“Deseo expresar mis más profundos y sinceros agradecimientos, primero, a la nación, pues con los recursos de todos los chilenos me eduqué en instituciones públicas, como son el Instituto Nacional y la Universidad de Chile. En ellas encontré mi vocación por la astronomía y obtuve las herramientas necesarias para emprender y desenvolverme con éxito en esta profesión”, dijo Guido Garay este jueves 14 de diciembre al recibir el Premio Nacional de Ciencias Exactas 2017 en el Palacio de La Moneda, encuentro en el que también recibieron esta distinción los egresados de la Casa de Bello Alejandro Sieveking, Alberto Gamboa y Abraham Magendzo, en las menciones de Artes de la Representación y Audiovisuales, Periodismo y Ciencias de la Educación, respectivamente.
En la premiación, encabezada por la Presidenta Michelle Bachelet y en la que también participó el Rector Vivaldi, los cuatro egresados recibieron el máximo galardón que el país otorga como premio a la excelencia y aporte al país en los diferentes campos del saber, en una elección realizada entre agosto y septiembre.
Continuando con su saludo, el académico de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, y subdirector del Centro de Excelencia en Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA), Guido Garay, agradeció especialmente a la “principal Casa de Estudios del país, la Universidad de Chile, que me ha cobijado por más de 30 años en el Departamento de Astronomía, permitiéndome hacer investigación en esta maravillosa excitante rama del saber”.
El Premio Nacional de Periodismo, Alberto “Gato” Gamboa, dedicó este premio a sus colegas comunicadores. “Recibo este premio en nombre de una generación de periodistas que está casi desaparecida”, reporteros que, agregó, “nos hicimos en la calle, recogiendo las copuchas del momento sobre la base del reporteo que transformábamos en noticias. Nada se nos escapaba y nada quedaba debajo de la alfombra”.
“El premio se lo debo a otros y a otras, es mío, pero es de ellos y ellas”, dijo por su parte, el Premio Nacional de Ciencias de la Educación, Abraham Magendzo, profesor de Estado en Educación de la U. de Chile y experto en curriculum y pedagogía, educación en derechos humanos, educación ciudadana y convivencia escolar.
Quien también se refirió a su trabajo como fruto de una dedicación colectiva, fue el actor y dramaturgo Alejandro Sieveking, Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales. “Nuestro trabajo no es nuestro, es un trabajo colectivo, y por eso tengo que agradecer a mis colegas queridos que están aquí”, manifestó el autor de obras como “La remolienda" y "Ánimas de día claro".
La presidenta Michelle Bachelet, quien también otorgó el Premio Nacional de Artes Plásticas a la fotógrafa Paz Errázuriz y el Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales a la Psicóloga Elizabeth Lira, manifestó que “estas dos mujeres y estos cuatro hombres han tenido el talento de la generosidad para sacar lo que está en las sombras y ponerlo a disposición de sus compatriotas y del mundo. Hay una belleza innegable de este gesto: el respeto y el amor por el otro”, dijo, rescatando esta opción, “porque como sociedad nos hemos ido encerrando en el individualismo y en el desinterés por los demás, por los que no forman parte de nuestro entorno más inmediato”.
“Por eso su contribución está más vigente que nunca. Los necesitamos para construir comunidad y para seguir rescatando ese Chile profundo”, agregó la mandataria.
El Rector Vivaldi, en tanto, manifestó que los galardonados "representan valores muy importante para Chile. Cada uno es un ejemplo en áreas fundamentales, desde los derechos humanos, la creatividad, el compromiso con los no privilegiados y el sentido de la colaboración en ciencias".
Finalmente, concluyó la Ministra de Educación Adriana Delpiano, “es un honor sin lugar a dudas entregar los premios a estos chilenos y chilenas que representan lo mejor del desarrollo de la ciencia, la cultura y las artes en nuestro país. Potenciar la presencia del conocimiento de las ciencias, la cultura en los distintos niveles de la sociedad, los transforma en un patrimonio colectivo, constituyéndose en detonante de una reflexión que invita e implica a todo el cuerpo social”.