Con el objetivo de mantener vivo el legado del maestro grabador Carlos Hermosilla Álvarez, por su labor como artista, formador de grabadores, amante del dibujo y la técnica del grabado, la Municipalidad de Valparaíso junto a la Escuela Municipal de Bellas Artes de esa ciudad, han apoyado desde su comienzo (2012) la iniciativa del profesor titular del taller de grabado de esta escuela, David Contreras, quien crea y organiza la Bienal de Grabado Carlos Hermosilla, que además de ser un certamen internacional, conlleva la realización de una exposición de las obras participantes
Según el curador de la iniciativa, David Contreras, la idea de este concurso centrado precisamente en el grabado, surge tomando como contexto que la ciudad de Valparaíso ha sido un puerto por donde ha transitado la modernidad. Ejemplo de ello es la llegada de las primeras prensas que funcionaron en esa ciudad, lo que motivó la formación de grandes maestros impresores como fue Hermosilla, quien después de formarse en la Escuela de artes aplicadas de Santiago, vuelve a Viña del Mar, en donde con mucha dificultad forma el taller de grabado en la Escuela Municipal de Viña del Mar.
Gracias a su interés por el grabado, Carlos Hermosilla participó activamente en enseñar y desarrollar actividades culturales que permitieron difundir el grabado local, regional e internacional. “Se rodeó de talentosos alumnos, quienes también formaron nuevos talentos en el arte del grabado”, contó el curador.
Tal ha sido la importancia que adquirió este tipo de arte, que en la actualidad los talleres de grabado de las Escuelas de Bellas Artes de Viña del Mar y Valparaíso llevan 77 años enseñando y fomentando esta disciplina. Y no han sido las únicas que han continuado haciendo grabado, puesto que existen varios talleres particulares que enseñan y fomentan el grabado como un arte mayor.
En base a eso, los organizadores de la Bienal se cuestionaron si Valparaíso es un lugar de artistas cultores del arte del grabado, creando esta instancia de convocatoria internacional -que cuenta con una numerosa participación de artistas-y que en su mayoría ven a Valparaíso como una ciudad cultural, considerando que es un honor ser parte de la exposición, gracias al maestro Carlos Hermosilla.
El Nguillatún
Para esta cuarta versión de la Bienal, la temática fue la vida y obra de la cantautora nacional Violeta Parra, bajo el nombre de Violeta Parra y modelos de procesos creativos.
“La cuarta Bienal de Grabado se quiso adherir a las celebraciones de los 100 años del natalicio de la artista multifacética, Violeta Parra, investigadora y prolifera artista, que también incursionó en las artes visuales”, dijo Contreras, para quien tanto Violeta Parra como Carlos Hermosilla “son artistas unidos por una vida de escases, esfuerzo y pasión, que supieron del desamparo, de la desigualdad social y en sus obras lo hicieron saber y compartir, difundiendo cultura hacia y para el pueblo”.
De esta forma parte de la temática de la bienal de este año hace referencia a los modelos de procesos creativos, poniendo énfasis que cada artista desarrolla finalmente sus propios modelos y esto se hacen visibles desde la técnica, la materialidad, contenido y montaje. “Conceptos que operan en distintos niveles de relevancia y que cuando se complementan y equilibran nace la obra, libre y poderosa capaz de provocar y conmover al espectador”, consideró el curador.
Así el docente del DAV, Carlos Gómez, participa de esta iniciativa presentando el grabado titulado Camina la machi, chamal y rebozo trarilonco y kultrún, y hasta los enfermos de su machitún aumentan las filas de aquel nguillatún; basado en la canción El Nguillatún de Violeta Para y consistente en un agua fuerte de gran formato (112x76 cms.), con el que obtuvo el primer lugar del certamen.
“Es una imagen que en su relato visual exhibe la fuerza y la sensibilidad del ritual del nguillatún. En rigor, es un grabado que recrea la fantasmagoría que marcó mi infancia en Patagonia -nací y tengo mis raíces en Coyhaique-, así como toda la cosmovisión ecléctica que fusiona la cultura aysenina: la superstición, elementos paganos, religiosos, rituales originarios propios de la cultura mapuche, tehuelche, etc.”, contó el profesor Carlo Gómez.
Este grabado de Gómez es parte de una serie titulada Derrotero-Búsqueda de la Ciudad de los Césares, que se ha estado presentando durante el 2017 en el programa Traslado del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA). Motivo por el que la obra ha itinerado por diversas ciudades como Antofagasta, La Serena, Talca, Chillán y Chiloé. “Para esta instancia fui convocado por la curadora y artista regional aysenina, Jenny Zielhmann, quien me ha llevado a exponer en el Museo de Arte Contemporáneo MAC y en el Museo de Arte Moderno de Chiloé, MAM”, contó el artista.
En cuanto a la crítica que esta obra recibió por parte del jurado que la adjudicó como la ganadora, el curador del certamen, David Contreras, explicó que esta pieza visual cumple a cabalidad con la temática propuesta por las bases. “Este grabado recoge de la canción, El NGuillatún de Violeta Parra, los conceptos fundamentales para convertirlos en imagen, eligiendo con sutileza los elementos visuales para ordenarlos con maestría en una composición precisa y concisa”, dijo Contreras
Es así como la obra de Carlos Gómez logra contener un relato visual lleno de emocionalidad -como lo es la letra de la canción-, en donde después de una amenaza de la naturaleza, tuviera que intervenir la Machi, sabia y poderosa, para lidiar con la madre tierra y solicitarle la calma y la esperanza de una buena cosecha.
¿El grabado como técnica que desaparece?
Al ser consultado por las motivaciones que como artista tiene para seguir utilizando el grabado como medio artístico, el profesor del DAV contó que “esta técnica sería como el lenguaje, es decir, la capacidad propia del ser humano para expresar pensamientos y emotividad por medio de algo. En este caso la gráfica y los elementos que orbitan en relación al grabado: matrices; metales como cobre, fierro, etc.; el uso de ácidos y más, para mí son relevantes desde que cada idea o imagen son verbalizadas por el grabado, ya que el impacto visual es traducido desde la poética que el grabado le imprime a la imágenes”; indicó.
Para él, más que decidir utilizar una técnica, “lo que sucede es que las ideas buscan su mejor medio de hacerse existente”, dice y agrega, “es así, que yo como artista, busco los modos de darle realidad a mis proyectos. En mi carrera tanto académica como artística no he dejado de hacer grabado. Si bien es cierto que he recurrido a otras estrategias para darle cauce a mis ideas, creo que mi instinto primigenio está el grabado como gran fuerza de creación”, afirmó Gómez.
En cuanto al pensamiento de que el grabado sea una técnica cada vez menos utilizada, por lo tanto en vías de desaparecer, el artista asegura que “es posible que exista una idea de que el grabado pueda estar en menor protagonismo que otras disciplinas, considerando la tecnología, la inmediatez de otros procesos o incluso lo económico como punto de tensión. Sin embargo, es innegable que el grabado, sus procesos, su manera de entablar relación entre artista y espectador, siempre estará como un actor sutil, agudo y perturbador para la creación de arte”.
Finalmente Carlos Gómez adujo que como artista esta técnica en fundamental para él, ya que, “fue fundacional en mi quehacer y desde ahí surge mi modo de entender el hacer arte y me ha aportado formas de pensar, de vincular ideas con poéticas, e incluso de observar el mundo. Aun cuando muchas de mis intenciones derivan en otros tipos de lenguaje”, puntualizó.
Para conocer el grabado con el que el docente del DAV, Carlos Gómez, resultó ganador de la Bienal de Grabado Carlos Hermosilla, podrás visitar la exposición VI Bienal de Grabado Carlos Hermosilla en la Galería Municipal de Arte de Valparaíso, ubicada en Condell 1550, Valparaíso. La entrada es liberada y la muestra permanecerá hasta el 24 de noviembre.