La iniciativa es liderada por el Departamento de Oncología Básico Clínico

U-Redes financia búsqueda de nuevas dianas terapéuticas en cáncer

U-Redes financia búsqueda de nuevas dianas terapéuticas en cáncer
Doctores Héctor Contreras, Carmen Romero, Lilian Jara y Felipe Oyarzún.
Doctores Héctor Contreras, Carmen Romero, Lilian Jara y Felipe Oyarzún.

Se trata del proyecto “DiNaC: Identificación de nuevas dianas terapéuticas y desarrollo de nanoformulaciones para el tratamiento cánceres de alta mortalidad en Chile”, el cual, además, fue adjudicado con el puntaje máximo, obteniendo el primer lugar de entre los que postularon a estos fondos concursables.

“Una de las características de estos recursos es que están orientados a utilizar la capacidad instalada que tienen diferentes grupos de investigación ya establecidos, por lo que es un llamado a la consolidación de estas redes, levantando información que está parcelada, de modo que la suma de todas esas partes hagan un todo que pueda ser un producto emergente factible de traducirse en un proyecto de mayor envergadura, como un Anillo o un Fondef, por ejemplo”, explica el doctor Contreras.

En este caso, el proyecto reúne las contribuciones hechas por las respectivas líneas científicas de las doctoras Lilian Jara, integrante del Programa de Genética Humana del ICBM, en cáncer de mamas; Carmen Romero, jefe del Laboratorio de Endocrinología y Biología de la Reproducción del Departamento de Obstetricia y Ginecología del HCUCH, en cáncer de ovario epitelial, y del propio doctor Contreras, en cáncer de próstata. “Esos tres cánceres son relevantes y tienen una alta mortalidad. Por tal motivo, es importante que nuestros estudios básicos puedan proyectarse a un estudio traslacional, logrando encontrar blancos terapéuticos relevantes, con el objeto de encontrar nuevas terapias. Es por esto que nos asociamos con el doctor Felipe Oyarzún, de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas, quien trabaja en la formulación de nanopartículas y nanoformulaciones, con experiencia en estudios traslacionales. Adicionalmente, solicitamos la colaboración de otros investigadores de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias que tienen trabajos de investigación en nanotecnología, así como también el apoyo de varios profesionales clínicos de diferentes instituciones. Nuestra finalidad es lograr encontrar productos terapéuticos para estos tres tipos de cáncer”.

Y es que, añade el doctor Contreras, “acá lo relevante no es cada uno de estos cánceres en sí mismo, sino el grupo de pacientes que padecen alguna de estas enfermedades y que, más temprano que tarde, desarrollarán resistencia a los tratamientos actuales”.

Apuntando a derribar la resistencia

Por ejemplo, en el caso de los varones y el cáncer de próstata, el doctor Contreras da a conocer que las terapias actuales incluyen el bloqueo androgénico, con muy buenos resultados. “Pero hay un grupo de individuos, que en Chile son sobre 4.000 al año, que se hacen andrógeno resistentes”. Sucede lo mismo en el cáncer de mamas: “el tratamiento está bastante bien protocolizado; sin embargo, hay un grupo de pacientes, cercano al 20% del total, que se denominan triple negativos, pues sus células cancerígenas son negativas para receptores de estrógeno, de progesterona y para la proteína HER2 , lo que dificulta muchísimo su tratamiento”. Y, en el caso del cáncer de ovarios, “el problema es que se diagnostica tardíamente, lo que hace que la sobrevida alcance sólo al 30% de los casos”.

Por ello, el objetivo de esta red de trabajo, que además incluye a especialistas del Instituto Nacional del Cáncer y de Clínica Las Condes, es encontrar a partir de toda la información que generan las investigaciones de los doctores Contreras, Jara y Romero, las pistas que permitan establecer un marcador temprano que adelante el diagnóstico en el caso del cáncer de ovarios o que muestren un nuevo blanco terapéutico al cual apuntar en los de mamas, ovarios y próstata.

Tratamientos basados en medicina personalizada

“La idea es, analizando perfiles genéticos, células tumorales circulantes y microRNAs, tratar de pasar esa información a los que diseñan nuevas drogas en la forma de nanoformulaciones, como son los equipos académicos de las facultades de Ciencias Químicas y Farmacéuticas, y de Ciencias Veterinarias y Pecuarias. Es decir, entregarles los blancos o dianas terapéuticas para estos grupos de pacientes, de modo que puedan trabajar en las nanopartículas más apropiadas para disminuir la proliferación, invasión, angiogénesis y metástasis en estos tres tipos de cáncer”, acota el doctor Contreras.

- ¿Por qué el formato de nanoformulación?

- La propuesta es llegar de la forma más específica posible a atacar el tumor, porque hasta ahora lo que hay son tratamientos sistémicos, que hacen blanco sobre las células tumorales, pero también sobre las células no tumorales del organismo, lo que genera todos los efectos no deseados que conocemos. Nuestra meta sería encontrar una nanoformulación que fuera lo más dirigidamente posible al foco tumoral, de modo de provocar el menor daño; siempre el mejor tratamiento va a ser el más específico. A toda la complejidad de tratamiento propia del cáncer, tenemos que sumar una dificultad adicional: estos tres tipos de cáncer, como son de naturaleza epitelial, son muy heterogéneos y, por lo tanto, cada uno de los tumores se comporta diferente. Es decir, cada paciente tiene su propio tumor, cada uno desarrolla su propia enfermedad. Por eso nuestro objetivo es caracterizar de forma personalizada el perfil genético de estas alteraciones y, sobre eso, tratar de encontrar un blanco terapéutico sobre el cual hacer una nanoformulación que sea útil en la mayor cantidad posible de pacientes; pero tenemos claro que la idea es hacer terapia personalizada, que cada paciente tenga una terapia para su propio tumor.

En este trabajo, agrega, se sumarán los esfuerzos de todos los asociados. “Por ejemplo, los investigadores de Clínica Las Condes trabajan en microRNAs y exosomas; los de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas contribuirán en la interpretación de la enorme base de datos que se generan de las tres líneas de estudio en cáncer, y los académicos de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias tienen experiencia en la generación de vacunas. Y detrás de nosotros hay un consolidado equipo clínico, responsables de interactuar con el paciente, dependientes del Instituto Nacional del Cáncer, del HCUCH, y de CLC, que nos van a aportar con material biológico de los pacientes”.

Con el fin de protegerlos sus resultados, los investigadores están comprometidos a patentar los hallazgos a los que lleguen gracias a este trabajo mancomunado, lo que les permitirá, a futuro, postular a otras fuentes de financiamiento para continuar con esta línea de desarrollo, concluye el doctor Contreras.