Tras seis días de actividades

Más de mil personas asistieron a la clausura de la Escuela de Temporada

Más de mil personas asistieron a clausura de la Escuela de Temporada
Más de mil personas participaron de la clausura de la Escuela de Temporada 2018.
Más de mil personas participaron de la clausura de la Escuela de Temporada 2018.
Ensamble Violeta, integrado por Claudio Acevedo, Wilson Padilla y Winston Moya, fueron parte del número artístico de cierre.
Ensamble Violeta, integrado por Claudio Acevedo, Wilson Padilla y Winston Moya, fueron parte del número artístico de cierre.
Los participantes del taller de danza contemporánea mostraron los resultados de una semana de trabajo.
Los participantes del taller de danza contemporánea mostraron los resultados de una semana de trabajo.
La Escuela de Temporada ofreció diez talleres y catorce diálogos.
La Escuela de Temporada ofreció diez talleres y catorce diálogos.
El cine fue parte también de esta actividad, con la exhibición de tres películas en el Teatro Municipal.
El cine fue parte también de esta actividad, con la exhibición de tres películas en el Teatro Municipal.
Más de 400 personas de todas las edades participaron diariamente de las actividades.
Más de 400 personas de todas las edades participaron diariamente de las actividades.
Curaco de Vélez también fue sede de la Escuela de Temporada con una jornada completa de actividades en la Escuela Superior Campesina y en el Gimnasio de la población Bordemar.
Curaco de Vélez también fue sede de la Escuela de Temporada con una jornada completa de actividades en la Escuela Superior Campesina y en el Gimnasio de la población Bordemar.

Seis días de actividades concluyeron este viernes 12 de enero, cuando la comunidad ancuditana se reunió para poner fin a la cuarta versión de la Escuela de Temporada en regiones, que este año se desarrolló en Chiloé bajo el título “Hacia un territorio sustentable: diálogos sobre identidades, culturas y patrimonios".

Diez talleres, catorce diálogos y tres exhibiciones de cine fueron parte de esta actividad organizada de manera conjunta por la Casa de Bello, la Universidad de los Lagos, el Museo Regional de Ancud, la Corporación Cultural de dicho municipio y la Fundación Curaco de Vélez, en lo que fue el retorno de las Escuelas de Verano, realizadas por la U. de Chile en la Isla Grande en los años '60. 

“Al hacer el balance de esta cuarta Escuela de Temporada, como Universidad de Chile estamos más que satisfechos. No sólo porque fue un éxito de público, sino porque además logramos una alianza con los actores locales y ahí radica el éxito. Nos sentamos a trabajar durante casi un año con las instituciones organizadoras y en conjunto elaboramos este programa que da cuenta de que la Casa de Bello es parte del alma de este país”, señaló la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones de la U. de Chile, Faride Zeran, respecto a la actividad, a la que en promedio asistieron diariamente más de 400 personas.

En tanto, como parte de la ceremonia de clausura, la directora de Extensión de la U. de Chile, Ximena Póo evocó la figura de Amanda Labarca, creadora de las Escuelas de Temporada, recordando que las últimas ediciones de estos encuentros en regiones se hicieron en enero de 1973 y que fue sólo el 2015 que retornaron con su realización en la Región de Aysén.

“Estar aquí es muy emocionante. Era un sueño hacer esto porque sabemos lo complejo -y ustedes nos han enseñado muchísimo-, que es vivir aquí en este archipiélago. Tenemos esta Escuela en la piel y en todas las conversaciones que hemos sostenido”, dijo Póo.

En el acto, que se inició con la intervención musical de los integrantes del taller de acordeón de la Casa de la Cultura de Ancud, dirigido por Raúl Barría, contó también con la presencia de Camila Román, directora de la sede Chiloé de la U. de los Lagos, para quien tres fueron los elementos clave de esta Escuela de Temporada.

“En primer lugar ver la concurrencia de público a cada una de las actividades muestra que los temas que abordamos son transversales para nosotros. El segundo es el valor de la articulación entre instituciones, organizaciones sociales y comunidad y el tercero es seguir generando estos encuentros y desencuentros de diálogo para poder pensar y repensar Chiloé no solamente mañana, sino que en los próximos 10, 15, 20. 50 años, para que creemos un mejor espacio para vivir”, dijo Román ante los asistentes.

Juan Galleguillossecretario General de la Corporación Cultural de Ancud valoró el trabajo conjunto entre los organizadores, el que calificó como una “minga”. “Estamos muy contentos con esta Escuela. El marco de público que ha concurrido a las diversas actividades nos respalda en esta actividad de repensar nuestro territorio, de reflexionar sobre nuestra identidad y nuestro patrimonio”.

“Esta Escuela de Temporada ha sido una oportunidad que nos ha permitido salir del día a día y generó un espacio para repensar y actualizar la mirada sobre las contradicciones del archipiélago”, evaluó Marijke van Meurs, directora del Museo Regional de Ancud, para quien “los desafíos que nos deja este encuentro son muchos”, entre ellos, “seguir trabajando en conjunto desde, para y por Chiloé”.

El acto contó también con la presentación del conjunto “Ensamble Violeta”, integrado por los académicos de la Facultad de Artes y talleristas de la Escuela de Temporada Claudio Acevedo, Wilson Padilla y Winston Moya, quienes interpretaron una selección de temas del folclore nacional y creaciones propias, acompañados en dos de ellos por Horacio Durán de Inti Illimani Histórico, y otro en conjunto a los bailarines del BANCH Gema Contreras y Fabián Leguizamón.

La emoción se tomó nuevamente el escenario con la muestra final del taller “Danza Contemporánea: el cuerpo en movimiento que se dibuja en la Isla Grande”, en el que participaron niños, niñas, jóvenes y adultos de todas las edades, y que prepararon la presentación final entre el lunes 8 y el viernes 12 en el Liceo Bicentenario, en paralelo a los otros nueve talleres que se impartieron en esta, la cuarta versión de la Escuela de Temporada en regiones, precedida de sus versiones en Aysén, Magallanes y Arica y Parinacota.