Transferencia tecnológica y de capacidades en el Desierto de Atacama

Casa de Bello inauguró estación experimental sobre los 3 mil metros de altura para potenciar agricultura comunitaria

U. de Chile inauguró estación para potenciar agricultura comunitaria
A 80 kilómetros de Calama y 3.020 kilómetros de altura se inauguró la Unidad Experimental y Demostrativa "Vegas de Turi".
A 80 kilómetros de Calama y 3.020 kilómetros de altura se inauguró la Unidad Experimental y Demostrativa "Vegas de Turi".
Las dependencias de la unidad están habilitadas para el manejo ganadero, la obtención de productos derivados de la ganadería, principalmente para la obtención de hilados y textiles.
Las dependencias de la unidad están habilitadas para el manejo ganadero, la obtención de productos derivados de la ganadería, principalmente para la obtención de hilados y textiles.

A 80 kilómetros de Calama, en un lugar extremadamente árido, la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias (FAVET) de la Universidad de Chile, inauguró recientemente la segunda unidad demostrativa para transferencia tecnológica, manejo sanitario y genético en camélidos sudamericanos, domésticos y pequeños rumiantes, en el desierto de Atacama.

"Fortalecer los procesos de innovación y competitividad de la ganadería camélida de la Agricultura Familiar Campesina (AFC) en las localidades de San Pedro de Atacama, Alto El Loa y Ollagüe" es el nombre del proyecto ejecutado por FAVET -a través de su Centro de Estudios Andinos-, administrado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) y financiado con FIC-R del Gobierno Regional de Antofagasta.

Esquila mecanizada, ecografía de animales, selección de machos reproductores, mejoramiento genético y fabricación artesanal de hilados son parte de las actividades que se realizan en la unidad demostrativa "Vega de Turi", con el fin, por un lado, de poder insertar en el mercado los productos de las ocho comunidades que participan de la iniciativa, y por otro, de poder darles la posibilidad de rescatar parte de la herencia cultural que estos habitantes. 

"Nosotros lo que hacemos es instalar esta unidad demostrativa y usamos el principio del 'entrenador de entrenadores', es decir, capacitar quienes van a entrenar a los miembros de la comunidad en las distintas áreas, cosa de que cuando nosotros nos vayamos, ellos tengan una dinámica propia", explicó Alberto Raggi director del Centro de Estudios Andinos y coordinador de la iniciativa, quien trabaja junto a Ingrid Rojas, coordinadora alterna del proyecto.

Siguiendo dicha dinámica, en la parte sanitaria, por ejemplo, los médicos veterinarios realizan un curso para capacitar enfermeros de ganado, a quienes entre otras cosas, les enseñan a castrar animales y les entregan un kit para la realización de esta técnica. En la esquila e hilado se les entregan nuevas herramientas y se hacen talleres con expertos, quienes les enseñan a innovar aplicando mejores tecnologías, con el fin de mejorar los productos para su posterior comercialización.  

"En Vegas de Turi estamos llevando lo industrial a lo artesanal, para que ellos después generen con una identidad, ojalá con certificación de calidad, con un sello de origen y colocando en el mercado un producto con una ventaja comparativa", afirmó Raggi, quien plantea que de este modo es posible generar nexos que les permitan llegar a puntos importantes de comercialización. "Para nosotros la posibilidad, por ejemplo, de llevar los productos a San Pedro de Atacama, significa ya no solo potenciarlos a nivel nacional sino internacional", advirtió el médico veterinario. 

En el marco de esta iniciativa, también se contempló la realización de una gira técnica de los 'entrenadores de entrenadores' a Santiago, quienes visitaron entre otros lugares el Museo Arte Precolmbino, el taller de la experta en hilado, Mónica Bravo, la industria textil dedicada a hilado de pelo de camello en Llay Llay y algunos puntos de la industria textil en Santiago. "Entonces, hoy día teniendo la unidad demostrativa donde se puede esquilar, hilar y tejer, ellos conocieron toda la realidad de la parte que no es artesanal sino industrial para que en el futuro puedan tener un desarrollo de productos", agregó  el coordinar del proyecto.

Cerca de 200 personas y más de tres mil animales, son parte de las comunidades que ya comenzaron el trabajo vinculado a esta unidad demostrativa, que con un presupuesto superior a los 400 millones de pesos continuará esta transferencia de tecnología y capacidades hasta noviembre de 2018.