Entrevista

Prof. Federico Galende: "En el arte están también los sueños de las novedades del pasado"

Prof. Federico Galende se refiere a su última publicación
Memorias de Octubre fue presentado en el seminario "Los Pueblos del Arte: A 100 Años de Violeta, Duchamp y la Revolución Rusa", actividad que se desarrolló en el marco de Foro de las Artes 2017.
Memorias de Octubre fue presentado en el seminario "Los Pueblos del Arte: A 100 Años de Violeta, Duchamp y la Revolución Rusa", actividad que se desarrolló en el marco de Foro de las Artes 2017.

Diecinueve historias que retratan los días posteriores a la toma del Palacio de Invierno dan forma a Memorias de Octubre, publicación que el director del Departamento de Teoría de las Artes, prof. Federico Galende, presentó en el pasado Foro de las Artes, a propósito de la conmemoración del centenario de la Revolución Rusa. El texto, editado por El Desconcierto, se propone reflejar la cotidianeidad de sus personajes, enfocándose en los conflictos surgidos en el escenario artístico y cultural de la época.

El texto revisita un período de la historia a través del arte, ¿por qué fijar la mirada en este ámbito de la sociedad?, ¿qué elementos son los que constituyen al arte como herramienta de memoria?

El problema del arte no es solo la novedad a construir, sino atesorar también los sueños de novedad del pasado. En el período en el cual gravita la Revolución de Octubre se constituyen una serie de prácticas heterogéneas, una serie de prácticas libres. La revolución tiene que ver con el arte, porque el arte tiene el privilegio de ser un espacio de transformación de las comunidades, entonces me pareció que era interesante buscar ese momento a propósito de los hechos de octubre.

El libro aborda la Revolución Rusa, sin embargo se aleja de la visión "fría" que podría encontrarse, por ejemplo, en un libro de historia. ¿Qué elementos son los que contribuyen a lograr esto? ¿Cómo fue el proceso de construcción del libro?

En realidad el libro surgió de una serie de columnas que fui encadenando sábado a sábado y que fui publicando sistemáticamente en El Desconcierto. Esas columnas tenían que ver con pesquisar elementos anecdóticos de la vida, de las formas de producción, de las relaciones entre seres que de alguna manera ya existían y que en el libro fueron reanudadas, que es siempre la tarea de la literatura: reanudar historias que, a veces, las obsesiones humanas nos presentan como si fuesen autónomas o únicas, pero que en realidad tienen un montón de elementos en común. Creo que eso era lo que me interesaba hacer: no tratar esas vidas o esas prácticas desde la relación obsesiva con el tema, sino ponerlas en común.

¿Qué espacio ocupa en el relato el feminismo y Alexandra Kollontai?

No lo sé, aunque creo que el libro buscó relativizar la condición viril que en general se le atribuye a la revolución de octubre. En este sentido, algo que se pasó por alto es que la revolución bolchevique tuvo como primera medida la liberación de las tareas prefiguradas de la mujer en  la vida doméstica y esa liberación de la mujer respecto de la vida doméstica era también una liberación respecto de la posición que ocupaba frente a la pareja, la vida familiar, los hombres. Incluso la cuestion de la monogamia quedó en entredicho. Hubo una gran liberación. El adulterio dejó de ser objeto de un drama -por llamarlo de alguna manera- y se convirtió en una posibilidad libre de los cuerpos.

Este año se conmemoraron 100 años del inicio de la Revolución Rusa, ¿cómo observa el comunismo hoy?

Siempre digo que el comunismo me interesa como un término que incomoda las nuevas parálisis del lenguaje y las nuevas operaciones hegemónicas del poder. Es evidente que la sociedad globalizada ha afectado muchísimo el lenguaje, lo ha llevado a un plano de gran uniformización, a un plano demasiado monolítico y obvio, y en ese plano me parece que la palabra comunismo es una palabra provocadora, una palabra que atesora además múltiples potencias. Estas potencias no estuvieron solo ligadas a la construcción del poder. También fueron parte de los despliegues de una vida en común.

Memorias de Octubre fue presentado en el seminario Los Pueblos del Arte: A 100 Años de Violeta, Duchamp y la Revolución Rusa, actividad que se desarrolló como parte del programa del Foro de las Artes 2017 y que fue propuesta por el prof. Galende, quien comenta que a partir de tres hitos que este 2017 comparten centenario - la Revolución Rusa, el nacimiento de Violeta Parra y la exhibición del urinario de Marcel Duchamp- era posible reflexionar sobre “las relaciones entre el arte popular al que atendió especialmente Violeta; el arte contemporáneo, que de alguna manera se inaugura como arte contemporáneo con Marcel Duchamp; y el arte comprometido con la transformación del mundo, que de alguna manera está en las vanguardias soviéticas”.