Obra está basada en Osvaldo Salerno:

Libro del académico Arturo Cariceo fue presentado en Paraguay

Libro del académico Arturo Cariceo fue presentado en Paraguay
"Salerno: El Pedestal. La museografía (como Obra) de Autor" se titula el libro de Arturo Cariceo que reflexiona sobre las expografías y museografías de Osvaldo Salerno, artista visual paraguayo.
"Salerno: El Pedestal. La museografía (como Obra) de Autor" se titula el libro de Arturo Cariceo que reflexiona sobre las expografías y museografías de Osvaldo Salerno, artista visual paraguayo.
Lía Colombino, directora del Museo de Arte Indígena del CAV/Museo del Barro, Damián Cabrera, editor de la publicación, y Alban Martínez Gueyraud, crítico de arte y curador, presentaron el libro.
Lía Colombino, directora del Museo de Arte Indígena del CAV/Museo del Barro, Damián Cabrera, editor de la publicación, y Alban Martínez Gueyraud, crítico de arte y curador, presentaron el libro.
Esta publicación recorre y analiza el trabajo de museografía y expografía, desplegado y consolidado en el tiempo, por el destacado artista paraguayo, Osvaldo Salerno.
Esta publicación recorre y analiza el trabajo de museografía y expografía, desplegado y consolidado en el tiempo, por el destacado artista paraguayo, Osvaldo Salerno.
Esta publicación es el resultado de una exhaustiva investigación de archivo e in situ, que llevó a Arturo Cariceo a recorrer Paraguay y los distintos países donde Osvaldo Salerno ha exhibido su labor.
Esta publicación es el resultado de una exhaustiva investigación de archivo e in situ, que llevó a Arturo Cariceo a recorrer Paraguay y los distintos países donde Osvaldo Salerno ha exhibido su labor.

Lía Colombino, directora del Museo de Arte Indígena del CAV/Museo del Barro, Damián Cabrera, editor de la publicación, y Alban Martínez Gueyraud, crítico de arte y curador, fueron los encargados de presentar el libro Salerno: El Pedestal. La museografía (como Obra) de Autor del artista visual y académico del Departamento de Artes Visuales de la Universidad de Chile, Arturo Cariceo.

Esta publicación recorre y analiza el trabajo de museografía y expografía, desplegado y consolidado en el tiempo, por el destacado artista paraguayo, Osvaldo Salerno, de reconocida trayectoria internacional, quien ha estado detrás de importantes exposiciones, no sólo personales, sino también institucionales, entre ellas la Trienal de Chile (2009), realizada durante las celebraciones del centenario, y del Pabellón chileno en la reciente Bienal de Venecia (2017).

El libro -que viene acompañado de un disco compacto y complementado con un texto del prestigioso curador y crítico paraguayo Ticio Escobar, escrito en 2015- es el resultado de una exhaustiva investigación de archivo e in situ, que llevó a Arturo Cariceo a recorrer Paraguay y los distintos países donde Osvaldo Salerno ha exhibido su labor artística de levantar y dar visibilidad, de manera excepcional, tanto al patrimonio histórico como a la obra de otros artistas, entre ellos Chile.

Durante el lanzamiento -que no contó con la presencia de Cariceo por encontrarse en España realizando una de sus Obras Invisibles conocida como La Mancha Lacaniana-, los integrantes de la mesa tuvieron palabras de agradecimiento para el profesor Cariceo por su importante obra. Así Alban Martínez Gueyraud, crítico de arte y curador, dijo sentirse honrado de presentar el libro, afirmando que “este trabajo, además de extenso, es complejo y múltiple, constituyendo otra cara (reflejada y refractada) de su propia obra; un campo menos especulado y que al igual que sus propuestas artísticas, es sumamente singular”.

En esa misma línea el curador acotó que en el libro Salerno: El Pedestal. La museografía (como Obra) de Autor, “algunos de esos planteamientos /instalaciones, recorridos en este ensayo, destacan por su gran escala y complejidad geopolítica; otros, por el empleo de inflexiones más sugerentes, metafóricas o reflexivas; pero todos van sirviendo de apoyo para las hipótesis trazadas por Cariceo, permitiéndole, en el flujo del acontecer de su relato, ejemplificar gestos y detalles expresivos, así como generar cruces y diálogos entre ciertas características recurrentes por él encontradas”.

Por su parte Damian Cabrera, editor de la publicación, señaló que “El título de este libro es, gramaticalmente, compuesto y complejo. En cierto sentido es un título barroco, en cuyo diseño se anticipa lo que el autor del libro ejecuta en su ensayo: el énfasis en el nombre de Salerno y el carácter autoral del artista en tanto expógrafo”.

El editor agrego que “Cariceo destaca la competencia de Salerno para disponer y mostrar las obras -mostrar su propia obra, obras de otros artistas, obras de acervos institucionales, no necesariamente sus obra-. Obras todas hundidas, sin embargo, en climas que podrían ser considerados autorales -fundamentalmente a partir de la relación propuesta por el autor del ensayo entre el trabajo artístico de Salerno, por un lado, con el trabajo expográfico y museográfico, por el otro”.

Al no poder estar presente durante el lanzamiento, Arturo Cariceo mandó sus reflexiones sobre la publicación que fueron leídas Lía Colombino. En ellas el artista dijo que: "Involucrarse en la trayectoria en particular de Osvaldo Salerno, es adentrarse en el vértigo de la memoria y el deseo de lo artístico. Es detenerse a observar, mirar y contemplar un mundo propio en diálogo con el de los demás artistas, distantes en el tiempo o cercanos en el espacio. No se trata de una relación cualquiera, sino de un encadenamiento de imaginarios, como si de una cadena helicoidal se tratara, que en su expansión sigue abriendo los límites del arte”.

El profesor del DAV además se refirió al aporte artístico de Salerno aduciendo: “Es un privilegio para mí documentar el periplo creativo de este destacado artista paraguayo, respetado por sus pares y admirado por los jóvenes, permitiendo hurgar en el levantamiento de su obra, que son muchas, y donde nuestra mirada jamás está en reposo, inmersa por la sensible y meticulosa disposición de obras que Osvaldo Salerno levanta en galerías y museos del mundo, junto con su admirable sofisticación para sumergir al espectador, de manera imperceptible, en cada uno de los espacios exhibitivos donde nos invita a habitarlos artísticamente. Muchas gracias querido Osvaldo”, concluyó