A 129 años del natalicio de Gabriela Mistral

Clon "Máquina Mistral", la rupturista performance que intervino la Casa Central de la U. de Chile

"Máquina Mistral", la performance que intervino la Casa Central

"Máquina Mistral. Cuerpos de la letra, figuras en tensión" fue el nombre de la muestra de performance y arte-acción que reunió a diversos artistas en la Casa Central de la U. de Chile en la conmemoración de los 129 años del natalicio de la poeta y Premio Nobel de Literatura, Gabriela Mistral. Pensar desde el cuerpo y la acción las posibilidades poéticas, políticas y simbólicas de la poesía mistraliana es la propuesta de “Máquina Mistral”. Su curador, el artista visual y performer Samuel Ibarra, advirtió: “Ojalá estas obras sean puente de ingreso a un mundo de una mujer extraordinaria y maravillosamente nuestra”.

Mila Berríos Palomino, Marla Freire, Natascha de Cortillas, Richard Solis y Jimmy Watt fueron los artistas que intervinieron diferentes espacios tanto de la Sala Museo Gabriela Mistral como del Patio Andrés Bello de la Casa Central.

“Le agradezco a Samuel que nos haya hecho esta propuesta de intervención de la Sala Museo Gabriela Mistral, que es un espacio que hemos abierto en un gesto más que de recuperación, de instalación de la Mistral en la U. de Chile. Este es un espacio de contracultura institucional y espero que eso pueda plasmarse cada vez más, que la voz de los poetas y las acciones de artistas contemporáneos estén presentes. Así que les agradezco mucho la confianza y el interés, y siéntanse convocados a seguir participando de esta Sala Museo para que sea un espacio cada vez más potente, más inclusivo y rupturista”, señaló la Directora del Archivo Central Andrés Bello, Alejandra Araya.

Por su parte, el curador de la muestra, Samuel Ibarra, se refirió a la idea de plantear una Mistral máquina. “Un evento de performance que aspira a proponerse como plataforma para pensar en el hogar con el cuerpo mistraliano. La Mistral constituye un pilar transversal en las capas de nuestro imaginario cultural nacional. Esta potencia nos ha inspirado y hemos decidido organizar este encuentro para proponerles así a distintos artistas que diseñen una obra pensada en Mistral a partir del marco curatorial que la piensa bajo una estrategia y una estructura dinámica maquínica. Es decir, como una organización multiforme y en movimiento”.

“Chile amasa su pan” de Natascha de Cortillas fue la primera intervención que se tomó el patio Andrés Bello de la Casa Central. La artista visual y docente de la U. de Concepción presentó esta ya reconocida performance donde su obra en torno al hacer pan recoge esta “constituida historia de un relato brutalmente asediado por violencias, ternuras, amores y sangre”, como presentó Ibarra.

Marla Freire es artista e investigadora de arte contemporáneo. Su obra teórica y visual “fricciona el cruce entre memorias, identidades y feminismos y se ha presentado en diversos lugares dentro y fuera de Chile. En “Nombrar la madre” Freire reflexiona sobre la postura política y el pensamiento feminista de Gabriela Mistral, presente en toda su obra. “Ella (Mistral) ejerciendo el derecho a la palabra, a nombrarse y existir en su historia de destierro y exilio, siguiendo su pensamiento antipatriarcal”, relata Freire.

Richard Solis es artista de performance y restaurador del Archivo Central Andrés Bello. En esta ocasión Solis sacude, limpia, higieniza espacios y superficies, transgrediendo la presencia femenina de esa labor históricamente asignada, imponiendo ahora su yo mestizo.

Mila Berríos es artista de la danza y se ha aproximado desde hace años a la práctica de performance. En esta ocasión presentó su trabajo “Habitar la lengua”. “Su obra hizo un ingreso desde la palabra al océano mistraliano para desde allí pensar el destierro como figura como tal de obra”, presentó Ibarra.

Finalmente, se presentó el artista y experimentador de sonido Jimy Watt, quien en esta ocasión indagó en la memoria de la ropa como una posible fuente de relatos. “Fragmentación de lecturas como piezas de un puzzle global. Niñez, sueño, viajera que cruza pueblos y destierros. Cruza niños, manos, vulnerabilidad y olvido. La vigilia de la carne, un vestido”, describió Watt.