Rescatar, impulsar y fortalecer la gráfica tradicional, sin apartarla de las herramientas contemporáneas en todas sus manifestaciones, es el objetivo del I Salón de Gráfica Contemporánea, que se llevará a cabo en el Museo Nahim Isaías de Guayaquil, Ecuador.
Esta exposición de carácter internacional, contará con la participación de 18 países en exhibición, incluyendo artistas de América Latina, Europa y Asia y reunirá una serie de trabajos que, partiendo de una idea o matriz del grabado tradicional, circulan en procesos y experimentos emplazados (grabado expandido).
Uno de los artistas invitados es el académico del DAV, Arturo Cariceo, quien exhibirá el libro-objeto realizado gracias al Departamento de Artes Visuales de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, Manifiesto Neopompier (1993-2010), junto con la obra El Aquí y el Ahora (2009), un trabajo que sonorizó en clave de Rap, el clásico texto del filósofo Walter Benjamín, El Arte en la era de su reproductibilidad mecánica, que el curador Pacurucu ya había exhibido durante este año en la Galería Kobro y en el auditorio de la Universidad de Lodz, en Polonia.
Ambas obras corresponden a la Obra Invisible de Arturo Cariceo, una creación hiperrealista que se mimetiza o camufla en el entorno de tal forma que pasa desapercibida para el espectador. “Llevo haciendo este tipo de obras desde 1987 y puedo afirmar, desde la experiencia de todos estos años, que la percepción del espectador promedio del mundo del arte, el que circula por galerías, museos, ferias y bienales, es regulada por los juicios de valor sustentados en el gusto y prejuicios varios”, afirma Arturo Cariceo.
Precisamente con la idea de hacer desaparecer esos sesgos, el profesor del DAV asegura que este tipo de obras, a pesar de parecer simples, conllevan una complicación, “porque todo el mundo cree que no presentas nada. Es decir, dan un juicio apresurado que refleja que no se han preguntado qué es lo que hago y por qué”, señala.
Según lo expresado por el artista, esta creación parte de la base que el espectador si se hace ese tipo de preguntas, cuestión que para él es algo paradójicamente poco usual en el mundo del arte. Así surge esta obra hiperrealista, que, “en vez de lamentar la cultura de los juicios premeditados, reflexionar al respecto, creando obras que son justamente hechas para desaparecer por los sesgos. Y llamé a eso, Obra Invisible”.
De esta forma Arturo Cariceo da a conocer su clásica formación en el arte que se gesta desde muy temprana edad, dedicado en un principio a la pintura y el grabado, centrando su interés en la historia desde joven y llegando a explorar los límites del arte de manera fluida.
“Obviamente el legado de las vanguardias del siglo pasado capturó mi atención, pero me preocupé de no asimilarlas obviando nuestro contexto regional y local. Confieso que me da vergüenza ajena las pretensiones de estar al día, ignorando las condiciones socioculturales de lo citado, aludido, admirado, copiado. En resumen, reducir el quehacer artístico a clichés por las razones que existan, buenas o malas, habitualmente todas inmediatistas, son y han sido siempre un despropósito. Por eso, decidí que mis Obras Invisibles fueran obras de largo aliento. Desde este enfoque, haber aprendido a pintar y hacer grabados desde el concepto ‘tiempo’ fue gravitante para mí”, explicó.
Plataforma Cariceo
Con esta exposición Arturo Cariceo vuelve a exponer objetos físicos gracias al curador ecuatoriano, Hernán Pacurucu, quien se dio el tiempo de entender lo que el artista chileno hacía, gestionando que sus Obras Invisibles fueran posibles.
Así, entre el 2013 y 2017 exhibe en galerías y museos de cuatro modos diferentes: primero, mostrando el espacio mismo de dichos lugares con la apariencia de salas vacías o cerradas. Segundo, exhibiendo al curador como obra. Tercero, apareciendo en las exposiciones bajo otra nacionalidad, y por último, desde su propia plataforma electrónica.
“Desde 1995 exhibo Obras Invisibles en línea desde mi página electrónica, produciendo también en esta ocasión una obra por Internet de manera expresa para la curaduría de Pacurucu. Esta obra la titulé A Sangre o Sin Margen y se trata de un recopilatorio de obras en diálogo con la tradición disciplinar de la gráfica y el grabado, mis dos pilares formativos”, aseveró."
Estas obras que conforman la producción artística virtual de Cariceo son catalogadas por él como desplazamientos, aunque aclara al respecto “en realidad no me gusta mucho ese concepto psicoanalítico, porque lo que realmente ocurrió después de las vanguardias, fue que todas las disciplinas artísticas se mezclaron. Entonces más que desplazamientos, lo que ocurrió fueron ‘mestizajes’, un concepto mucho más provocador”, dijo.
En el caso de A Sangre o Sin Margen es una obra que se distancia de las distinciones punitivas entre quehaceres artísticos y aborda prácticas mestizas. “La palabra gráfica, por ejemplo, fue resultado de un esfuerzo lingüístico para ir más allá del dibujo. Una práctica que históricamente es el sostén de las artes vinculadas con la visualidad, pero que resultó insuficiente cuando fueron normalizados los procedimientos de reproducción de imágenes. Una situación que nos remite al grabado, en su origen, a la fotografía y al cine, cuando la urgencia de la palabra gráfica se consolida. Sin embargo, actualmente me resulta insuficiente porque también terminó reducida a género. Retrocedió de la condición de mestizaje a la de disciplina, sin serlo, deduzco que por razones de mercado, o sea, la educación de mercado. Mucho de todo esto hay en mi obra A Sangre o sin Margen”, manifestó el artista visual.
Es por ese motivo que la Obra Invisible de Arturo Cariceo forma parte del proyecto expositivo Imagen Vibratoria (bajo el paraguas de su reproducción), que justamente sondea desde campos más académicos, técnicas tradicionales como el grabado y la gráfica que han abordado múltiples desplazamientos y que marcan señales visuales desde los procesos de industrialización, a los cambios que el recurso impreso ha alcanzado en el campo virtual.
Así lo manifiesta el texto que contextualiza la exposición que dice: “La noción de serie y matriz, edición, reproducción y copia, además de la cultural actual, dan cuenta del ingreso de este recurso a una metodología de acción, una forma de operar donde el factor visual de patrones se ajusta y en casos difiere de la imagen popular (entendida desde la secuela de un clasicismo ponderante) en la medida que ésta se encuentra expandida en todo proceso semántico. Pensemos el diseño, la publicidad, las campañas políticas, la televisión, etc.”.
El I Salón de Gráfica Contemporánea Imagen Vibratoria (bajo el paraguas de su reproducción) se inaugurará el jueves 30 de noviembre del 2017, en la sala de planta baja del Museo Nahim Isaías, a las 19:00 horas.