido al perfilar una universidad que se preocupe por los problemas y los temas del país. Ahí hay un cambio, está puesto otro objetivo bajo otro contexto, bajo otra perspectiva y estrategia política e histórica, ciertamente".
El discurso fue publicado en la primera edición de la Revista Anales de la U. de Chile y ha seguido resonando en la historia universitaria hasta nuestros días. Recordado por la frase "todas las verdades se tocan", este discurso marcó los lineamientos fundacionales de la primera universidad pública de Chile, sentando las bases de su rol en el país.
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